La Biblia se compone de una colección de sesenta y seis libros por separado. Estos libros fueron escogidos, después de un poco de regateo, por el Consejo Católico de Cartago en el año 397 d.s.C – más de trescientos años después de la época de Jesús. Esta colección está dividida en dos grandes secciones: El Antiguo Testamento, que consta de treinta y nueve libros, y el Nuevo Testamento, que consta de veinte y siete libros. (Biblias católicas incluyen libros más conocidos como los apócrifos.)
El Antiguo Testamento tiene que ver con el Dios hebreo, Yahvé, y pretende ser una historia de los primeros israelitas. El Nuevo Testamento es el trabajo de los primeros cristianos, y refleja sus creencias acerca de Jesús, sino que pretende ser una historia de lo que Jesús enseñó e hizo.