Este es otro de los magníficos relatos que nos narra la biblia sobre como actúa Dios/Yahvé y sus personajes tan amados.
Introducción
De acuerdo a la narración de 1 Re:19, Elías huye de Jezabel, la mujer del rey Acab quien lo ha amenzado de muerte y huye a Judá. En el camino se queda dormido dos veces y un ángel le asiste y le ordena que vaya al monte Horeb caminando cuarenta días y sus noches respectivas y se introduce en una cueva. Es allí donde Jehová Dios lo encuentra y lo consuela mostrando su Espíritu y le ordena que vaya a Siria, Damasco con la instrucción de ungir por rey a Hazael como rey de Siria, a Jehú como rey de Israel y a Eliseo como profeta sucesor.
Al pasar Elías frente a Eliseo le coloca su manto, Eliseo comprende este gesto simbólico, hace un festín de despedida a su gente y sigue a Elías para colocarse a su servicio y Elías lo consideró como si fuera su hijo. En Gilgal, camino a Bet-el, Elías vé un torbellino en el cielo y Eliseo es premonido de que Elías dejará de estar con él, Elías le pide que los acompañe a Jericó y luego llegan ambos al Jordán. En este lugar, Elías le concede un deseo a Eliseo que es «doble espíritu» (doble de la sabiduría) y entonces Elías es arrebatado por «un carro de fuego». Eliseo lo vé partir y se queda con el manto de Elías con el cual golpea la orilla del Jordán y las aguas del río se abren. Al verlo, los profetas de Jericó se postran y lo honran.
El relato: jóvenes y osos, mala mezcla
Después de contarnos todo esto, se relata el siguiente extracto en 2 Reyes 2:23-25
23Después subió de allí á Beth-el; y subiendo por el camino, salieron los muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube!
24Y mirando él atrás, viólos, y maldíjolos en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos cuarenta y dos muchachos.
25De allí fué al monte de Carmelo, y de allí volvió á Samaria.
Moraleja
Si te burlas de un sacerdote calvo y este te maldice, da igual que seas un simple niño, morirás a manos de algún animal enviado y encolerizado por dios.
El dios “benevolente y misericordioso” no perdona ni a niños, mata indiscriminadamente a quien sea, dando igual las circunstancias.
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