"Durante la etapa primitiva de la evolución espiritual del género humano, la fantasía de los hombres creó dioses a su propia imagen."

Albert Einstein

Mito y Realidad – Mircea Eliade

Para el gran historiador de las religiones, Mircea Eliade, el mito es una realidad. No es sólo una imagen del pasado, sino un instrumento que el ser humano utiliza continuamente para percibir lo sagrado. Para ilustrar esta impresionante conclusión Eliade se adentra en las mitologías de la antigua Grecia, de los romanos, de los aborígenes de Australia, de los Vedas, del Medioevo europeo… o de las obras de Picasso, Joyce o Ionesco. Un libro del que tanto el especialista como el gran público sacarán un profundo provecho.

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Mito y realidad - Eliade

Para el gran historiador de las religiones, Mircea Eliade, el mito es una realidad. No es sólo una imagen del pasado, sino un instrumento que el ser humano utiliza continuamente para percibir lo sagrado. Para ilustrar esta impresionante conclusión Eliade se adentra en las mitologías de la antigua Grecia, de los romanos, de los aborígenes de Australia, de los Vedas, del Medioevo europeo… o de las obras de Picasso, Joyce o Ionesco. Un libro del que tanto el especialista como el gran público sacarán un profundo provecho.

 

Desde hace más de medio siglo, los estudiosos occidentales han situado el estudio del mito en una perspectiva que contrastaba sensiblemente con la de, pongamos por caso, el siglo XIX. En vez de tratar, como sus predecesores, el mito en la acepción usual del término, es decir, en cuanto «fábula», «invención», «ficción», le han aceptado tal como le comprendían las sociedades arcaicas, en las que el mito designa, por el contrario, una «historia verdadera», y lo que es más, una historia de inapreciable valor, porque es sagrada, ejemplar y significativa. Pero este nuevo valor semántico acordado al vocablo «mito» hace su empleo en el lenguaje corriente harto equívoco. En efecto, esta palabra se utiliza hoy tanto en el sentido de «ficción» o de «ilusión» como en el sentido, familiar especialmente a los etnólogos, a los sociólogos y a los historiadores de las religiones, de «tradición sagrada, revelación primordial, modelo ejemplar».

Se insistirá más adelante sobre la historia de las diferentes significaciones que el término «mito» ha adoptado en el mundo antiguo y cristiano (cf. capítulos VIII-IX). Es de todos conocido que a partir de Jenófanes (hacia 565-470) —que fue el primero en criticar y rechazar las expresiones «mitológicas» de la divinidad utilizadas por Homero y Hesiodo— los griegos fueron vaciando progresivamente al mythos de todo valor religioso o metafísico. Opuesto tanto a logos como más tarde a historia, mythos terminó por significar todo «lo que no puede existir en la realidad». Por su parte, el judeocristianismo relegaba al dominio de la «mentira» y de la «ilusión» todo aquello que no estaba justificado o declarado válido por uno de los dos Testamentos.

No es en este sentido (por lo demás el más usual en el lenguaje corriente) en el que nosotros entendemos el «mito». Precisando más, no es el estadio mental o el momento histórico en que el mito ha pasado a ser una «ficción» el que nos interesa. Nuestra investigación se dirigirá, en primer lugar, hacia las sociedades en las que el mito tiene —o ha tenido hasta estos últimos tiempos— «vida», en el sentido de proporcionar modelos a la conducta humana y conferir por eso mismo significación y valor a la existencia. Comprender la estructura y la función de los mitos en las sociedades tradicionales en cuestión no estriba sólo en dilucidar una etapa en la historia del pensamiento humano, sino también en comprender mejor una categoría de nuestros contemporáneos.

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Guillermo
Guillermo
7 años atrás

Primero te contaré en qué no creo (la lista es muy extensa, te daré sólo unos pocos ejemplos)

A estas alturas de la vida, ya he visto adónde llega la fe en otras cosas cuando se pone de modo absoluto. Y creo que muchos comparten la falta de fe en lo que sigue:

Quise creer en el hombre… pero la historia y mi experiencia me muestran que muchas veces fallan

Quise creer en los politicos… Y entonces vi el telediario.

Quise creer en el comunismo sin dios. .. Y entonces vi los gulags

Quise creer en el humanismo y la cultura… y vi el siglo XX

Quise creer en mí mismo a secas… y me fui secando.

Quise creer en la honestidad de los médicos…Y entonces vi lo que hacían con el cigarrillo electrónico, y con la salud en general

Quise creer en Oriente… y entonces vi sus sociedades, y no vi sus ONGs ayudando a otros hombres

Quise creer en el dinero…Y llegó la crisis crediticia (jeje, ironías de las palabras)

Quise creer en el consumo…Y no me llenaba, y consumiamos el planeta.

Quise creer en el amor matrimonial espontáneo… Y pasé dolores sin cuento.

Y entonces dejé de buscar en qué creer. Me dediqué a seguir lo que, sin buscarlo, me resulta absolutamente creíble (todo lo anterior sólo es creible a trocitos). Y la lista es breve. Y resulta que la llevo siguiendo toda mi vida…

a) Me resulta creíble la realidad de lo que son las cosas, que pueden ser muy hermosas si nos armonizamos con sus leyes (no pretendiendo que el fuego no queme, aceptando que si saltas de un sitio alto te rompes la crisma, entendiendo que si te cargas de muchos asuntos te agotas, pensando que si no cuidas la amistad se pierde, comprendiendo que si pones toda tu esperanza en el dinero te decepcionas… ese tipo de “leyes”)

b) Me resulta creíble la experiencia de lo que es importante, transmitida de modo imperfecto (pero con muchas pistas para extraer esencias de esos tabues o de esos hechos sagrados) por nuestros mayores o nuestros ancestros.

c) Me resulta creíble la actitud de de ese tipo de barbas dedicado a curar locos, sucios, impedidos, tristes y hambrientos, y de usar como herramienta el amor y el perdón, y de usar como ayudantes a todos los que, sin importar su pasado, quisieran ayudar.

d) Me resulta creíble mi juicio sereno y sutil, lo que en el silencio siento que es, o que ha de hacerse, y que intuyo que está en armonía con lo que otros, también en paz, sentirán y decidirán.

