Por lo tanto, cuando adscribe a sus dioses la producción de algún fenómeno… ¿está él, en realidad, haciendo algo más que sustituir la oscuridad de su propia mente por un sonido que le han acostumbrado a escuchar con un temor reverente? Barón d’Holbach, “Système de la Nature” (1770)

Tratado de Historia de las religiones–Mircea Eliade

Esta obra de Eliade, protagonista de la vida cultural de la segunda mitad del siglo XX, es una de sus grandes aportaciones a la cultura occidental. Este estudio comparativo surgió en primer lugar como curso de iniciación. Ofrece el armazón para comprender la historia de las religiones y nociones básicas como la estructura y el funcionamiento del pensamiento mítico. La descripción del homo religiosus pervivirá a través de toda la historia. Frente a la patente crisis religiosa del hombre moderno, la Historia de las Religiones de Eliade constituye una especie de reserva de esos lenguajes y dimensiones olvidadas y su cultivo por parte del autor pretende hacer posible su recuperación y actualización. La tarea científica del historiador de las religiones se convierte así en tarea cultural, pudiendo hacer aportaciones decisivas para la construcción de un nuevo humanismo del que estamos tan necesitados.

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La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo se que es redonda, porque he visto su sombra en la luna. Por eso tengo más fe en las sombras que en la Iglesia. Fernando de Magallanes
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1246451181_Tratado de historia de las religiones g

Esta obra de Eliade, protagonista de la vida cultural de la segunda mitad del siglo XX, es una de sus grandes aportaciones a la cultura occidental. Este estudio comparativo surgió en primer lugar como curso de iniciación. Ofrece el armazón para comprender la historia de las religiones y nociones básicas como la estructura y el funcionamiento del pensamiento mítico. La descripción del homo religiosus pervivirá a través de toda la historia.

Frente a la patente crisis religiosa del hombre moderno, la Historia de las Religiones de Eliade constituye una especie de reserva de esos lenguajes y dimensiones olvidadas y su cultivo por parte del autor pretende hacer posible su recuperación y actualización. La tarea científica del historiador de las religiones se convierte así en tarea cultural, pudiendo hacer aportaciones decisivas para la construcción de un nuevo humanismo del que estamos tan necesitados.

 

 

 

Tomo I

Tomo 1

CONTENIDO DE ESTE TOMO
G. Dumézil: Presentación 9
Prólogo del autor 17

CAPITULO i
APROXIMACIONES: ESTRUCTURA Y MORFOLOGÍA DE LO SAGRADO

  • I. «Sagrado» y «profano», 23.
  • 2. Dificultades metodológicas, 27.
  • 3. Variedad de las hierofanías, 29.
  • 4. Multiplicidad de las hierofanías, 33.
  • 5. Dialéctica de las hierofanías, 35.
  • 6. El tabú y la ambivalencia de lo sagrado, 38.
  • 7. El «mana», 43.
  • 8. Estructura de las hierofanías, 48.
  • 9. Revalorización de las hierofanías, 51.
  • 10. Complejidad del fenómeno religioso «primitivo», 55.
  • Indicaciones bibliográficas, 60.

CAPITULO II
• EL CIELO: DIOSES URÁNICOS, RITOS Y SÍMBOLOS CELESTES

  • II. Lo sagrado celeste, 65.
  • 12. Dioses australianos del cielo, 68.
  • 13. Dioses celestes de los andamanes, de los africanos, etc.,70.
  • 14. «Deus otiosus», 73.
  • 15. Nuevas «formas» divina que sustituyen a los dioses uránicos, 78.
  • 16. Fusión y sustitución, 80.
  • 17. Antigüedad de los seres supremos uránicos, 82.
  • 18. Dioses del cielo en los pueblos árticos y centroasiáticos, 87.
  • 19. Mesopotamia, 93.
  • 20. Dyaus, Varuna, 95.
  • 21. Varuna y la soberanía, 98.
  • 22. Dioses celestes iranios, 101.
  • 23. Uranos, 103.
  • 24. Zeus, 106.
  • 25. Júpiter, Odín, Taranis, etc., 108.
  • 26. Dioses de la tormenta, 111.
  • 27. Los fecundadores, 115.
  • 28. El esposo de la Gran Madre, 120.
  • 29. Yahvé, 122.
  • 30. Los fecundadores sustituyen a los dioses uránicos, 125.
  • 31. Simbolismo celeste, 128.
  • 32. Mitos de ascensión, 131.
  • 33. Ritos de ascensión, 133.
  • 34. Simbolismo de la ascensión, 136.
  • 35. Conclusiones, 138.
  • Bibliografía y estado actual de
    estas cuestiones, 142.

