La edad de la penumbra es la historia, en gran parte desconocida, de cómo una religión militante sometió y aniquiló deliberadamente las enseñanzas del mundo clásico, lo que abrió paso a siglos de adhesión incondicional a «una sola fe verdadera».
El Imperio romano se había mostrado generoso acogiendo nuevas creencias, pero la llegada del cristianismo lo cambió todo. Esta nueva religión, pese a predicar la paz, era violenta, despiadada y decididamente intolerante. Al volverse oficial, sus fervientes seguidores emprendieron la aniquilación de quienes no estuvieran en sintonía con sus creencias. Derribaron sus altares y templos, quemaron sus libros -incluidas grandes obras filosóficas y científicas-, hicieron añicos sus estatuas y asesinaron a sus sacerdotes.
Reseñas:
«Fascinante. Nixey combina la autoridad de un académico con la expresividad de un buen periodista, sin miedo a lanzar un chiste extraño en medio de sombrías historias de profanación. Con considerable coraje, se enfrenta a la historia aceptada y logra imponerse.»
Gerard de Groot, The Times
«Audaz, deslumbrante y provocador, este libro derriba nuestra idea del cristianismo primitivo y su rápida difusión en los primeros años. Una guía ingeniosa e iconoclasta a un mundo que para muchos resultará extraño, sorprendente y turbador.»
Peter Frankopan, historiador
«Espléndido y valioso. Nixey nos guía con gracia y viveza por el tenebroso mundo de la opresión religiosa. Un recordatorio esencial de que la intolerancia, la ignorancia y la hostilidad ante la diversidad cultural no son, por desgracia, nada nuevo.»
The New Statesman
«Cautivador y convincente. Este libro, admirable fusión de narrativa y rigor, marca el debut de una formidable historiadora.»
Dan Jones, historiador
«Un relato potente. Una buena historia sin duda polémica por su visión de cómo las víctimas se convierten en victimarios y cómo las profesiones de amor se vuelven terroristas.»
Kirkus Reviews
«Un trabajo impresionante ilumina un aspecto importante del final de la edad clásica.»
Levi Roach, Literary Review
«Un libro inteligente, persuasivo y excepcionalmente bien escrito.»
The Spectator
«Nixey tiene una gran historia y la cuenta excepcionalmente bien.»
Tim Whitmarsh, The Guardian
«Un relato apasionado. Nixey nos recuerda con perspicacia e ímpetu que muchos aprovecharon el proyecto cristiano como excusa para destruir en lugar de amar.»
BBC History Magazine, especial «Libros del Año»
«Mordaz y documentado, el libro palpita a un ritmo fabuloso, y Nixey evoca con brillantez todo lo que perdimos con la decadencia del mundo clásico.»
Peter Thonemann, The Sunday Times
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Excelente recomendación, ya lo tengo conmigo.
He conseguido ese libro, lo he leído, y aunque desde luego ni todo lo pagano era bueno ni todo lo cristiano es malo, no poco de lo descrito ahí es muy familiar conociendo tanto a fundamentalistas religiosos: complejo de persecución, aprecio de la ignorancia (Orwell lo dejó muy claro con su «La ignorancia es la fuerza») y desprecio del saber, tipos aprovechándose en beneficio propio de gente inculta y de sus esperanzas, religión cómo escusa para saquear, robar, y controlar, desprecio de lo carnal y lo que no sea ascetismo a cambio de la vida eterna, redefinir «amor» al modo que ya sabemos, fanatismo religioso y todo lo que trae, y en definitiva todo lo malo viniendo del Diablo. Lo único que falta es la ingenuidad, aunque sabiendo cómo funciona esa gente dudo que no sea otra herramienta de control de ovejas más, de los que se lamentan de cómo el poder corrompió el cristianismo primitivo y con ellos eso no pasaría.
Al final es lo de siempre, la religión empleada cómo un arma de control y poder. Sobre todo una dónde mucho de lo salvable está entre algo cómo el Antiguo Testamento sabiendo lo que contiene, y las cartas de Pablo dónde ese metió a presión sus ideas.
je je, TODO LO SANO , BUENO Y EXCELENTE DE LA CULTURA GRECO ROMANO FUE ASUMIDO POR EL CRISTIANISMO.
ADEMAS:
1. Aporto el legado para salvar de extravio la razon y los instintos desordenados.
2. Emprendio el proceso necesario para acabar con la esclavitud.
3. Libero a los pueblos de goberantes injustos y locos como Neron, Caligula y tiranos como Diocleciano
4. Rescato la familia
¡Ojo! que lo dice en mayúsculas. Así que debe ser cierto. Veamos pues sus puntos:
1.- Claro…
– El «extravío de la razón« de filósofos como Séneca, Lucrecio o Cicerón. Se ve que cree que Roma era un páramo filosófico antes de que llegara el cristianismo con su «razón» (yo todavía no la he encontrado. Eso sí: apropiaciones culturales y destrucción de toda razón y pensamiento crítico, tal y como lo explica Nixey, como para llenar una biblioteca).
– Y para «salvar de… los instintos desordenados« porque el cristianismo los tiene muy ordenaditos: el cristianismo tiene muy ordenaditos sus instintos criminales y sexuales (véase ejemplos aquí y aquí).
2. Falso. Las únicas voces religiosas que las criticaron, a parte de ser una minoría, empezaron en el siglo XVII y no tuvieron influencia alguna. La mayoría de la Iglesia, como lo demuestro en ese artículo, estaba a favor de la esclavitud.
Lo que emprendió el proceso para acabar con la esclavitud fue la pérdida paulatina de poder de la Iglesia con el fin del Antiguo Régimen, el surgimiento del liberalismo en el siglo XVII y las luchas sociales.
3.- El cuento de los malvados emperadores romanos ya nos lo conocemos. Mire, que se le han caído el resto de emperadores por el camino y luego, para rematar, los siglos de apoyo al absolutismo monárquico, al colonismo africano, asiático y americano y a todas las dictaduras fascistas del siglo XX.
4.- Porque «la familia», que por cierto proviene del derecho romano (que es de donde extrajo el concepto su querida secta, como la mayoría de su doctrina) estaba en «peligro» ¿cierto?
Ese concepto de «familia» que peligra, según su argumentario falaz, porque los homosexuales tengan los mismos derechos (como casarse) y porque el feminismo quiere que la mujer sea soberana de sí misma. ¿eh? La mujer, para ustedes religiosos, mejor sumisa al hombre y como incubadora (como en el franquismo y resto de los regímenes católicos) y los homosexuales y resto de colectivo LGTBIQ+, mejor escondiditos y sin hacer mucho ruido ¿cierto? Que vuelvan al armario para que ustedes sigan manteniendo su mundo ilusorio, fantasioso, cuadriculado y pequeñito donde no haya visos de diversidad alguna que les asuste o les ofenda sus «sentimientos religiosos». Todos, mejor adoctrinaditos y sin salirse del rebaño. Que no haya gente pensando diferente y sin creer las mismas idioteces que promulga la religión.
Me acuerdo de un libro de mitología griega/romana con un prefacio en el que su autor (el de ese prefacio) sfirmaba wue el Cristianismo trajo luz a ese edificio de la mitología quitando las telarañas que causaron cosas cómo la muerte de Sócrates y algún incidente similar más, resultando ser un abate.