El ganador del Oscar al mejor documental por «Taxi al lado oscuro», Alex Gibney -responsable también del nominado al Oscar «Enron: Los tipos que estafaron a América»-, examina los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica y el encubrimiento de los casos de pederastia. Así, muestra lo ocurrido en Milwaukee (Wisconsin, EE UU) en la década de 1960 -el primero caso de pederastia denunciado públicamente por las víctimas- o los abusos contra niños que un sacerdote vestido de Elvis perpetró en Irlanda durante años, para terminar en los propios salones del Vaticano, buscando la responsabilidad de las altas jerarquías católicas, que durante décadas han guardado silencio.
El documental investiga los crímenes del carismático padre Murphy, que abusó de más de 200 niños sordomudos en el internado que dirigía, amparándose en la dificultad para comunicarse de los chicos. La película muestra la primera protesta pública contra el abuso sexual en Estados Unidos (mucho antes de la crisis de Boston), una lucha de más de tres décadas que, en última instancia, condujo a un pleito contra el mismísimo obispo. Los héroes de esta historia fueron cuatro jóvenes sordos dispuestos a acusar públicamente al sacerdote que había abusado de ellos y de tantos otros durante años. Su investigación ayudó a destapar documentos secretos de los Archivos de Vaticano que muestran al Papa como responsable por inacción ante estos terribles sucesos.
Más información sobre el documental y los casos de pederastia en el artículo “Mea maxima culpa”, la protección del Vaticano a pederastas (proceso.com)
Este tema de Wisconsin es realmente algo bochornoso. Incluso se ve claramente hasta donde llega la política encubridora de depravados de la icar.