Entrevista que se le hizo al autor de ¿Quién escribió la biblia?, el doctor Richard Elliot Friedman, acerca de los orígenes de las diferentes fuentes que se usaron para la edición final del Antiguo Testamento..
La Hipótesis Documental que menciona la entrevista es ampliamente sostenida entre los estudiosos de la Biblia (se puede encontrar menciones a esta hipótesis también en las ediciones católicas, como la versión en gran formato de la edición Nácar-Colunga). Richard. E Friedman, basado en esta hipótesis (construida de manera científica a lo largo de cientos de años), presenta y discute en sus libros sus últimos hallazgos y propuestas.
En su introducción, usted dice que su trabajo — identificar y separar a los diferentes autores de los cinco primeros libros de la Biblia — no intenta producir ninguna crisis en la fe. Obviamente, hay gente que tiene fuertes creencias acerca de quién escribió la Biblia. ¿Cuál es el rol de la inspiración divina en este tema?
Algunos de los primeros eruditos bíblicos que se cuestionaron quiénes fueron los autores dijeron, «Bien. No fue solo una persona, no fue Moisés quien escribió los primeros cinco libros«. Incluso estas personas eran sacerdotes, rabinos o pastores, todos creyentes devotos. Su respuesta fue, «De acuerdo. No fue Moisés quien la escribió, fueron otras personas, pero a pesar de todo, todavía sigue viniendo de Dios«. Hoy en día, hay judíos y cristianos, gente religiosa, que asume el mismo punto de vista: sigue siendo de origen divino.
Pero para otros, se trata de un punto de vista problemático e inaceptable. Ellos se quedan con la tradición de que fue dictada por Dios a Moisés en Sinaí. De modo que, sí, para ellos es un tema difícil.
Mi propósito es poner la evidencia a la vista de todos, para que la gente pueda argüir a favor o en contra. Mi propósito no es herir a nadie. La gente se imagina que todo el tiempo estoy siendo atacado por los cristianos fundamentalistas y los judíos ortodoxos, pero en realidad no es así. Nos mantenemos en un respetuoso desacuerdo.
Su nuevo libro, La Biblia con sus fuentes reveladas, trata acerca de los diferentes autores de los primeros cinco libros de la Biblia. ¿Quiénes son esos autores?
Las principales y más extensas fuentes son los textos J y E, llamados así debido a que entre las muchas diferencias que tienen entre sí, cada uno tiene una idea diferente acerca de cuándo el nombre de Dios, Yahweh, fue dado a conocer a la humanidad.
Uno de ellos tiene la idea de que el nombre «Yahweh» fue conocido desde los primeros tiempos, y es llamado J porque en alemán se escribe Jahwe (los eruditos bíblicos alemanes desempeñaron un papel prominente en el estudio e identificación de J).
La otra fuente entiende que el nombre de Dios no fue revelado sino hasta mucho después, en los tiempos de Moisés, así que hasta ese tiempo Dios es conocido como Dios, que en hebreo es Elohim. Por eso se llama E.
Estas dos fuentes provienen de un período muy temprano de la historia israelita. Sabemos esto por una variedad de razones, especialmente dado que ambas usan un nivel de hebreo más antiguo que el usado en los otros cinco libros.
Como el inglés norteamericano de hoy, a diferencia del de Shakespeare (1654-1616)o el de Chaucer (1340?-1400)?
Exactamente. Ellos — J y E — se encuentran muy lejanos del hebreo de algunas partes de la Torá. De vez en cuando oímos a un estudioso de la Biblia sugerir que J y E son en realidad tardíos, pero es como si usted y yo estuviésemos conversando y yo empezara a decir «¡cata!» [por decir «¡mira!]: «allende», [por decir «más allá»], y sacara luego un punzón de talabartero de mi bolsillo.[1]
En mi nuevo libro usamos diferentes colores y tipos de letras, cursivas, negrita, todo lo que permita a la gente leer más fácilmente cualquier frase de los cinco primeros libros de la Biblia, al mismo tiempo que identifica a las fuentes.
