Infierno
Lugar ficticio y literario, por lo tanto, imaginario usado por las religiones como refuerzo psicológico negativo con el que realizar amenazas postmortem.
El más conocido es el de la mitología judeocristiana, basado en el Tártaro griego (también mencionado dicho término griego en la Biblia, junto con el Hades).
El creyente suele usar este lugar como excusa o como deseo:
- Como excusa, para motivar sus creencias. “Si no crees irás al infierno“.
- Y como deseo, para todo aquel que no cree lo mismo que él o con el que este discute: como lugar donde este enviaría a todo el que no opina y cree lo mismo que él. Principal refuerzo para el argumento del miedo al que este creyente se aferra.
En el judaísmo este lugar no existía. Fue el cristianismo, de tendencia grecorromana, quien creía en ello debido a que este nació bajo el sincretismo de las religiones con las que vivía: como el zoroastrismo, la egipcia o la griega. Para el judaísmo sólo estaba el cielo y el Gehena: un inframundo donde las almas iban, independientemente de sus acciones.
Véase “demonio”, “diablo”.