Durante el comienzo de las civilizaciones han habido guerras por poder, riquezas y tierras. Algunos podrán decir que fue la avaricia, otros dirán que realmente fue el miedo y otros dirán que fue por racismo. Lo único seguro en todas esas guerras es que la religión ha estado presente SIEMPRE en todas.
Incluso hoy en día, con toda la información de la que disponemos, los medios a nuestra disposición y sabiendo que lo que realmente nos beneficiaría a todos en este planeta es la unión, seguimos buscando cosas que nos separan a unos de otros.
Cada religión, que siempre suele representarse a si misma como pacificadora y humanitaria, usa como medio de represión el miedo y la desigualdad social (directa o indirectamente), la ignorancia y el analfabetismo, y todo aquello determinado por ella (y quienes la crean) y siempre sujeto a sus propios intereses particulares.
Apoya las guerras o las provoca mediante sectarismos y fanatismos innecesarios.
Por un lado vemos a sacerdotes, cardenales, obispos e incluso al papa dando discursos de paz en cada país, mientras que por otro lado, cuando se produce una guerra, bendicen en las capillas de los cuarteles a soldados y generales que rezan suplicando por una victoria o regresar con vida a casa sin importar a cuantos maten durante ese mismo conflicto.
Es una contradicción que una misma iglesia dé apoyo espiritual a varios países para que se maten entre si. Pero sucede, ha sucedido desde la antigüedad (mucho antes del catolicismo y cristianismo, en general) y seguirá sucediendo desgraciadamente.
Durante la Edad Media, la misma Iglesia era quien promovía las guerras para conquistar otras culturas y «convertirlas a la Fe«. La promesa de una persona trajeada con toga, sotana o túnica diciendo ser el representante de un ser supremo (o un conjunto de deidades vengativas) ofreciendo una vida eterna (esta, claro está, una vez uno ha muerto en esta vida) siempre y cuando se cumpliera con las mismas normas y leyes inventadas y escritas por ese mismo hombre (supuestamente inspirado en una fuente divina no terrenal) siempre ha convencido a incultos y cultos temerosos de lo que, por mucho que avance la Ciencia, desgraciadamente nunca llegaremos a conocer: si existe consciencia más allá de la muerte o no.
Muchas personas prefieren no arriesgarse y obedecer a estos supuestos representantes de lo que ni ellos mismos han visto, dejando de lado su libertad en este mundo por la promesa de una «vida» mejor después de la muerte. Desperdiciando así la única vida de la que si se tiene conocimiento de su existencia, esta vida que nos ha tocado vivir.
Todos los lideres religiosos y fundadores de religiones, aunque alegan no estar interesados en el poder y las riquezas, pese a lo mucho que afirman estar tan solo inspirados por una vida espiritual y menos materialista, siempre tienen algo material que pedir. A cambio de «perdones divinos», promesas de un mundo mejor y oraciones a ese supuesto Dios al que obedecen, estos siempre buscan cierto tipo de beneficios: como el dinero en forma de donaciones, tributos y regalos para, según ellos, mantener esos templos, sinagogas, mezquitas, etc. en los que atraen a nuevos fieles (los cuales también dejaran por supuesto mas donativos y posesiones materiales).
«Con algo hay que mantener la casa de Dios que tus antepasados construyeron seguramente obligados por nosotros».
Y aunque es contradictorio que su Dios omnipresente pueda estar dentro de todos nosotros pero necesite de un templo hecho de piedra y madera, siempre tendremos a ese religioso para recordárnoslo.
También es contradictorio que un «Dios de todos» que esta en todas partes (omnipresencia), un ser justo y equitativo (según la religión ese dios no hace acepción de personas), tenga más predilección siempre por unos que por otros y que esto sea motivo de debate y disputa entre fieles de una iglesia y otra; entre una religión y otra; etc.
He publicado dos entradas con contradicciones de la Biblia y contradicciones del Corán (las cuales también colgué en mi anterior blog sobre ateísmo) que al verlas puede uno pensar que siguen el propósito del autor del mismo (yo) de desprestigiar dichas religiones debido a mi «carencia de fe» en algo que ni los creyentes pueden explicar y mucho menos demostrar. Y estarían en lo correcto si no fuera por que las contradicciones de la biblia las he recogido de paginas islamistas y las del Coran de paginas católicas y judeocristianas. Que raro ¿no? predicar la compasión, el bien, la caridad, la honestidad, la buena fe,…. y por otro lado criticarse unos a otros alegando que las religiones que no son la tuya son las incorrectas y viceversa.
Nota: Gracias a ellas por analizar a sus oponentes religiosos y ayudarme a enseñar como tanto una como la otra son del todo falsas y contradictorias.
Siguiendo con otra más de las contradicciones bíblicas , es imposible «poner la otra mejilla» al mismo tiempo que decides dar «diente por diente» con todo los que no están de acuerdo contigo.
