Hace poco leí en una página dedicada al islam el comentario de uno de sus autores que decía lo siguiente:
“Algunas personas que no conocen la realidad del Islam, o que conociéndola y luego intencionalmente tratan de ocultar lo justo par desviar a la gente del conocimiento del Islam, dicen que el Islam es enemigo de la mujer, que degrada su dignidad y humilla su orgullo, y la deja aun nivel más cerca del estado puramente animal, que solamente es un goce sensual para el hombre y un instrumento para engendrar, de tal suerte que la mujer está en una posición inferior al hombre y dominada por él. No existe otra cosa más falsa y fuera de la realidad que esta afirmación, quien así lo dice ignora totalmente las normas islámicas. Dios todopoderosos en el Islam desde hace más de 14 siglos, por medio del Sagrado Corán declara la igualdad de hombres y mujeres en la vida, el honor, la dignidad y en la sociedad en general, respetando los bienes de ambos(hombres y mujeres), Dios nos dice que los bienes de todas las personas son sagrados y por lo tanto está prohibido menoscabar directa o indirectamente, todos estos derechos son comunes a hombres y mujeres sin ninguna distinción.”
A esta persona se le olvidó que cualquier persona con dos dedos de frente puede comprobar el Corán y encontrarse con todas las aleyas machistas que ya recopilé en otro artículo. A esto quiero sumarle un articulo publicado en Ia web Islamiyat por Waraqa bin Israil, donde se deja bien clara la postura del islam con respecto a qué piensa sobre la mujer y cual es su rol en la sociedad musulmana.
Nota: Los textos subrayados en color naranja son comentarios personales. Para completar el articulo he añadido imágenes y videos de entrevistas a musulmanes donde ellos mismos expresan su opinión sobre este tema.
El pensamiento del islam
tradicional acerca de la
mujer
1.LOS TEXTOS CORÁNICOS ACERCA
DE LA MUJER.
Primer texto (Equidad nula) :
Los hombres están un grado por encima de ellas (2,228)
(wa-lil-riyal ‘alaihunna darayatun 2,228)
Etimología: Darayatun, significa: al-manzala: lugar donde baja el viajero, lugar de relieve, punto, etapa y, por extensión, posición, grado, escalón dignidad.
Comentario del exégeta Al-Fakhr Al-Razi :
«Sabed que la superioridad del hombre sobre la mujer es un hecho reconocido. En los avatares de la vida, el hombre es muy superior a la mujer por las razones siguientes :
1. por la inteligencia,
2. por la diya, precio de la sangre, pagada a los familiares de un hombre asesinado,
3. por la herencia (La mujer recibe, como máximo, la mitad que el hombre),
4. por la propia competencia para ejercer los cargos de Imam, de Qadi(juez) i de Xahid (el testimonio del hombre posee doble valor que el de la mujer),
5. por ser el hombre el que se casa con la mujer o el que puede vivir en concubinato y no al revés
6. por la potestad que tiene el marido de repudiar a su mujer y de readmitirla, con o sin el consentimiento de ella, en cambio la mujer no puede repudiar a su marido. Una vez repudiada no puede exigir al marido que la readmita o, al contrario, no puede oponerse a que el marido la obligue a retornar al domicilio conyugal.
7. finalmente, porque la parte de los bienes obtenidos como botín de guerra es mayor en un hombre que en una mujer.Así, pues, habiendo establecido la superioridad del hombre sobre la mujer, es evidente que se puede afirmar que la mujer es como un cautivo (asir) impotente en manos del hombre.
Por esta razón el Profeta ha dicho: Os recomiendo que os comportéis bien con las mujeres, ya que son vuestras auxiliares. Y, en otro hadith, nos dice: Reverenciad a Allah a través del huérfano y de la mujer, porque son los seres más débiles de la sociedad.
El significado del versículo 2,228 es, pues, el siguiente: La supremacía concedida por Allah a los hombres es también una invitación divina para que éstos reconozcan generosamente los derechos de las mujeres; y, al mismo tiempo, es una premonición sobre la maldad y la malicia de las mujeres en caso de que los hombres no se comporten como manda Allah. En efecto, la injusticia es innoble cuando es causada por aquellos que Allah ha privilegiado, pues se convierten en merecedores del desprecio definitivo por parte de Allah.
