Jesús nunca existió: una introducción a la última herejía – Kenneth Humphreys
Incluso entre los ateos modernos, un frágil consenso sostiene que Jesús fue al menos una persona real, cuya presencia histórica, aunque embellecida, se ha establecido de manera confiable en el orden de la erudición desinteresada. Ya sea que se le imagine como un sabio rabínico amante de la paz o como un profeta militante de la fatalidad, se supone ampliamente que este hombre llamado Jesús tuvo un impacto importante, incluso profundo, en el curso de la historia mundial.
Pero en los primeros años del siglo XXI, una tesis radical, aunque no particularmente nueva, se ha vuelto cada vez más difícil de ignorar. Esta tesis, tal como se discute y difunde a través de Internet y se hace accesible en un número cada vez mayor de libros, amenaza con desplazar el paradigma historiográfico imperante con una proposición simple pero devastadora: ¡que Jesús nunca existió en absoluto!