Si en vez de dejar que otros piensen por nosotros decidiéramos pensar por nosotros mismos tomando las decisiones más correctas para todos, sin importar lo que gente de hace milenios escribió en unas hojas (gente que no poseía la información, conocimientos y tecnología que ahora poseemos); si nos preocupáramos más en valorar qué se afirma en vez de sobrevalorar a quién lo afirma y si este puede demostrarlo, tal vez esta humanidad en la que vivimos sería mucho mejor de lo que es ahora. Todos sabemos lo que esta bien o esta mal para mejorar este mundo y ser más felices. No hace falta que ningún representante de «lo divino» nos aconseje, ruegue u ordene para conseguirlo (y mucho menos si este autoproclamado representante es incapaz de demostrarnos que lo que afirma él y sus interesados seguidores es verdad).
No existe una vida más allá de esta. El verdadero cielo o infierno están aquí y lo creamos nosotros.
Si Dios es Padre de todos, entonces los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, como dice José Hernández «Martín Fierro», basta de divisiones.
Que las cruzadas, la intolerencia sea un mal recuerdo de nunca volver a repetir.
Hola jose.
Eso es lo que querríamos todos. Pero para eso debería existir un dios padre y que este no fuera el bíblico (y no tenemos pruebas o evidencias, tanto de la existencia de ese dios como la del bíblico). El dios bíblico es de todo menos tolerante con el resto de religiones, creencias, ideologias, etc. La primera de las leyes que dicta este dios bíblico no es de tolerancia sino de advertencia:
Ese personaje, el dios bíblico judeocristiano (y por contrapartida musulmán), sólo guarda misericordia con lo que le adoran sola y exclusivamente a él. Una persona que adora a un dios así no puede llamarse a sí misma tolerante si acepta toda la intolerancia bíblica de antemano (véase el enlace si requiere más pruebas sobre el carácter de ese dios literario abráhamico).
Saludos.
me parece una estupidez lo que hacen los ateos dicen que no creen en nada pero al creer que dios no existe estan creyendo en algo
Hola Carlos.
Al parecer estás hablando desde la ignorancia:
1º.- Los ateos nunca hemos dicho o afirmado que «no creemos en nada«, lo que decimos es que no creemos simplemente en «deidades» (y por tanto los mitos en los que se narran y describen a estas deidades).
2º.- Decir que se «no se cree» no es lo mismo que decir que «se cree«. La primera es la carencia de la segunda.
3º.- Decir que «no se cree» no implica el hecho de creer: tampoco creemos (al menos los ateos que conozco) en la existencia de dragones, unicornios, hadas, gigantes, ciclopes, elfos, etc. (Unicornios y gigantes se encuentran también en la mitología bíblica). ¿Es que tú crees en ellos? Según tu argumentación, si no crees en ellos estás creyendo en ellos ¿?
Antes de permitirte juzgar lo que afirmamos o no los ateos, infórmate un poco. En mi caso te habrías ahorrado mucho el quedar como un ignorante con respecto a estos temas si hubieras leído la sección «¿Quieres comentar?» que hace meses añadí en la cabecera de la web.
Saludos.
hola carlitos, me parece lo que has escrito si es una verdadera estupidez ………………. chau
excelente amigos, que al menos se iluminen los pobres religiosos que sus creeencias son dogmas absurdas, el mundo seria diferente sin religiones que la atrazan
Me da mucho gusto que estos blogs existan, así podemos compartir nuestros conocimientos en contra de las creencia que dominan por ignorancia a muchos, ya es hora de que nos quitemos la venda de los ojos, no necesitamos seres imaginarios para hacer de este un mundo mejor.
Un saludo a todos
Creo que una pizca de crencia religiosa, ayuda al ser humano con la esperanza. GRACIAS
Con una falsa esperanza. Pero, además, el principal problema es que fomenta la necedad, el fanatismo y el etnocentrismo (con ellos la xenofobia y el racismo).
Nadie puede controlar la cantidad de «creencia religiosa» que posee. Dar crédito a supersticiones ritualizadas y dogmatizadas por o bien estafadores o bien chalados no trae al final nada bueno.
El problema radica en que las creencias, cuyo fundamento no está sujeto a la certeza (pueden implicar error), en las religiones, se toman como base. Se les da una importancia exagerada y desmedida. Llevando como resultado a todo lo que vemos.
Discrepo en parte. Puede ser una falsa esperanza pero es una que puede ayudar mucho a ciertas personas a sobreponerse a problemas y dificultades. El problema es cuando algunos abusan de ella, y ejemplos en esta web no faltan, y tanto o más cuando se toman cómo la verdad absoluta ignorando lo que observamos con nuestros instrumentos (la semana pasada, por ejemplo, salió el análisis final de los datos del satélite Planck. Salvo algunos flecos el modelo cosmológico de consenso sigue fuerte y explicando lo que observamos, aunque más de uno seguirá insistiendo en que la verdad absoluta está en unos textos de casi 3000 años de antigüedad, y no sigo) y/o sobre todo se tratan de imponer a otros -de nuevo ejemplos de sobra aquí hay- con reuniones con nombres cómo «Invasión 2017» (más o menos eso, lo juro) y otros así.