( Al-Fakhr Al-Razi: Tafsir, sura Al-Baqara,2 228, vol. III, p. 103-104).
Segundo texto (superioridad y autoridad) :
Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Allah ha dado a unos sobre otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Allah manda que cuiden.¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen no os metáis más con ellas (4,34).
(Al-rijal qawwamun ‘ala-n-nisa…4,34)
Etimología: Qawwamun es sinónimo de musaitirun, es decir, al cargo de, amo absoluto. También es sinónimo de musallatun, es decir, mandar absoluta y duramente. (Lisan Al-Arab)
Comentario de los exégetas Zamakhxari y Razi:
«Los hombres se comportan con las mujeres del mismo modo que el soberano con sus súbditos: ¡con autoridad! Amirin nahiin: mandando y prohibiendo.
El pronombre unos va referido a los hombres y a las mujeres en general. Es decir, los hombres tienen autoridad absoluta (musaitirun) sobre las mujeres debido a la preferencia que Allah tiene por unos, es decir, los hombres, sobre los otros, es decir, las mujeres.
Es la prueba de que la autoridad soberana del hombre constituye un atributo intrínseco a su naturaleza, y no el fruto de una victoria, de una conquista o de una coacción. (Y, podríamos añadir, la autoridad del hombre es una gracia divina: fadl).
Recordemos, ahora, cuáles son los méritos de los hombres:
1. la inteligencia, la firmeza de carácter, la energía, la fuerza y, a menudo, la actividad literaria; 2. la práctica de la caballería, el tiro al arco, la profecía y la sabiduría, la Guerra santa y la Llamada a la oración, la Prédica en la mezquita y la espiritualidad,
3. su facultad de testimoniar en los tribunales, su responsabilidad en la aplicación de la ley del talión y de la reconciliación;
4. la regulación del turno en el cumplimiento del débito conyugal con las diversas mujeres, la soberanía en el matrimonio, en el repudio, en la reconciliación y en el número de las esposas;
5. la conservación de la genealogía de la familia, y el llevar barba y turbante.
(Al–Zamakhxari, Al-Kaixxaf, vol. I, 495; Al-Razi, Tafsir, vol. V, p. 92).
Tercer texto (sumisión sexual) :
Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo como queráis!
(nisâu-kum harzun lakum…2,223)
Los comentarios de este versículo aluden todos a las posturas adoptadas en el coito i a la reprobación de los actos contranaturales.
Sin embargo, es importante notar que el adverbio como es la traducción imperfecta de la partícula annâ que figura en el texto árabe, la cual puede traducirse por: como, donde y cuando, esta última modalidad manifestando hasta qué punto la mujer debe estar siempre dispuesta a satisfacer el deseo de su marido. Una tradición nos dice:
¡Cuando para satisfacer el deseo el hombre llama a la mujer, que ella acuda corriendo aunque esté con las manos en la artesa! (Talq bin Alí)
Cuarto texto (derechos nulos) :
Los derechos de las mujeres sobre sus esposos son iguales a los derechos de éstos sobre ellas
(wa lahunna mithlu al-ladhi ‘alaihinna bi-l-ma’aruf …2,228).
Comentarios según:
1. El tradicionista Ibn Maja:
«Un hombre preguntó al profeta : «¿Cuáles son los derechos de la mujer respecto a su marido? »
El Enviado respondió: – El marido ha de alimentar a su mujer y la ha de vestir. No la ha de pegar en la cara ni desfigurarla; pero puede rechazar a su mujer dejando de acostarse con ella» (Ibn Maja, Sunan, Kitab al-Nikah).
Nota: Teoría sobre la manera de pegar a las mujeres: |
¡Hay que pegar a las mujeres, sí, pero hay maneras y maneras de hacerlo: a la que es delgada, con un bastón; a la robusta, con el puño; a la gordita, y sólo a ella, con la mano bien abierta…, de modo que uno no se haga daño a sí mismo ! (Claude Aner, citado por H..Bousquet: L ‘ éthique sexuelle de l ‘ islam, p. 171). |
2. Aisha, la esposa preferida de Muhammad : Las mujeres son iguales a los hombres en deberes.
Según Aisha, el Profeta dijo:
Las mujeres son iguales a los hombres.
