"Dios ha sido durante mucho tiempo la mejor explicación disponible, pero ahora las tenemos mucho mejores. Dios no explica nada en absoluto, al contrario, se ha convertido en algo que necesita una cantidad insalvable de explicaciones."

Douglas Adams

¿“21 Gramos” de alma? Otro mito que cae por su propio “peso”

UNO DE LOS TÓPICOS HABITUALES de los diletantes del misterio a la hora de confrontar la perfidia de los incrédulos, es un mítico experimento que demostró “científicamente” la existencia del alma humana. En algún momento del impreciso pasado, un médico acucioso habría acometido la macabra tarea de pesar a personas agonizantes, encontrando que éstas perdían, en el preciso instante de la muerte, 21 gramos. Los incrédulos suelen responder, por supuesto, con incredulidad. Para el sentido común semejante experimento linda con lo inverosímil, cuando no con lo grotesco o lo puramente literario. Ejemplos de esto último no faltan: recordemos aquí ese extraordinario cuento de Edgar Allan Poe, La verdad sobre el caso del señor Valdemar, que fue leído en su momento como un reporte científico auténtico de la detención de la muerte por medio de la hipnosis. Y sin embargo, a pesar de lo extravagante que pueda parecer, ese experimento sí se llevó a cabo, y sus resultados incluso se publicaron en una revista médica. Su autor fue el Doctor en Medicina Duncan MacDougall, de Haverhill, Massachussets. El año, 1907.

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UNO DE LOS TÓPICOS HABITUALES de los diletantes del misterio a la hora de confrontar la perfidia de los incrédulos, es un mítico experimento que demostró “científicamente” la existencia del alma humana. En algún momento del impreciso pasado, un médico acucioso habría acometido la macabra tarea de pesar a personas agonizantes, encontrando que éstas perdían, en el preciso instante de la muerte, 21 gramos. Los incrédulos suelen responder, por supuesto, con incredulidad. Para el sentido común semejante experimento linda con lo inverosímil, cuando no con lo grotesco o lo puramente literario. Ejemplos de esto último no faltan: recordemos aquí ese extraordinario cuento de Edgar Allan Poe, La verdad sobre el caso del señor Valdemar, que fue leído en su momento como un reporte científico auténtico de la detención de la muerte por medio de la hipnosis. Y sin embargo, a pesar de lo extravagante que pueda parecer, ese experimento sí se llevó a cabo, y sus resultados incluso se publicaron en una revista médica. Su autor fue el Doctor en Medicina Duncan MacDougall, de Haverhill, Massachussets. El año, 1907.

El estudio: pura pseudociencia

Duncan MacDougall. Boston Sunday Post. 23 July, 1911.
Duncan MacDougall. Boston Sunday Post. 23 July, 1911

En su artículo, el Dr. MacDougall comenzó esbozando una muy materialista hipótesis sobre la “sustancia del alma”, partiendo del supuesto de que “si las funciones psíquicas continúan existiendo como una individualidad o personalidad separada después de la muerte del cerebro y del cuerpo, entonces tal personalidad sólo puede existir como un cuerpo ocupante de espacio”. Y como se trata de un “cuerpo separado”, diferente del éter continuo e ingrávido, debe tener peso, igual que el resto de la materia. Esa sustancia, obviamente, se desprende del cuerpo en el momento de la muerte, y por lo tanto la pérdida de peso debe ser medible.

A continuación, pasó a poner a prueba su hipótesis. Instaló un lecho sobre un marco ligero construido en una romana de plataforma “muy delicadamente balanceada”. Sus sujetos de experimentación fueron seis enfermos terminales, de los cuales solo señala su diagnóstico, su sexo, y que se encontraban agonizantes. Cuatro pacientes habían sido diagnosticados como tuberculosos, uno sufría coma diabético y del último no se precisa dato alguno; cada uno de ellos fue mantenido en observación (garantizándose su comodidad) hasta que sobrevino la muerte. Durante ese lapso, MacDougall reajustó periódicamente el fiel de la balanza de acuerdo a la disminución de peso esperable por las pérdidas insensibles.