J y E contienen la mayoría de las historias del Génesis que nos son familiares: la Creación, el Diluvio y otras, ¿no es así?
Sí, muchas de las más famosas historias aparecen primero en J y en E. J tiene la historia del Diluvio, de Adán y Eva, Caín y Abel, la Torre de Babel. E tiene el sacrificio de Isaac. Así que ambas reúnen una gran colección de historias. La hipótesis es que la Tierra Santa estaba dividida en dos desde 922 hasta 722 AC, con el reino de Israel en el norte y el de Judá en el sur. La versión E de las historias vino del reino del norte, y la versión J vino del reino del sur.
¿Tenían una agenda diferente los escritores provenientes de ambos reinos?
Claro que sí. El autor de J (del reino del sur) no era un sacerdote. El autor de E (del reino del norte) sí era un sacerdote, pero de un grupo de Levitas que trazaban su ascendencia hasta Moisés. En la fuente E, el Becerro de Oro es construido por Aarón. Aarón es el ancestro del otro prominente grupo sacerdotal en Judá, que había excluido a los otros Levitas del sacerdocio.
Por otro lado, la fuente J no cuenta la historia del Becerro de Oro.
Con la destrucción del reino del norte de Israel en 722 AC, dejó de haber dos países y se pasó a tener uno solo. Poco después de estos acontecimientos, los dos textos, J y E, vinieron a ser reunidos por un redactor a quien conocemos como RJE.
Si usted lee J y E juntos tal como los puso RJE y quita todo lo demás de la Biblia, J y E se leen casi como un solo texto continuo.
¿Es decir que no hay demasiadas contradicciones ni superposiciones?
Hay algunos dobletes interesantes entre ambas fuentes; por ejemplo, en ambas, Abraham le dice a un rey extranjero que su esposa Sara es su hermana. Cuando se descubre el engaño, el rey expulsa a Abraham en pago por el insulto inferido. A veces J y E presentan historias duplicadas, pero con algunas diferencias.
A veces son completamente diferentes. E tiene el sacrificio de Isaac y el Becerro de Oro, y J no los tiene. Pero J tiene la historia de los tres visitantes de Abraham, que E no tiene.
Cuando los textos J y E se leen juntos, parecen una historia continua, lo que significa que el editor cortó partes de J y partes de E, pero creó algo que podría funcionar como una historia continua para cualquier lector. Fue el segundo más brillante trabajo de edición de la Torá.
Ahora, imagínese que usted es un sacerdote en Jerusalén y que usted traza sus antepasados hasta Aarón, pero tiene esa protobiblia diciendo que el ancestro de usted hizo el Becerro de Oro y que el hombre principal era Moisés.
Así, una tercera fuente, una tercera versión de las historias fue compuesta en ese momento por un sacerdote para…
… ¿Apoyar al grupo sacerdotal?
Correcto. Duplica un montón de historias, pero las cuenta desde un punto de vista diferente, y por cierto no repite la historia del Becerro de Oro.
Debido a su perspectiva sacerdotal, esta fuente es conocida como P [Priest, en inglés]. Y está escrita intencionalmente como una alternativa a la versión JE. En JE a menudo se lee «Y el Señor habló a Moisés». En P, se lee «Y el Señor habló a Moisés y a Aarón»
A veces esto es llamado fraude piadoso, pero yo no pienso que esa persona haya cometido ningún fraude, para nada. Él estaba intentando decir la historia como la entendía, de una manera que no fuera dolorosa para su grupo.
¿Cómo así se relacionan estas fuentes con las diferentes historias de la creación que se lee en Génesis?