(Abu Daud)
No obstante en nota de este hadith leemos:
Las mujeres son iguales a los hombres en cuanto a las obligaciones de la ley : la oración, el ayuno, la limosna y el peregrinaje. Pero no lo son respecto a la herencia, a la responsabilidad en los asuntos generales, como la justicia y la capacidad de gobernar. Lo hallamos expresado en el libro de leyes donde dice:¡La nación que confía sus asuntos a una mujer no puede marchar bien!
(Al-Bukhari, citado por Ghazzali: Ihya’a ‘Ulum Al-Din, 2/5 p. 51.)
Para quienes no sepan quien fue Aisha:
Aisha, a la que se considera como la madre de todos los creyentes, fue desposada con Mahoma cuando todavía era una niña: ella tenía 5 ó 6 años y Mahoma 54 años.
Algunas tradiciones dicen que Mahoma consumó el matrimonio nada más esta alcanzó la pubertad, a los 9 años (o a los 10, según Ibn Hisham).
2.LA MUJER EN LA SUNNA (Tradición).
Según la Sunna la mujer es menos inteligente y menos religiosa que el hombre:
Según Abdullah b. ‘Umar, el Profeta dijo:
– ¡Mujeres! ¡Dad limosna! Multiplicad las plegarias y que Allah os perdone, ya que entre los moradores del infierno he visto que erais más en número que los hombres.
Una mujer lista que no tenía pelos en la lengua le preguntó:
— ¿Y qué culpa tenemos las mujeres de ser más en número, en el infierno, que los hombres?
— Es a causa de vuestra tendencia a insultar y a difamar con tanta facilidad y porque sois ingratas con vuestros maridos. No conozco ningún ser con tan poca inteligencia y con tan poca religiosidad como vosotras que pueda ser superior al hombre.
La mujer le contestó :
— ¿En qué consiste esta falta de inteligencia y de religiosidad en la mujer?
— Su inferioridad intelectual se pone de manifiesto en el hecho de que se necesita el testimonio de dos mujeres para igualar el testimonio de un solo hombre: ésta es una prueba de poca inteligencia. En cuanto a la falta de religiosidad es porque la mujer no pasa la noche rezando ni cumple el ayuno durante el mes de Ramadán (por culpa de los periodos menstruales).
(Muslim, Sahih, al-Iman, I,2, pp. 57-59).
3.EJEMPLOS CONCRETOS DEL
SOMETIMIENTO DE LA MUSULMANA:
1. EL DOMICILIO CONYUGAL
El domicilio conyugal se convierte en un lugar de reclusión y de obediencia al marido o, según la expresión consagrada, Baitu at- Ta ‘a: el lugar del sometimiento (CF. : E.I.: Al-Mar’ a, vol.6, p. 452 ).
Esta expresión está revalidada por una serie de declaraciones del Profeta:
– Cuelga el zurriago allí donde tu mujer pueda verle (Bukhari).
– ¡Que Allah se apiade del hombre que cuelga el zurriago en casa y lo usa para educar a su mujer! (Abdula bin Dinar, citado por Al-Zamakhxari, Al-Kaixxaf, 1/4, p. 497)
– La oración que la mujer reza en el patio de su casa es mejor que la oración dicha en la mezquita. La oración dicha en el interior de la casa es mejor que la oración dicha en el patio. La oración dicha en un rincón del dormitorio es mejor que la oración dicha en el interior de la casa. (Ibn Masud y Abu Daud, Sunan).
– La mujer nunca se halla tan cerca del sitio privilegiado que le corresponde como cuando se encuentra en el lugar más escondido de la casa (Ibn Mas`ud ).
– Haz de la casa la salvaguarda de tu virtud y de tu habitación haz su tumba. (Umm Salama).
– ¡Mujeres! !Vuestra guerra santa la tenéis en la cocina! (Ibn Hanbal).
– ¡Mujeres! ¡No dejéis entrar en casa a ningún hombre sin el permiso de vuestro marido! (Bukhari).
2. MUJER Y MATRIMONIO:
a) obligatoriedad de casarse :
Casad a los célibes que viven con vosotros (Alc. Al-Nur, 32), porque el casamiento es:
1. la mitad de la religión: «Aquel que se casa cumple la mitad de la religión; la otra mitad es el temor a Allah» (Ibn Zawji).