CAPITULO III
EL SOL Y LOS CULTOS SOLARES

  • 36. Hierofanías solares y racionalismo, 156.
  • 37. Solarización de los seres supremos, 158.
  • 38. África, Indonesia, 161.
  • 39. La solarización entre los munda, 162.
  • 40. Cultos solares, 165.
  • 41. Descendencia solar, 166.
  • 42. El sol hierofante y psicopompo, 167.
  • 43. Cultos solares egipcios, 171.
  • 44. Cultos solares en el Oriente clásico y en el Mediterráneo, 174.
  • 45. La India: ambivalencia del sol, 177.
  • 46. Los héroes solares, los muertos, los elegidos, 180.
  • Bibliografía, 185.

CAPITULO IV
LA LUNA Y LA MÍSTICA LUNAR

  • 47. La luna y el tiempo, 188.
  • 48. Solidaridad de las epifanías lunares, 190.
  • 49. La luna y las aguas, 193.
  • 50. La luna y la vegetación, 196.
  • 51. La luna y la fertilidad, 198.
  • 52. La luna,
    la mujer y la serpiente, 201.
  • 53. Simbolismo lunar, 203.
  • 54. La luna y la muerte, 205.
  • 55. La luna y la iniciación, 209.
  • 56. Simbolismo del «devenir» lunar, 210.
  • 57. Cosmobiología y fisiología mística, 213.
  • 58. La luna y el destino, 215.
  • 59. Metafísica lunar, 217.
  • Bibliografía, 220.

CAPITULO v
LAS AGUAS Y EL SIMBOLISMO ACUÁTICO

  • 60. Las aguas y los gérmenes, 222.
  • 61. Cosmogonías acuáticas, 224.
  • 62. Hilogenías, 226.
  • 63. El «agua de la vida», 227.
  • 64. Simbolismo de la inmersión, 228.
  • 65. El bautismo, 230.
  • 66. La sed del muerto, 232.
  • 67. Fuentes milagrosas y oraculares, 234.
  • 68. Epifanías acuáticas y divinidades de las aguas, 237.
  • 69. Las ninfas, 238.
  • 70. Poseidón, Aegir, etc., 240.
  • 71. Animales y emblemas acuáticos, 242.
  • 72. Simbolismo del diluvio, 245.
  • 73. Síntesis, 247.
  • Bibliografía, 249.

CAPITULO VI
LAS PIEDRAS SAGRADAS: EPIFANÍAS, SIGNOS Y FORMAS

  • 74. Cratofanías líticas, 253.
  • 75. Megalitos funerarios, 254.
  • 76. Piedras fertilizadoras, 257.
  • 77. EÍ «deslizamiento», 259.
  • 78. Piedras horadadas, «piedras de rayo», 263.
  • 79. Meteoritos y betilos, 265.
  • 80. Epifanías y simbolismos líticos, 267.
  • 81. Piedra sagrada, «omphalos», «centro del mundo», 269.
  • 82. Signos y formas, 271.
  • Bibliografía, 275.

 

Tomo II

Tomo 2

CAPITULO VII
LA TIERRA, LA MUJER Y LA FECUNDIDAD

  • 83. La tierra madre, 11.
  • 84. La pareja primordial cielo-tierra, 12.
  • 85. Estructura de las hierofanías telúricas, 14.
  • 86. Maternidad ctónica, 18.
  • 87. Descendencia telúrica, 20.
  • 88. Regeneración, 23.
  • 89. Homo-humus, 25.
  • 90. Solidaridad cosmobiológica, 27.
  • 91. La gleba y la mujer, 29.
  • 92. La mujer y la agricultura, 30.
  • 93. La mujer y el surco, 31.
  • 94. Síntesis, 33.
  • Bibliografía, 36.