La historia de la creación de J se enfoca mucho en la Tierra, y comienza en Génesis 2:4 con «el día que Yahweh hizo la tierra y los cielos». La versión de P, sin embargo, que en la actualidad, en la Biblia ya editada, se halla en Génesis 1, dice «en el inicio Dios creó los cielos y la tierra». Es más como si desde el cielo se mirara hacia abajo. La historia de la creación más antigua, por el contrario, es como si se mirara a la creación desde la tierra hacia arriba.
En la historia de la creación de J, no hay mención a la creación del sol, la luna, las estrellas, mientras la versión sacerdotal P, comienza con la creación de la luz, del firmamento, con la ubicación del sol y la luna en el cielo, los mares… es más un cuadro universal.
¿Qué otras diferencias hay entre las fuentes más antiguas y las más nuevas?
En Éxodo 17, cuando Moisés golpea la roca en Meribá. En la versión de E sobre esa historia, la gente está sedienta, y Dios le dice a Moisés que se ponga de pie sobre un peñasco en Horeb, al pie del Sinaí, y que golpee y que el agua brotará. Él lo hace así, y dice que en ese momento Dios está de pie en el peñasco. El agua fluye y Moisés ha hecho algo bueno.
En la versión sacerdotal (P), que es más favorable a Aarón que a Moisés, esta historia está en Números 20. Ahí, Dios le dice a Moisés «Habla a la roca». En lugar de ello Moisés golpea la roca y le dice a la gente «Sacaremosagua de la roca para ustedes», cuando presumiblemente debería haber dicho «Si Dios les sacara agua de la roca», y éste es considerado el mayor pecado en la vida de Moisés.
El pecado que lo mantiene fuera de la Tierra Prometida
Sí. Y a Aarón también, quien sufre por el pecado de Moisés en la versión sacerdotal P. O sea, ambas cuentan la historia, pero desde perspectivas diferentes.
Usted mencionó a Dios de pie en el peñasco. En su libro menciona que los antropomofismos son una manera de diferenciar a las fuentes; algunas fuentes no los usan.
J y E tienen bastante de eso: Dios está de pie sobre la roca, Dios camina en el jardín del Edén y en J Dios hace las ropas de Adán y Eva, Dios personalmente cierra el arca en J. Hay ángeles en J y en E, pero no en P.
¿Por qué no hay ángeles en P?
Para P, no debe haber ningún intermediario entre Dios y los humanos salvo los sacerdotes. La palabra profeta nunca aparece en P, excepto una vez, cuando se refiere figurativamente al mismo Aarón. No hay profetas, jueces, ningún ángel, animales que hablen ni sueños. Por otro lado, en J y en E está la famosa historia de Jacob soñando con la escalera, y la de José interpretando los sueños del Faraón así como sus propios sueños.
De modo que hay un sentimiento diferente en la fuente sacerdotal. En la fuente sacerdotal, el camino hacia Dios consiste en llevarle un sacrificio al sacerdote.
Usted tradujo las fuentes en el orden en que fueron escritas. ¿Cómo fue eso?
Tomo a los autores como personas, como cuando uno, al leer, se siente en contacto con sus autores favoritos.
Cuando se lee a cada uno en orden, uno siente la belleza de cada uno de ellos. Es como ver esas películas en cámara lenta que muestran cómo se abre una flor. Uno ve a la Biblia convirtiéndose en la Biblia.
¿Cuál es la más fuerte evidencia en favor de su hipótesis de las fuentes múltiples?
Para mí, se trata de un empate de dos cosas: la evidencia lingüística; el hebreo de diferentes períodos diferencia a las fuentes. Se ciñe a la idea que tenemos acerca de cuándo se escribió cada fuente. Es casi como la matemática: los prejuicios personales del erudito bíblico no tienen mucho espacio. En la mayoría de los casos se trata de evidencias de mucha claridad.
La otra cosa importante es la convergencia de tantas líneas de evidencia. No se trata de que haya historias dobles, puesto que podríamos decir que esa fue la intención del autor. Y no es solamente que a Dios se lo nombre como «Dios» en algunos capítulos y como «Yahweh» en otros, puesto que obviamente nos podemos referir a las personas a veces por su nombre y a veces por su profesión, por ejemplo.