2. una caridad ofrecida a Allah (Muslim, Sahih, Kitab al-Zakat, vol. 7).
b) submisión al derecho de Yabre o coacción :
En principio, el padre de una hija viuda o repudiada (al-thaiyib) la ha de consultar antes de casarla de nuevo, regla raras veces observada.
El padre de la hija virgen (al-bikr) no la consulta antes de casarla; el consentimiento – necesario – se manifiesta mediante el silencio, el rubor o las lágrimas de la muchacha :
Según Abu Huraira, el Enviado dijo:
— No caséis la hija «thaiyib» sin antes consultárselo. No caséis a la hija «bikr» sin pedirle antes su consentimiento.
Entonces le preguntaron:
— ¿Y cómo se manifiesta su consentimiento?
— ¡ Callando! -respondió.
Otra versión, ofrecida por Aisha, dice así:
— Enviado, la virgen tiene vergüenza.
— Su silencio o sus lágrimas manifiestan su consentimiento. (Bukhari, Sahih, Al–Nikah, vol. 6-7. p. 460; Abu Daud, Sunan, Kitab al-Nikah, vol.1, p. 637).
c) La presencia del Walí (tutor o testigo):
Según Abu Musa :
No hay casamiento sin Walí (Ibn Maja, Sunan, Al–Nikah, vol. 1, p. 605).
Cualquier mujer que haya sido casada sin la presencia del Walí, que sepa que su casamiento es nulo, su casamiento es nulo, su casamiento es nulo (sic). (Ibn Maja, id.).
d) Casamientos mixtos:
La musulmana no puede casarse con un no-musulmán:
No caséis (a las mujeres) con los asociadores (cristianos) hasta que éstos no crean (2, 221).
¡El islam domina, no es dominado! (Bukhari, Kitab al-Jana’iz, cap.23, bab 79, p. 411).
Este hadith hace referencia a los musulmanes que perdía la Umma (Comunidad musulmana) si sus hijas de casaban con jóvenes cristianos, ya que los hijos de estas uniones no nacerían automáticamente musulmanes, como pasa en caso contrario, y porque incluso las madres, con el paso del tiempo, se convertirían al cristianismo. Eso sucede con las cristianas casadas con musulmanes:los hijos son automáticamente musulmanes; la madre, con el paso del tiempo, por la presión del marido, de la familia de éste y del ambiente, acaba por lo general convirtiéndose en musulmana.
Por otra parte el islam incita a la natalidad hasta el punto de culpabilizar el coitus interruptus:
Según Yabir:
En tiempos del Profeta, cuando el Corán ya había empezado a ser revelado, nos retirábamos cuando íbamos a eyacular.
Al-Khudri ha dicho :
Habíamos tomado a unas cautivas y practicábamos con ellas el coitus interruptus. Al preguntar al Profeta sobre este asunto, nos respondió diciéndonos por tres veces: ¿De verdad hacéis lo que decís? ¡A cualquier espíritu vivo que ha de alcanzar el día de la Resurrección no se le puede negar la existencia! (Bukhari, Al-Nikah )
La cristiana, en cambio, es lícita al musulmán:
Y (son lícitas para vosotros) las mujeres libres y honestas que sean creyentes, así como las mujeres libres y honestas de los que que recibieron el Libro [judíos, cristianos] antes que vosotros (Corán, 5,5)
e) matrimonios con niñas menores de edad
La primera mujer de Mahoma – Jadiya murió unos pocos años antes de que él huyera a medina. Más tarde le animaron a que eligiera una nueva esposa. A la edad de 49 años se prometió con Aisha, que tenía seis. Aisha era la hija de uno de los amigos más cercanos a Mahoma, Abu Bakr. En ese tiempo, ella ya se había prometido con otro hombre pero por ‘consenso mutuo’ entre el padre de Aisha y su primer ‘prometido’, el compromiso se rompió. Tres años más tarde, después de su primer ciclo menstrual, se casaron formalmente y Mahoma ‘consumó’ sexualmente su matrimonio con ella.
Siguiendo este ejemplo, muchos musulmanes se casaron y se casan con niñas de entre 6 y 17 años, con las que mantienen relaciones sexuales.
3. LA EXCISIÓN (ablación del clítoris).
Esta práctica era ya conocida por Muhammad: a las excisadoras las denominaba Muqatti’at al-buzur «tajadoras de clítoris» .