CAPITULO VIII
LA VEGETACIÓN.
SÍMBOLOS Y RITOS DE RENOVACIÓN

  • 95. Intento de clasificación, 39.
  • 96. Árbol sagrado, 42.
  • 97. Arbol-microcosmos, 44.
  • 98. Arbol-habitáculo de la divinidad, 46.
  • 99.’ Árbol cósmico, 48.
  • 100. El árbol «invertido», 50.
  • 101. Yggdrasil, 51.
  • 102. Epifanías vegetales, 53.
  • 103. Grandes diosas y vegetación, 55.
  • 104. Simbolismo iconográfico, 58.
  • 105. Gran diosa-árbol de la vida, 59.
  • 106. El árbol del conocimiento, 62.
  • 107. Los guardianes del árbol de la vida, 63.
  • 108. Monstruos y grifos, 65.
  • 109. El árbol y la cruz, 67.
  • 110. Rejuvenecimiento e inmortalidad, 69.
  • 111. El arquetipo de las plantas medicinales, 71.
  • 112. Arbol-«axis mundi», 74.
  • 113. Las especies vegetales como ascendencia mítica, 75.
  • 114. Transformación en planta, 79.
  • 115. Relaciones hombre-planta, 81.
  • 116. El árbol regenerador, 82.
  • 117. Matrimonio de árboles, 84.
  • 118. El «mayo», 85.
  • 119. El «rey» y la «reina», 89.
  • 120. Sexualidad y vegetación, 90.
  • 121. Representantes
    de la vegetación, 92.
  • 122. Luchas rituales, 96.
  • 123. Simbolismo cósmico, 98.
  • 124. Síntesis, 101.—Bibliografía,104.

CAPITULO IX
LA AGRICULTURA Y LOS CULTOS DE LA FERTILIDAD

  • 125. Ritos agrarios, 109.
  • 126. Mujer, sexualidad, agricultura, 111.
  • 127. Ofrendas agrarias, 112.
  • 128. «Poder» de la recolección, 114.
  • 129. Personificaciones míticas, 116.
  • 130. Sacrificios humanos, 120.
  • 131. Sacrificios humanos de los aztecas y los khonds, 121.
  • 132. Sacrificio y regeneración, 124.
  • 133. Rituales finales, 127.
  • 134. Los muertos y las simientes, 129.
  • 135. Divinidades agrarias y funerarias, 131.
  • 136. Sexualidad y fecundidad agraria, 134.
  • 137. Función ritual de la orgía, 136.
  • 138. Orgía y reintegración, 138.
  • 139. Mística agraria y soteriología, 140.
  • Estado de las cuestiones y bibliografía, 142.

CAPITULO x
EL ESPACIO SAGRADO: TEMPLO, PALACIO, «CENTRO DEL MUNDO»

  • 140. Hierofanías y repetición, 149.
  • 141. Consagración del espacio, 151.
  • 142. «Construcción» del espacio sagrado, 154.
  • 143. El «centro del mundo», 157.
  • 144. Modelos cósmicos y ritos de construcción, 161.
  • 145. Simbolismo del «centro», 162.
  • 146. La «nostalgia del paraíso», 165.
  • Bibliografía, 169.

CAPITULO XI
EL TIEMPO SAGRADO Y EL MITO DEL ETERNO RETORNO

  • 147. Heterogeneidad del tiempo, 171.
  • 148. Solidaridad y contigüidad de los tiempos hierofánicos, 174.
  • 149. Periodicidad, eterno presente, 176.
  • 150. Restauración del tiempo mítico, 178.
  • 151. Repetición no periódica, 181.
  • 152. Regeneración del tiempo, 182.
  • 153. Repetición anual de la cosmogonía, 184.
  • 154. Repetición contingente de la cosmogonía, 189.
  • 155. La regeneración total, 192.
  • Bibliografía, 194.

