"No sé si exista Dios, pero sería mejor para Su reputación que no."

Jules Renard

Lemaitre como falacia de autoridad

Siempre llega el día, cuando se habla de ciencia vs religión, en el que el creyente saca a pasear a las falacias de autoridad con las que le han adoctrinado desde niño. Ya puede uno estar explicando concienzudamente que existe una diferencia sistemática y metodológica entre ambas o contraponer todas las afirmaciones religiosas en frente de lo que sabemos gracias a la ciencia, que el creyente lo ignorará en pro de defender sus creencias con un ad verecundiam: ya sea agregando un ad populum del tipo «la mayoría de científicos son creyentes» (lo cual, además de irrelevante a día de hoy es falso) o «los científicos más importantes eran creyentes». En esta última, cómo no, no podía faltar la mención al protagonista de este artículo: Georges Henry Joseph Édouard Lemaître.

El silencio

Cuando hablamos de la ausencia de evidencias en Historia en pocos casos se suele usar para justificar que un personaje mitológico existe la excusa argumental de «la ausencia de pruebas no es prueba de ausencia» excepto cuando hablamos de algo que tiene que ver con la religión. Lo que no tienen en cuenta, quienes usan tal argumento, es que una falacia ad ignorantiam también funciona en el sentido inverso (principio de suficiencia) ni tampoco excluye a quien afirma que algo existe de la carga probatoria. Y es que la única forma de confirmar algo es encontrando evidencia externa que la respalde, y más cuando hablamos en un sentido científico (que es como funciona la historiografía).

Así que aunque me lo hayan leído siempre y me lo vayan a seguir leyendo, lo que haré ahora será exponer detalladamente aquello que digo: no hay fuentes que confirmen la existencia del Jesús mencionado por los autores evangelistas: unos autores anónimos que escriben en griego koine y que no tenían mucha idea ni de la cultura ni de la geografía de la decápolis en la que deciden situar a su mesías (Richard Packman listó unos 42 errores). Todo lo que hay es silencio.

Por qué creemos en mierdas: Cómo nos engañamos a nosotros mismos – Ramón Nogueras

«Nunca conseguirás que un negacionista cambie de opinión»

Nunca antes en la historia de la humanidad hemos tenido más acceso a información que ahora.
Nunca antes nuestro conocimiento sobre el mundo en el que vivimos y su funcionamiento ha sido comparable al que tenemos ahora.

Y sin embargo, ¿cómo es posible que creamos firmemente en bulos y supersticiones? ¿Por qué damos por buenas y difundimos historias y noticias que nunca han ocurrido? ¿Qué explica que, a pesar de las evidencias, no estemos dispuestos a cambiar de opinión o a modificarla siquiera?

Jesús nunca existió: una introducción a la última herejía – Kenneth Humphreys

Incluso entre los ateos modernos, un frágil consenso sostiene que Jesús fue al menos una persona real, cuya presencia histórica, aunque embellecida, se ha establecido de manera confiable en el orden de la erudición desinteresada. Ya sea que se le imagine como un sabio rabínico amante de la paz o como un profeta militante de la fatalidad, se supone ampliamente que este hombre llamado Jesús tuvo un impacto importante, incluso profundo, en el curso de la historia mundial.

Pero en los primeros años del siglo XXI, una tesis radical, aunque no particularmente nueva, se ha vuelto cada vez más difícil de ignorar. Esta tesis, tal como se discute y difunde a través de Internet y se hace accesible en un número cada vez mayor de libros, amenaza con desplazar el paradigma historiográfico imperante con una proposición simple pero devastadora: ¡que Jesús nunca existió en absoluto!

La invención de Jesús de Nazaret Historia, ficción, historiografía – Fernando Bermejo Rubio

En tiempos del emperador Tiberio, un judío que predicaba la llegada del reino de Dios fue crucificado en Jerusalén por orden del prefecto romano Poncio Pilato. Este fue el inicio de un proceso que acabaría presentando a Jesús como un ser divino. Que esta glorificación prosiga hasta hoy exige del pensamiento crítico un exhaustivo ejercicio de examen y estudio. ¿Cabe distinguir la realidad del relato heredado? ¿Tienen algo en común el Cristo de la tradición y el Jesús que la investigación histórica desvela? ¿Cómo se explica la divinización del personaje en la cuenca mediterránea del siglo I? ¿Es posible hallar un sentido a la proliferación de obras sobre el «Jesús histórico»?

¿Dios o Dioses? Las contradicciones y el henoteísmo bíblico

Todo el «monoteísmo» abrahámico se ha construido sobre la base de una falacia de cherry picking. El cristianismo, basado en la traducción «pagana» de un judaísmo tardío, fundó una nueva religión que se impuso con el paso de los siglos a las demás. E impuso su cosmovisión y mitos influyendo en la concepción que se tenía en un principio sobre dichos mitos.

Mentirosos por Jesús (vol 1)- Chris Rodda

Liars for Jesus (Mentirosos por Jesús) desacredita muchas de las mentiras históricas inventadas y utilizadas por los revisionistas de la historia nacionalista cristiana en sus esfuerzos por promover su agenda política de extrema derecha y destruir el muro de separación entre la iglesia y el estado en Estados Unidos. Liars for Jesus no es un libro sobre religión. Es un libro de historia, que presenta y documenta completamente las historias verdaderas y los hechos históricos que se distorsionan en la pseudohistoria de la «nación cristiana» promovida por la derecha religiosa.