Enseñanza del teólogo y jurista Ibn Taimiya:
– Cuestión: ¿Hay que excisar a la mujer?
– ¡Alabado sea Allah ! ¡Sí! Hay que excisar a la mujer. La excisión consiste en cortar esa cosa endurecida que tiene forma de cresta de gallo situada en la parte superior de la vagina. El Enviado dijo: ¡Tajad! ¡ Pero no arrancad de raíz! La ablación tiene por finalidad reducir la apetencia del deseo sexual femenino. Si la mujer conserva el prepucio (clítoris) vive con un exceso de excitación y con un deseo muy fuerte para los hombres. Por esta razón la inmoralidad y la lascivia existentes entre las mujeres asiáticas y occidentales no se dan entre las mujeres de los musulmanes
(Ibn Taimiya: Al-Fatwa al-kubra, Al-Tahara, vol.1, cuestión 37, p. 274).
4. EL VELO :
(click en la imagen para ver todos los tipos de velo y el lugar donde se llevan)
En un principio el velo fue impuesto por Muhammad a las mujeres de su harén; era una seña de distinción; pero el islam más rigorisa fue extendiendo esta práctica hasta el conjunto de las mujeres, de las jovencitas y de las niñas con el pretexto de que la mujer es toda ella desnudez y la desnudez hay que ocultarla.
5. LA LAPIDACIÓN (o la flagelación):
En este punto el rigorismo musulmán fue también más allá del precepto divino: la flagelación a los adúlteros (Corán, 24,2). Pero Umar reinstauró la lapidación, ya practicada por los judíos y por el mismo Profeta. Ver:
Ibn Hisham : Al-Sira al – nabawiya, vol. 4, p. 337; vol. 2, pp. 193-96.
Tabari: Tafsir, Al-Nisa;
Bukhari, Sahih, Kitab al-Hudud, vol.4;
Malik bin Anis; Al–Muwatta, Kitab al-Hudud, vol. 2, p, p. 884;
Muslim, Kitab al-Hudud, Raym al-Thaieb fi al–zina, vol. 11, p. 159).
4. ¿ES MISÓGINO EL ISLAM?
Tanto en el Corán como en la Sunna se hallan versículos y hadiths que exaltan la figura de la mujer (en menos cantidad), versículos que le manifiestan simpatía y, a veces, compasión (habría que preguntarse por qué se habría de tener compasión en un sistema equitativo y justo). Así, cuando el Corán dice:
ellas son un vestido para vosotros y vosotros sois un vestido para ellas
(hunna libasun lakum wa antum libasun lahunna …2, 187)
Esto significa que hombre y mujer están hechos el uno para el otro, que se necesitan mutuamente.
Incluso en estos versículos supuestamente equitativos se puede percibir que la mujer es tan solo un objeto creado para satisfacer las necesidades del hombre:
Y parte de Sus signos es que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrarais sosiego en ellas y puso entre vosotros amor y misericordia.
(wa min âyâtihi an khalaqa lakum min anfusikum azwajan… 30,21)
En la Sunna la mujer es presentada como la Pastora del hogar:
Según Ibn Umar, el Profeta dijo:
Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno es responsable de su rebaño. El príncipe es un pastor para todos aquellos que viven bajo su techo; la mujer es una pastora para el hogar de su marido. (Bukhari, Kitab Al-Nikah, vol4)
En el hadith siguiente el profeta hace un supuestollamamiento encubierto en favor del respeto y la compasión que se deben a la mujer:
A menudo ocurre que alguno de vosotros se decide por azotar a su mujer como si fuese un esclavo. ¡No importa; eso no le privará de hacerle el amor cuando decline el día! (Bukhari, Kitab Tafsir al-Qur’an, As-Shams, vol. 3/4).
A pesar de lo que digan estos textos, la enseñanza islámica acerca de la mujer no deja de mostrar cierta misoginia. Por ejemplo:
¡La mujer es como una costilla : si la quieres poner recta se rompe. Si quieres servirte de ella has de hacerlo manteniendo su curvatura! (Bukhari, Kitab Al-Nikah, vol.3).