Estos fueron (resumidamente) los resultados

  • Paciente N° 1: pérdida de “tres cuartos de onza” (unos 21,3 gramos) “súbitamente coincidiendo con la muerte”.
  • Paciente N° 2: pérdida de “una onza y media y cincuenta granos” (o sea 45,84 gramos) en “los dieciocho minutos que transcurrieron desde el cese de la respiración hasta que estuvieron seguros de su muerte” (sic).
  • Paciente N° 3: pérdida de “media onza coincidiendo con la muerte, y una pérdida adicional de una onza pocos minutos mas tarde” (42,65 gramos en total).
  • Paciente N° 4: MacDougall consideró esta prueba sin valor, debido a que la balanza no pudo ser bien ajustada “por la interferencia de personas opuestas a su trabajo”.
  • Paciente N° 5: en este caso, se registró una pérdida inicial de “tres octavos de onza” (10,66 gramos) “simultáneamente con la muerte”, pero luego el fiel de la balanza regresó espontáneamente a su posición inicial y se mantuvo allí por quince minutos a pesar de retirar los pesos (!). Paciente N° 6: esta prueba también resultó invalidada al fallecer el paciente antes de que la balanza fuera calibrada.

 

MacDougall también efectuó un experimento control, consistente en envenenar a quince perros sanos (!) para pesarlos en el momento de la muerte, con resultados uniformemente negativos. Pero antes de hacernos una mala imagen del doctor, reconozcamos que al menos se queja de su escasa fortuna para conseguir perros que estuvieran  muriendo de alguna enfermedad.

Objeciones

Ante todo, evitemos las explicaciones fáciles, como sospechar que la pérdida de gas intestinal o del aire pulmonar da cuenta de la (supuesta) pérdida de peso que MacDougall observó en sus experimentos. La segunda posibilidad fue descartada por él mismo, pues verificó que inspiraciones y espiraciones forzadas no alteraban el equilibrio de la balanza. En cuanto a la primera, ya sean veintiuno o cuarenta y pico los gramos de gas, estos equivalen a un volumen de muchos litros, fácilmente detectables tanto pre como postmortem.

En realidad, es inútil pretender buscarle explicaciones “naturalistas” a la pérdida de peso que (supuestamente) se observó, por la sencilla razón de que todo el experimento está viciado por severas fallas. Empezando por una descripción en general confusa de los procedimientos y una muestra demasiado pequeña: se pudieron analizar los datos de apenas cuatro pacientes. Por otra parte, no se utilizó un criterio claro para definir “el momento exacto de la muerte”. Dadas las limitaciones de la época, este elemento crucial resultaba muy difícil de determinar, y esto queda bien patente en el caso del paciente N° 2: este siguió presentando espasmos faciales durante quince minutos después del cese aparente de la respiración, y solo tras cesar los espasmos se le auscultó para comprobar la ausencia de latidos cardíacos. ¿Cuál fue el “momento exacto de la muerte”? Esta vaguedad conduce, además, a una insólita flexibilidad a la hora de registrar las variaciones del peso: en un caso se considera positiva una pérdida de peso “instantánea”, pero en otros se asumen como positivas las pérdidas ocurridas a lo largo de varios minutos, sin límite fijo ni relación clara con el deceso.

¿Pero podemos, al menos, confiar en la forma en que se hicieron las mediciones? Pues ni siquiera eso. MacDougall afirma que sus escalas eran sensibles a “dos décimas de una onza” (5,68 gramos), lo que no es óbice para que en un caso nos ofrezca una precisión de “50 granos” (3,2 gramos), lo que resulta tan poco serio como medir milímetros con una regla graduada solo en centímetros. Obviamente, la seguridad de las medidas ni de lejos se aproxima a la que se pretende. Si seguimos adelante observamos también que los resultados ni siquiera resultan congruentes entre ellos. Uno de los pacientes presentó una pérdida de peso instantánea y nada más, dos a lo largo de varios minutos, y el último hizo malabarismos con la romana durante quince largos minutos. Para conciliar esto con la hipótesis inicial es preciso tramar muchas explicaciones ad hoc, como la influencia del temperamento del paciente (ya cadáver para ese momento).

