"Los hombres crean dioses a su propia imagen, no sólo en cuanto a su forma, sino también a su modo de vida."

Aristóteles

Por la religión y la patria: La Iglesia y el golpe militar de julio de 1936 – Francisco Espinosa y José María García Márquez

En la España convulsa de los años de la Segunda República, la guerra civil y el franquismo la Iglesia española fue a la vez víctima y verdugo. De lo primero, de sus sufrimientos y sus mártires, lo sabemos todo, puesto que la propia Iglesia no ha dejado de promover su memoria; de lo segundo, en cambio, no se suele hablar. En este libro Francisco Espinosa Maestre y José María García Márquez nos explican cómo, en pocos años, la Iglesia pasó de sentirse víctima de la República a colaborar con los piquetes de ejecución. Tras haber desempeñado un papel determinante en apoyo de los sublevados durante la guerra civil, cuando los obispos se exhibían brazo en alto junto a los militares sublevados, participó activamente en la construcción del estado dictatorial y se convirtió en una pieza clave de la maquinaria de la represión, que alimentó con denuncias e informes político-sociales. Son, éstas, unas verdades tal vez incómodas, pero necesarias para completar y equilibrar nuestra visión de lo sucedido en estos años.

Índice de contenido

Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Piensa en ello…

Comentarios recientes
Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email

En la España convulsa de los años de la Segunda República, la guerra civil y el franquismo la Iglesia española fue a la vez víctima y verdugo. De lo primero, de sus sufrimientos y sus mártires, lo sabemos todo, puesto que la propia Iglesia no ha dejado de promover su memoria; de lo segundo, en cambio, no se suele hablar. En este libro Francisco Espinosa Maestre y José María García Márquez nos explican cómo, en pocos años, la Iglesia pasó de sentirse víctima de la República a colaborar con los piquetes de ejecución. Tras haber desempeñado un papel determinante en apoyo de los sublevados durante la guerra civil, cuando los obispos se exhibían brazo en alto junto a los militares sublevados, participó activamente en la construcción del estado dictatorial y se convirtió en una pieza clave de la maquinaria de la represión, que alimentó con denuncias e informes político-sociales. Son, éstas, unas verdades tal vez incómodas, pero necesarias para completar y equilibrar nuestra visión de lo sucedido en estos años.

Es evidente a todos la licitud del movimiento y así lo he dicho, antes y después de él.

Carta de PLA y DENIEL a GOMÁ, 31/08/1936

La violencia no se hace en servicio de la anarquía, sino lícitamente en beneficio del orden, la Patria y la Religión.

RIGOBERTO DOMÉNECH, arzobispo de Zaragoza,
Heraldo de Aragón, 11/08/1936

Reclusos desgraciados, yo soy el pastor y vosotros las ovejas; si quiero os mato a todos.

Arenga del prelado de Segovia, PÉREZ PLATERO,
a los presos de la cárcel de Cuéllar.

… al morir, sancionados por la ley, nuestros comunistas se han reconciliado en su inmensa mayoría con el Dios de sus padres. En Mallorca han muerto impenitentes solo un 2%, en las regiones del sur no más de un 20%; y en las del norte no llegan tal vez al 10%.

Carta colectiva de los obispos españoles (1937).

Solamente el 10% de los amados hijos han rehusado los santos sacramentos antes de ser fusilados por nuestros buenos oficiales.

Obispo MIRALLES(Mallorca).

Tiene toda guerra sus excesos; los habrá tenido, sin duda, el movimiento nacional; nadie se defiende con total serenidad de las locas arremetidas de un enemigo sin entrañas. Reprobando en nombre de la justicia y de la caridad cristiana todo exceso que se hubiese cometido, por error o por gente subalterna y que metódicamente ha abultado la información extranjera, decimos que el juicio que rectificamos no responde a la verdad, y afirmamos que va una distancia enorme, infranqueable, entre los principios de justicia, de su administración y de la forma de aplicarla entre una y otra parte.

Carta colectiva de los obispos españoles (1937[2])

Tenga presente que en las dos zonas se han hecho mártires; que la sangre de los mártires, en religión como en política, es siempre fecunda; que la Iglesia, sea por lo que fuere, figurará como mártir en la zona republicana y formando en el piquete de ejecución en la zona franquista.

MANUEL DE IRUJO al cardenal VDAL I BARRAQUER,(1938).

Comprar online:

 

Este contenido es sólo para miembros registrados. Por favor login.
Liked it? Take a second to support ateoyagnostico on Patreon!
Become a patron at Patreon!
Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email
Archivos

Artículos relacionados

También pueden interesarle

Subscribete
Notificar de
guest
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría ver su opinión, por favor comentex

¡No podríamos hacerlo sin ti!

Únete a nuestra lista de suscriptores para apoyar el mantenimiento y el desarrollo continuo de nuestro sitio web.

Accede con tu cuenta