Las mañas de las mujeres son más poderosas que las del demonio, ya que Allah dice: » Las mañas del demonio son débiles», mientras que, hablando de las mujeres, dice : «!Vuestras mañas son más poderosas¡ (Abu Huraira)
¡Cuando entras en casa, la mujer te insulta; cuando sales, te traiciona! (Abu Mansur Dilma)
La mujer es un escollo insuperable para el hombre. Cuando ella le levanta el deseo, ni la inteligencia ni la religión pueden resistirse a ella. (Al-Ghazzali, Ihyaa ‘ulum al-din, vol. 2)
La mujer es el instrumento más poderoso de que el demonio se sirve contra los hijos de Adán (Al-Ghazzali, ídem)
También se da un cierto puritanismo de Muhammad sobre el sexo:
Según Ibn ‘Umar:
En vida del Profeta poníamos mucho cuidado en no hablar ni bromear con las mujeres por miedo a que ello fuese causa de alguna revelación contra nosotros. Una vez muerto el Profeta, pudimos hablar y bromear con ellas. (Bukhari, Al-Sahih, Kitab al-Nikah).
En la actualidad, a veces, algún eco venido de aquí o de allá nos recuerda y actualiza de nuevo aquellas viejas enseñanzas:
¡Madre, mira si te quiere el padre, que te pega y no te repudia!
[Nota personal: Será por aquello del cine: -«¡Te pegaré!» -decía él. «Así sabré que me amas» -respondía ella.]
(Eso dice una joven musulmana a su madre; la muchacha quiere conseguir la aprobación del padre para casarse con un chico de nivel social inferior. Ella espera que la madre interceda en favor suyo. Para animarla a hacerlo le recuerda cómo el padre la mantiene a su lado a pesar de las palizas que recibe.
De la película Le Vent, de Suleymane Cissi, Mali, 1982.
V.- A Guisa de Conclusión:
¿Hemos de pensar que el islam actual – tal como se vive en los distintos países de su Umma – sigue al pie de la letra estas prescripciones y esta filosofía en lo que respecta a la mujer musulmana?
Evidentemente, no.
Cada vez más, en los países árabe-musulmanes más occidentalizados de espíritu, hallamos más mujeres universitarias, escritoras, novelistas, médicos, enfermeras, secretarias; más mujeres inmersas en la política local y sindical; más mujeres presidentas de Gobierno como Benazir Butho en Paquistán, begum Khaleda Zia en Bangla-Desh, Tanso Ciller en Turquía -en principio República laica-, así como hallamos, también, en las mujeres una mayor influencia del turismo: mimetismos en el vestir, en los modos de comportarse…
Pero hay que entender que en la medida en que estos países «olvidan» la Xara islámica y se occidentalizan, en la misma medida se alejan (por suerte) del Corán, fundamento inamovible del islam:
Ésta es la Escritura, exenta de dudas, como Dirección
Para los temerosos de Allah!
(hadha al-Kitab la raib fihi huda li-l-muttaqin… 2,1)
y se alejan también de la Tradición del profeta, de sus referencias religiosas, sociales, de su propia cultura; es decir de sus referencias identitarias. Como dice el orientalista Edmond Rabbath:
«Los testimonios que constituyen la Tradición forman un conjunto gigantesco de prescripciones destinadas a regular – tanto en sus manifestaciones públicas como en los más mínimos detalles – la vida individual y colectiva de los musulmanes en cualquier época y lugar. Corpus sociológico en la aceptación más amplia de la palabra, visión universal, la Sunna marca a los musulmanes de todas las épocas unas pautas tipológicas de vivir, creer, rezar, actuar, pensar, combatir, alcanzar el martirio en los campos de batalla, alimentarse, procrear, bañarse, cuidarse de sí mismo, morir, juzgar, castigar, recompensar, convertir, someter a los enemigos, manera de tratar a los detractores de la Escritura, gobernar a los pueblos derrotados; en resumen, el modo de realizarse en esta tierra del hombre musulmán. Formando parte de un mismo legado, prescripciones coránicas y tradiciones heredadas del Profeta, constituyen las bases desde las cuales se levanta el monumento grandioso de la moral y del derecho del islam. El Estado musulmán es aquel que pretende reproducir el Estado instaurado por Muhammad, arquetipode la Comunidad musulmana o Umma Muhammadiya, proyectado a través de los siglos, inmutable e intemporal. «
Waraqa bin Israil
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