De lo que se trata es que cuando uno separa las diferentes fuentes, el otro (término para) Dios siempre está ubicado en el lugar que se espera. Las diferentes palabras usadas para designar a Dios ocurren en los cinco libros de Moisés cerca de 2,000 veces, y el número de excepciones donde se encuentra «Yahweh» donde debería haber dicho «Dios», es de 3.
Usted dijo antes que el editor de J y de E hizo el «segundo más brillante trabajo de edición» en la historia de la Torá. ¿Cuál fue el más grande de ellos?
Se tiene J y E, por un lado, y P como una alternativa, y otra fuente llamada D (virtualmente todo el libro Deuteronomio), que fue escrita por una persona diferente.
Entonces vino alguien, alrededor del año 450 AC, el redactor de toda la cosa, quien probablemente es Ezra, como sostuve en el pasado. Él, «R», aparece y lo arma todo.
Cuando uno lee individualmente J o E, parecen historias continuas. Si se lee P solamente, también aparece casi como una historia continua, con muy pocas interrupciones. Lo cual significa que esta última persona, este redactor a quien llamamos R…
…¿Tuvo que unir tres cosas que, cada una por su cuenta, ya funcionaban de por sí bien?
Cierto. Él armó todo sin casi eliminar una palabra. Es un logro sin parangón en toda la historia de las ediciones literarias, uno de los logros más grandes jamás alcanzados por persona alguna. Lo armó todo tan bien que su trabajo no es solo satisfactorio sino amado: es el libro más exitoso, más poderoso en el mundo desde hace 2500 años, cuando él lo hizo.
La ironía es que él tomó el libro ya unido JE, luego P, que fue escrito deliberadamente como una alternativa a JE, y los unió y los hizo funcionar muy bien. Además del hecho de que se trate de la Biblia, es un tremendo logro humano, de acuerdo a todo estándar.
Usted dice que la Biblia es más que la suma de sus partes.
Cuando uno ve que la Biblia se formó de esta manera, se añade un estrato de profundidad a la apreciación de este libro. El todo es más que la suma de sus partes. Veamos un ejemplo. En Génesis 1, Dios crea a los humanos según la imagen divina. Por lo menos, esto significa que los humanos participamos de lo divino de una manera desconocida para un gato.
Luego, en Génesis 3, cuando la serpiente está intentando que los humanos coman del árbol, la serpiente usa esa idea. Sus palabras son: «Si ustedes comen de ese árbol, serán como Dios», lo cual es presumiblemente una frase que no funcionaría con un gato, porque un gato no aspira a ser Dios.
Entonces uno dice, «alto, Génesis capítulo 1 — la creación según la imagen de Dios — es la fuente sacerdotal P, y la serpiente que habla a Adán y Eva es J, (una fuente anterior a P)». Así, ninguno de esos autores tuvo la intención de que la Biblia final mostrara eso, y no se puede decir tampoco que el redactor tuviera la intención de que eso sucediera, porque él está incluyendo J y P completos, uniéndolos de la mejor manera que puede. Así, en un sentido muy real, la Biblia se vuelve aún más grande que no solo cada uno de sus autores, sino que es más grande que todos ellos juntos.
Esa es una clase de inspiración divina, en ciertos sentido
Un fundamentalista podría ver eso y decir, he ahí, claro, ahí está. Y algunos de mis estudiantes más religiosos han dicho eso.
Cuando se lee la Biblia de este modo, se la ve no solo como el genio de una persona a la vez, sino como el genio de toda una comunidad por casi 1,000 años.
(Fin de la entrevista)
Entrevista a Richard Elliot Friedman,
por Laura Sheahen
La entrevista está publicada en el sitio web Beliefnet
(http://beliefnet.com/story/139/story_13986_1.html)
Traducción de Alberto Loza Nehmad
(albertoloza@librosperuanos.com)
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