Del “crimen sollicitationis” al “Delictis gravioribus”: documentos internos del vaticano para ocultar sus crímenes.
La iglesia es experta en ocultar sus crímenes. La prueba de ello son los documentos internos que circularon por orden pontifica a sus correspondientes iglesias. En dichos documentos se insta al sacerdote acusado de cometer crímenes a permanecer oculto tras la hipocresía eclesiástica. Los documentos reflejan una serie de normas tan aparentes como: exigir que la primera y única institución informada de esos crímenes sea la iglesia, que todos esos crímenes se deban juzgar, sola y únicamente, por ellos (El tribunal eclesiástico) o que la victima no pueda celebrar su juicio (interno por supuesto) hasta diez años despues de haber cumplido los 18, ya que este es el periodo que tiene para interponer la denuncia.