"Debemos cuestionar la lógica del argumento de tener un dios omnisciente y todopoderoso que crea humanos defectuosos y luego los culpa por sus propios errores."

Gene Roddenberry

Deconstruyendo a Darwin – Javier Sampedro

Hace exactamente 172 años, Charles Darwin tuvo la mejor idea de la historia: la evolución por selección natural, una explicación de la presencia del hombre en el universo que fulminaba la necesidad de los dioses, diseñadores y espectros, y entregaba a la humanidad las riendas de su propio destino. Sin embargo, la idea de Darwin es imperfecta: un magnífico intento inicial de atacar el problema de los orígenes, pero formulado antes de que se descubrieran las más elementales leyes de la genética, de la estructura celular, de la biología molecular y de prácticamente cualquier rama actual de las ciencias de la vida. Que así es que se ha hecho patente a lo largo del último siglo y medio, uno de los períodos más vertiginosos y reveladores de la historia del conocimiento biológico, y mucho más aún durante las dos últimas décadas, en las que la genética ha puesto patas arriba las más arraigadas preconcepciones sobre la evolución y sus fuerzas.

De todas estas cosas, y de muchas otras más (como los orígenes de la primera célula moderna, de los animales, de la conciencia y del lenguaje), habla este espléndido libro, del que uno de los protagonistas de esa revolución genética, Ginés Morata, escribe en el prólogo: «Con un estilo directo y simple —la sencillez del experto—Javier Sampedro ha elaborado una síntesis de todas las teorías clásicas de la evolución y sus mecanismos a la luz de los nuevos conocimientos proporcionados por la biología en las últimas dos décadas.»

Lee la biblia. En serio: Lee la biblia y entera.

Ya me he cansado de repetir en cada respuesta a los fanáticos que vienen a mi web, lo mismo que en el título de esta entrada pido.

Acá dejo un par de videos que os explicarán lo mismo que yo llevo diciendo a todo el que entra a esta web previamente desinformado por esos charlatanes que dicen representar “la palabra de Dios” y que citan siempre los mismos versículos tergiversándolos y descontextualizándolos para atrapar al típico crédulo que jamás se ha dignado a leerse su propio libro de mitologías y supersticiones prehistóricas favorito.

¡No podríamos hacerlo sin ti!

Únete a nuestra lista de suscriptores para apoyar el mantenimiento y el desarrollo continuo de nuestro sitio web.

Accede con tu cuenta