Conclusión

¿Qué queda, al final, de este experimento? Pues poca cosa: en realidad solo una colección de datos que se debaten entre la incongruencia y la anécdota, con una posibilidad inmensa de errores instrumentales. Para poner esto en perspectiva, consideremos simplemente que MacDougall intentó medir variaciones de peso del orden del 0,05 %, lo que no resulta fácil en condiciones clínicas ni siquiera hoy en día. Habla en su favor que no pretendiera haber probado algo: expresamente reconoce que se requiere una gran cantidad de experimentos “antes de que este tema pueda ser zanjado más allá de cualquier posibilidad de error”. Los consabidos “21 gramos” quedan reducidos a pura leyenda basada en un experimento mal hecho, que hasta la fecha nadie parece ansioso de repetir.

Autor:

Javier Garrido, ejerce su profesión de médico en Porlamar, estado Nueva Esparta, Venezuela

Fuentes a consultar: 

Escépticos Venezuela – Lúcido Número 13 | Abril 2004 3

Hypothesis Concerning Soul Substance Together with Experimental Evidence of The Existence of Such Substance by Duncan MacDougall, M.D., Haverhill, Mass.
(American Medicine, April, 1907)

Snopes – Soul Weight

 

¿Cómo se asumió dicho experimento como positivo?

 

New York Times. March 11, 1907
New York Times. March 11, 1907

Muy sencillo, la respuesta la tenemos revisando el periódico que publicó la noticia por primera vez.

En el New York Times de 1911, cuatro años después del experimento, un periodista publico un artículo donde afirmaba que MacDougall había demostrado que los cuerpos perdían 21 gramos y este peso correspondía al alma.

En realidad, MacDougall nunca se ha atrevido a declarar que sus pruebas eran una prueba de la existencia del alma, pero a lo sumo podían acreditarlo (hipótesis), dado que ninguna otra explicación normal y fisiológica se encontró para que se explicara el cambio de peso.

Más tarde, y a pesar de que solo había podido examinar seis cuerpos, el doctor sueco Nils O’ Jacobson, manifestaba en 1971 las veleidades de reanudar estos trabajos, escribió que MacDougall había obtenido 92 resultados positivos, confirmando los 21 gramos. ¿De donde habían salido estos datos complementarios? Otros dos otros investigadores, Bernard Duffy, un inglés y el Dr. Zaalberg Van Zelst, en Holanda, habrían repetido la experiencia, encontrando uno y otro una media de 70 gramos.  ¿El alma se sobrecarga en función de las encarnaciones?

En 1990, médicos de Alemania del Este indicaron un peso del alma de 10 miligramos determinado sobre 200 pacientes en fase terminal. Como cualquier hijo de vecino sabe, el último refugio del alma se sitúa en el cerebro, en la glándula pineal (sino, leed a Descartes), ellos se habían limitado a pesar cerebros de gente difunta en Lübeck, en Alemania. 10 Mg, es menos mucho que en América; ¿la densidad del alma depende del grado de creencia en ésta? En cualquier caso, este estudio proponía que esta pequeña pérdida se debía a un deterioro físico instantáneo.

La inevitable conclusión es que el alma existe, puesto que tiene un peso”, lamentaba reconocer al Dr. Becker Mertens de Dresde. ¿Todas estas experiencias pueden inscribirse en la raza de los excesos de un cienticismo naciente, o en la última prolongación de prácticas oscurantistas de otr tiempo En 2001, la cuestión del peso del alma se mencionó de nuevo en un estudio del “Journal of Scientific Exploration”, dónde medidas sobre una balanza digital (con un grado de error 5 g) han permitido determinar ganancias de peso en el momento de la muerte de animales.

MacDougall, también, le había medido la pérdida de peso consecutiva a la muerte de 15 perros con su balanza y no había encontrado ninguna diferencia. H. L. Twining, en 1979, así mismo había pesado de este modo ratones y no había encontrado ninguna variación mensurable. Esta vez, en Redmond, en Oregon, los Estados Unidos, son gallos, ovejas, corderos y una cabra lo que sometieron a esta atroz medida después de haber sido sacrificados por asfixia. Ahora bien, contra todo pronóstico, en todos los casos, hay una ganancia de peso que iba de 18 a 780 gramos. Eso sugiere que los animales ganan peso transitoriamente en el momento de la muerte, concluye al autor Lewis E. Hollander, Jr.