CAPITULO XII
MORFOLOGÍA Y FUNCIÓN DE LOS MITOS

  • 156. Mitos cosmogónicos, mitos ejemplares, 196.
  • 157. El huevo cosmogónico, 200.
  • 158. Lo que los mitos revelan, 203.
  • 159. «Coincidentia oppositorum», modelo mítico, 206.
  • 160. El mito de la androginia divina, 207.
  • 161. El mito de la andro-(¡nia humana, 210.
  • 162. Mitos de renovación, de construcción, de iniciación, etc., 213.
  • 163. La estructura de un mito: Varuna y Vrtra, 216.
  • 164. Mito, «historia ejemplar», 217.
  • 165. Dejradación de los mitos, 219.
  • Bibliografía, 223.

CAPITULO XIII
ESTRUCTURA DE LOS SÍMBOLOS

  • 166. Piedras simbólicas, 226.
  • 167. Degradación de los símbolos, 229.
  • 168. Infantilismo, 233.
  • 169. Símbolos e hierofanías, 235.
  • 170. Coherencia de los símbolos, 238.
  • 171. Función de los símbolos, 241.
  • 172. Lógica de los símbolos, 243.
  • Bibliografía, 247.

CONCLUSIONES 250

ÍNDICE ONOMÁSTICO 257

 

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11 comentarios

  1. absurdo. un libro de ‘ediciones cristiandad’ en un sitio de ateos. De veras que tienen todas las figuritas mezcladas y no entienden claramente como van ordenadas…
    Es un historiador, claro. Para entender a Dios necesitas filosofía y teología, criterios aristotelico tomistas, no históricos. Estudiar la historia del huevo frito no te aporta como cocinarlo correctamente.

    1. «absurdo. un libro de ‘ediciones cristiandad’ en un sitio de ateos. De veras que tienen todas las figuritas mezcladas y no entienden claramente como van ordenadas…»

      Será porque, a diferencia de usted, no partimos de juicios sesgados basados en falacias de autoridad cuando lo que importa es el contenido del mismo.

      «Es un historiador, claro. Para entender a Dios necesitas filosofía y teología, criterios aristotelico tomistas, no históricos. Estudiar la historia del huevo frito no te aporta como cocinarlo correctamente

      Ese es el problema, que usted parte de premsias falaces: presupone la existencia de ese Dios, antes si quiera de saber de donde proviene dicha creencia.

      Pues hombre, a lo mejor necesita saber la historia de ese huevo si realmente quiere saber a qué especie pertenece, antes de presuponer que es de lo que usted cree simplemente porque alguien se lo dijo.

      Desde luego, no se puede esperar más de alguien que usa argumentos tan falaces para defender sus creencias.

  2. Lo absurdo es en realidad La Intolerancia. Cuando Eliade nos hace ver que la religiosidad no depende de creer o no en Dios, está abriendo la puerta para caminar hacia la luz.

    1. Para «caminar hacia la luz» solo tiene que encenderse una bombilla. El problema es que algunos solo siguen la luz como polillas, sin analizar qué es realmente esa luz.

  3. La página más ridícula que existe! Manipulando el contenido y propósito de los estudios de Eliade, absurdo… Desde que se lee la ridícula frase cliché «Cuanto más sé de las religiones, menos creo en ellas» ya te das cuenta que no vas a encontrar nada de provecho para tu intelecto!

    1. Se queja de mi «intelecto» alguien que no aporta ni un solo argumento más que el ad hominem. ¿No es gracioso? Pues no tanto como cuando uno ve que, por lo visto, no se ha enterado usted de que lo que critica (la introducción que hay en este artículo, que usted dice que «manipulo») es la propia sinopsis del libro. Que puede encontrarse en la propia Editorial que lo publica: Ediciones Cristiandad. ¿Qué decía usted de «absurdo» y «ridículo»?

  4. Mircea Eliade es cristiano, me los e leído todo sus libros, nose que hace un ateo recomendando libros de autores cristianos.

    1. Mircea Eliade no perdió nunca su objetividad y criterio a la hora de tratar temas como la antropología y la historia comparada de las religiones. Si tanto se ha leído sus obras sabrá que trata al cristianismo como al resto de mitologías. Sus obras están aquí por eso y porque, a diferencia de usted, yo no me baso en falacias de autoridad: como en si alguien era o no «cristiano», si no en sus afirmaciones, los argumentos y razones que expone o las evidencias que presenta la persona.

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