Jesús: ni Dios ni hombre: El Argumento a Favor de un Jesús Mítico – Earl Doherty

Earl Doherty, debido a su página web y su primer libro, The Jesus Puzzle, es considerado por muchos como habiendo dado al Miticismo de Jesús su más legítima y convincente expresión en estos tiempos. Jesús: Ni Dios ni Hombre es una nueva y revisada expansión de esa obra. El producto de casi tres décadas de estudio, esta obra presenta un argumento sin precedentes por su profundidad y lucidez a favor de la no existencia de un histórico Jesús. En esta era de Internet y de constante diseminación de conocimiento e ideas a través de un amplio público, los verdaderos comienzos de una de las principales religiones del mundo pueden finalmente estar preparados para emerger. EARL DOHERTY es un historiador y estudioso clásico que vive en Canadá. Ha publicado en la revista Humanist in Canada y en el Journal of Higher Criticism de la Universidad Drew en New Jersey. Desde 1996, se ha ganado la atención mundial con su innovadora página web The Jesus Puzzle en: www.jesuspuzzle.com.

Por la religión y la patria: La Iglesia y el golpe militar de julio de 1936 – Francisco Espinosa y José María García Márquez

En la España convulsa de los años de la Segunda República, la guerra civil y el franquismo la Iglesia española fue a la vez víctima y verdugo. De lo primero, de sus sufrimientos y sus mártires, lo sabemos todo, puesto que la propia Iglesia no ha dejado de promover su memoria; de lo segundo, en cambio, no se suele hablar. En este libro Francisco Espinosa Maestre y José María García Márquez nos explican cómo, en pocos años, la Iglesia pasó de sentirse víctima de la República a colaborar con los piquetes de ejecución. Tras haber desempeñado un papel determinante en apoyo de los sublevados durante la guerra civil, cuando los obispos se exhibían brazo en alto junto a los militares sublevados, participó activamente en la construcción del estado dictatorial y se convirtió en una pieza clave de la maquinaria de la represión, que alimentó con denuncias e informes político-sociales. Son, éstas, unas verdades tal vez incómodas, pero necesarias para completar y equilibrar nuestra visión de lo sucedido en estos años.

El «cuento de Satmi» y los paralelismos con Jesús

Ya vimos que el «padre nuestro» era básicamente una versión mesiánica grecorromana (cristiana) de oraciones judías que el pueblo hebreo tomó básicamente de los egipcios. Pero los judeocristianos no solo adaptaron esa oración y no solo usaron eso de la mitología egipcia. También podemos ver paralelismos y mismo uso de recursos de la mitología egipcia (y grecorromana) en la narrativa de «la anunciación» y con otros relatos como «la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro».

Yahvé como el dios Volcano

Cómo es dios desde el punto de vista ético ya se ha planteado hasta la saciedad. De hecho yo mismo he publicado unos cuantos artículos al respecto. Pero cómo es físicamente, por cómo lo describe el libro donde existe, no es que haya muchos. Tal vez sea porque la imagen que dan de él es bastante ambigua o porque no dedican muchos versos entre los miles que hay a lo largo de la Biblia y de quienes predican de él no se puede esperar mucho sobre este tema pues lo pasan por alto, más allá de las veces en las que le han pintado para exponerlo en sus templos.

He dicho antes que «no dedican muchos versos» porque lo cierto es que, aunque la mayoría de personas creen que a ese dios no se le describe de forma física,  en la Biblia sí se le describe como tal. O al menos, si vemos la descripción que se hace de él y sus acciones, podemos hacernos una idea de a qué se refieren sus autores. Autores que le describen como un Ourea.

Mr. Meebles: el clásico libro infantil sobre un amigo imaginario que teme ser olvidado

Quien haya visto la película «Camino», escrita y dirigida por Javier Fesser, dedicada a retratar cómo es el Opus Dei desde los ojos de la niña protagonista y basada en la biografía de Alexia González-Barros (fallecida a los 14 años a causa de un tumor), recordará que en la película aparece un cuento, «Mr Meebles tiene un problema», al cual le acompaña una frase demoledora pues ejemplifica qué son los dioses y concretamente el dios del monoteísmo abrahámico:

Mr Meebles un hombre bueno que conoce todo acerca de todas las cosas, pero que tiene un problema…. si no piensas en él, deja de existir.

El cuento, por supuesto, no fue creado para la película de 2008. Es un cuento real y fue escrito por un dibujante: Jack Kent.

Ejemplos de cómo han «apoyado» el pensamiento libre y crítico en el cristianismo: Lactancio

Lo vimos con Ireneo de Lyon, lo vimos con Epifanio de Salamina, lo vimos con Tertuliano, y lo veremos ahora con el apologista cristiano Lucio Cecilio Firmiano Lactancio  (c. 245-c. 325). Y es que, recuperando esta sección en mi blog, pienso mostraros ejemplos de cómo ya desde sus inicios los cristianos eran unos intolerantes fanatizados que propagaron su ignorancia y supersticiones mediante sofismas. Razonamientos falaces que, como veremos ahora, han envejecido fatal frente a aquellos filósofos a quienes criticaban por cuestionar con su ciencia las creencias religiosos que a estos apologistas les colaron y luego se dedicaron a predicar.

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