La religión en sí no es mala, el problema es el uso que se da de ella.
1º. «Problemas y dificultades« para los cuales existen otros métodos para «sobreponerse» sin la necesidad de inculcar la creencia en supersticiones primitivas.
2º. «El problema es cuando algunos abusan de ella« ¿Abusar de ella? ¿Qué es eso? Si tu religión promueve un texto que dice «debes moler a palos a un niño» ¿abusar de ella es comunicarlo e intentar aleccionar a una persona en eso?
Desde el momento en que la base de una religión (sea cual sea) es un conjunto de textos «sagrados»; en la inculcación de que dichos textos son una «verdad revelada»; que esta «verdad revelada» debe obedecerse (dogma) y que si uno los cumple va a obtener cierto tipo de recompensas o castigos en caso contrario, este tipo de doctrinas se hace no solo innecesaria sino digna de erradicación.
El problema surge cuando le mete uno ideas falsas e indemostrables, por mucha esperanza antimuerte que estas den, pues en el momento en que hace uno eso lo que está haciendo con esa persona es convirtiéndola en alguien irracional; alguien incapaz de distinguir luego qué es real o ficticio. Con un pensamiento, además, propenso a creer en todo tipo de estafadores sin escrúpulos.
El problema cuando sea crea o promueve una religión, sea la que sea, es que lo que estás ofreciendo es algo que no estar basado en la certeza sino en todo lo contrario: en la inculcación de una confianza ciega (Fe) en afirmaciones que, debido a su propio carácter irracional e indemostrable, cualquiera puede explotarlas como desee (incluida la persona a quien se la está uno introduciendo).
3º. Cuando alguien dice que «La religión en sí no es mala, el problema es el uso que se da de ella« lo que siempre le pregunto primero es qué es lo que «no es malo en sí de la religión»? ¿El fomentar una actitud positiva hacia lo irracional y valorar las creencias como algo necesario a tener o sobrevalorándolas? ¿La afirmaciones que se contienen en ellas? ¿El adoctrinamiento que todas ellas tienen como base? ¿El fomentar la práctica de rituales y dogmas irracionales e inmorales? ¿El empleo inherente de falacias como método para convencer? ¿La manipulación?
En el momento en que alguien le mete la creencia a otra persona de que existen seres invisibles todopoderosos y la veneración o temor hacia ellos (Religión) lo que le está haciendo, por mucho que en dicha creencia vaya implícita la idea de que va a librarse de morir (única razón por la cual una religión puede aportar cierta «esperanza», aunque falsa), lo que se le está haciendo a esa persona es convertirla en un necio, alguien irracional que, en mayor o menor nivel, acabará siendo un fanático. La religión no es inventarte una fantasía para decirle a un moribundo, alguien en fase terminal. La religión es un conjunto de dogmas y rituales que promueven la creencia ciega y los sentimientos de veneración y temor hacia un tipo muy concreto de personajes inexistentes con poder e influencia sobre la vida de uno.
La religión (toda) no es más que una fábrica de borregos sumisos con capacidad acrítica hacia el pensamiento mágico. Y dado que son eso y ni una sola puede promover el pensamiento crítico ¿Qué esperan ustedes que salga de ahí? Pues todos los ejemplos que muestro en esta web.
Tengo que dar la razón a ese comentario, aunque siga pensando que por falsa que sea esa esperanza puede ayudar a algunos si no tiene acceso a otros métodos. Cuando la religión no obliga a pensar a uno, o directamente lo prohíbe, pasa eso y desafortunadamente es en la gran mayoría de los casos por mucho que pueda haber algo salvable en su dogma, etc -aunque ya están»otros» para decir qué es bueno y que no-.
Lutero ya dijo que «la razón es la puta del Diablo» y desde la perspectiva de esa gente no estaba en absoluto equivocadi.
Por qué los ateos se empeñan en ponerle la contraria a un dios que según ellos no existe?
¿A lo mejor por lo que explico, precisamente, en este mismo artículo?
Y no: yo no le llevo la contraria a dios pues eso implicaría llevarle la contraria a algo que no existe: a quien yo le llevo la contraria es las afirmaciones que sé que son falsas (pues puedo además demostrarlo) y que realizan las personas, independientemente de si son o no creyentes.
Tal vez dejaríamos de hablar tanto de ustedes y sus afirmaciones, si no intentaran imponernos su ideología al resto. Piense en ello, si es que puede.