Aun en nuestros días, tras la lectura de un pasaje de la Biblia se suele decir “palabra de Dios”, como si lo que está escrito en el Nuevo Testamento fueran las palabras exactas que pronunció Jesucristo o los textos originales de Pablo de Tarso. En realidad esa “palabra de Dios” es, tal y como expresa el autor a lo largo de la introducción de su libro, solamente palabras de los hombres. No solo ya porque, tal y como describe el autor, lo que poseemos son solo copias, de copias de copias, sino porque además, a lo largo de mil quinientos años, los diferentes traductores y copistas de la Biblia introdujeron un sinfín de errores accidentales y cambios malintencionados que pasaron a las ediciones impresas.
Ahora, por primera vez, el eminente especialista del Nuevo Testamento Bart D. Ehrman (autor de Los cristianismos perdidos) reconstruye los textos originales, nos revela cómo, dónde y por qué fueron manipulados y nos demuestra que muchas de nuestras creencias más profundas sobre la divinidad de Jesús, la Trinidad o los orígenes divinos de la Biblia misma carecen de fundamento documental. Quien lea Jesús no dijo eso nunca volverá a leer, del mismo modo, los evangelios o las epístolas de San Pablo.
Ehrman se convirtió de adolescente al cristianismo evangélico. En sus libros narra su entusiasmo juvenil de cristiano fundamentalista renacido, seguro de que Dios había inspirado la redacción de la Biblia y había protegido los textos de ésta de todo error. Su deseo por entender las palabras originales de la Biblia lo llevó a estudiar lenguas antiguas y crítica textual. Sus estudios teológicos de posgrado, sin embargo, finalmente lo convencieron de que era forzoso reconocer las contradicciones de los manuscritos bíblicos en vez de procurar la armonización o reconciliación de discrepancias. Permaneció cristiano liberal durante quince años, pero más tarde se volvió agnóstico y crítico del cristianismo.
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No sé si ponerme contento o triste, saber que Cristo no dijo lo que dicen que dijo. Porque yo estaba convencido que la única profecía bíblica que tuvo cumplimiento literal es la que registra Mateo 10:34. Y ahora resulta que tal vez no dijo semejante barbaridad.
Si te consuela: aun así la dijo el copista del autor de Mateo.
Debería saber que Bart erhman no niega la existencia de Jesús,el escribió un libro titulado Jesús existió? Incluso hay un vídeo donde dice a un grupo de ateos eruditos donde dice que jesús si existió y la insinuación de decir que Jesús es una especie de suma de mitos paganos son paralelismos algo así como Kennedy con Abraham Lincoln,así como se lo dijo en su cara el erudito y agnóstico Antonio Piñero al autor del libro 3000 años antes de jesuscristo.que por cierto Piñero da validez a los evangelios busque Ud videos en Youtube si Bart erhman y Antonio Piñero reconocen al Jesús histórico este último no niega que jesús haya realizado lo que se cita en los evangelios .pdta me gusto sus argumentos sobre los errores del Corán y sus contradicciones.
Me está hablando de algo que ya conozco, por seguir a Ehrman desde hace ya años antes incluso de publicar su libro. De hecho recientemente le señalé eso a un usuario que me preguntaba sobre este tema. Lo mismo con Piñero.
Aunque yo tenga mi opinión y la haya expuesto, aquí se exponen a todos tipo de autores agnósticos y ateos, tanto a los que afirman que Jesús fue una figura histórica como a los que no. Mi opinión la tengo y la expongo, cuando lo hago, señalando lo que sostienen quienes (como Ehrman o Piñero) consideran que lo es, para después exponer los datos y razones por las que yo sostengo que Jesús no deja de ser una figura mitológica como Heracles o Sidharta Gautama.