Y, si eso me resulta creíble a mí, supongo que también se lo debió resultar a otros antes que nosotros. Me imagino que, al intentar traducirlo a palabras, supongo que nuestros ancestros tuvieron que crear una palabra para referirse a “lo más alto”, lo “Altísimo” la realidad TAL COMO ES, la «vida». Y a esa palabra le llamaron Theos, o Zeus, o Deus…

Y quizá por eso los judíos dijeron que eso “divino” y “sagrado” es… LO QUE ES, y que es un todo que tiene sentido, es Theos (o Yavhé, o Elloí, o como sea, no soy experto) y es un Padre metafórico, que también resume en su nombre a todos los ancestros, y que unifica al pueblo judío como hermanos metafóricos.

Y los cristianos dijeron, vale, pero también es Theos el hijo, ese de barbas, porque lo que dice es Altísimo y supone un plan concreto para salvar el mundo, y también es Theos eso sereno y sutil, pero fuerte, que sentimos dentro y que nos señala qué es deseable y qué no, eso que nos ruge cuando vemos que atacan al débil (aunque no nos estén atacando a nosotros) y que nos inflama y nos hace perseguir la justicia, la paz, la libertad, el amor, el infinito, el futuro… ese “espíritu”… ¿bueno? ¿armonioso? ¿luminoso y cálido?… ¡ya está! La palabra es… santo. Ese espíritu santo que nos hace resonar en común unión a quienes luchemos por el bien común aquí y en la Cochinchina (si alguien nos lo ha “encendido” con enseñanzas o con ejemplos visibles)…

Ya ves, así de sencillamente entiendo eso que, si sólo buscamos las palabras, es un galimatías (la Santísima Trinidad).

Pedro Girona
Pedro Girona
5 años atrás

Al Ser Cósmico creador de todos los universos, dimensiones y almas, a esa Consciencia Universal que somos todos no se la puede reducir a textos escritos, los textos religiosos muy a menudo han sido diseñados por Élites cuya intención es tener al rebaño obediente, amansado y temeroso, pero el Ser Cósmico existe igualmente porque yo lo percibo día a día en mi interior gracias a la meditación diaria.

Claro que son experiencias subjetivas pero quien las tiene ya no duda de ello.

Unas preguntas,

¿realmente crees que este universo tan perfecto y enorme con todas sus estrellas es fruto del azar?

¿realmente crees que la Luna y el Sol, siendo astros tan diferentes en tamaño pero que son iguales en los eclipses por una perfecta proporción matemática entre distancia y tamaño es fruto del azar?

Te felicito por la desprogramación bíblica porque la Biblia es un libro vomitivo, pero para poder creer en algo o no creer en algo primero tienes que experimentar, yo puedo no creer en Nueva York pero hasta que no vaya no son más que teorías.

El tema del Ser Cósmico nos es una cuestión de teorías sino de experimentación, en 22 años que llevo buscando la verdad nunca me he atrincherado en una postura y por eso cada día estoy más cerca de ella.

Las dos prácticas más poderosas que conozco para experimentar al Ser son:

1-Sentarse y observar los pensamientos sin intención de que se detengan, poco a poco iremos entrando en el Silencio, cuando hay Silencio mental y uno se enfoca en observar la mente vacía emerge esa Consciencia Divina llena de amor, paz, despertar….si no eres capaz de detener tu mente no puedes saber lo que es realmente el Ser.

2-Sentarse y cantar mentalmente un mantra durante una hora cada día, puede ser por ejemplo Om Namah al inspirar y Shivaya al espirar, Shiva es la Consciencia Cósmica.

Una vez practiques esto durante como mínimo una hora al día y durante 30 días, luego me cuentas si sigues siendo ateo, pero como no lo vas a hacer pues seguirás siéndolo, me parece perfecto, pero te perderás placeres que superan mil orgasmos, te perderás los maravillosos viajes astrales y te perderás conocerte a ti mismo.

La corriente espiritual más elevada que conozco es el Shivaísmo de Cachemira, sus textos son Oro Puro.

ateito
ateito
5 años atrás
Respuesta a  Pedro Girona

los textos religiosos muy a menudo han sido diseñados por Élites cuya intención es tener al rebaño obediente

Por supuesto, no es el caso de los textos religiosos de su religión. Los suyos han sido diseñados sobrenaturalmente.

el Ser Cósmico existe igualmente porque yo lo percibo día a día en mi interior gracias a la meditación diaria

al igual que otros millones de creyentes perciben día a día en su interior a otros miles de dioses

Claro que son experiencias subjetivas pero quien las tiene ya no duda de ello

Tu mismo te respondes: Son experiencias subjetivas, ergo no prueban nada.

¿realmente crees que este universo tan perfecto y enorme con todas sus estrellas es fruto del azar?

¿Has probado a estudiar astronomía, física, etc en vez de eso de «Shivaísmo de Cachemira»? Los libros científicos no han «sido diseñados por Élites cuya intención es tener al rebaño obediente»

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