Para rematar aun más esto, en 2003 se estrenó la película “21 gramos”, basada en este mito. Algo que, aunque está fundamentado en una conclusión forzada por un periodista y el claro propósito de un doctor sueco por avivar el experimento, dejó aun más huella en toda persona crédula que ya asume que ese experimento de dudosos resultados y claramente fallido, pudo ser verdad tal y como se lo contaron.

Fuentes:

¿Cuanto pesa el alma humana? – Qué, cómo, quién.

American Medicine, abril de 1907: Hipótesis sobre la sustancia del alma junto
con la evidencia experimental de la existencia de dicha sustancia por Duncan MacDougall, MD de Haverhill, Mass.

Para saber de donde proviene la superstición sobre la existencia del alma y el espíritu, vean este artículo.

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Ozckar
Ozckar
7 años atrás

CON RESPECTO A LA INVESTIGACIÓN EN ANIMALES.

Probando en animales

El doctor MacDougall también utilizó sus balanzas para pesar animales agonizantes, pero, curiosamente, al principio no se notó disminución alguna, lo que le hizo entonces afirmar que los animales no tenían alma. Sin embargo, un poco más tarde, V. Twining, jefe del Departamento Científico de la Escuela Politécnica de Los Ángeles, volvió a intentar el mismo experimento con ratones y gatitos, que encerró en frascos de cristal herméticamente cerrados. Sus balanzas fueron las más sensibles que se pudieron conseguir en aquellos momentos, y todo el equipamiento fue metido dentro de una gran caja de cristal de la que se había sacado toda la humedad. Así, en estas condiciones, se vio que todos los animales perdían peso al morir. Una ratita, que pesaba 12 gramos, perdió súbitamente 3,1 miligramos, algo que con las condiciones de los experimentos anteriores no se había podido llegar a registrar.

En el mismo experimento, un gato perdió cien miligramos al agonizar, y al lanzar el último aliento perdió sesenta miligramos más. Después de eso siguió perdiendo peso muy lentamente debido a la evaporación. Así que las enseñanzas de la ciencia esotérica respecto a la posesión de cuerpos vitales por los animales fueron también vindicadas, cuando se emplearon balanzas suficientemente sensibles. El porqué el doctor MacDougall no pudo medir el cuerpo etérico de los animales con los que trató de repetir la experiencia del pesado del alma humana, es simplemente porque el cuerpo vital de los animales es proporcionalmente más ligero que el del ser humano. Pero, en todo caso, en ningún momento se puede llegar a pesar el alma, por ser un cuerpo de un nivel que no pertenece al plano físico y cuya composición energética no está dentro de los parámetros que el ser humano es aun capaz de percibir y/o medir.

John
John
7 años atrás
Respuesta a  ateoyagnostico

En que vos estás «vivo» y un cadaver física y químicamente idéntico y funcionalmente estable no.

zam ve
zam ve
7 años atrás

El principio de acción y reacción provoca un desnivel de la balanza, y en ningún caso implica que sea una pérdida o aumento de peso, imposible de medir. También en los animales que respiran por pulmones, se aprecia un desnivel de 1/3000 ava de su peso.

ACLARACION:
1.- Hay que añadir la siguiente aclaración respecto al tema de la muerte de los animales; Si se mata a un animal pulmonar durmiéndolo, no da el último suspiro de la muerte y no habrá desnivel en mg de la balanza.

2.- En respecto al peso gravitatorio, hay que decir, que según la hipotética ley de la gravitación de Newton, las galaxias no podrían existir porque se desvanecerían; por lo que la fórmula, solo funciona a cortas distancias y no a distancias astronómicas; por lo que los científicos han ideado la materia oscura, el cual da explicación a que en los poros (agujeros negros) en el espacio, atraigan y no se escape ni la luz, y también la sombra (caída de presión) de la presión energética que se produce en las grandes masas como la de los planetas, es la que provoca la trayectoria de caída de los cuerpos al ser el espacio el de mayor presión energética; Por tanto, las medidas de variación de peso, en la ley de la reación, son como la paradoja del niño karateca que rompe un ladrillo que aguanta toneladas de peso, teniendo mucho menos de 100 kg de fuerza.

No soy nadie sin Jesucristo
No soy nadie sin Jesucristo
7 años atrás

Claramente se puede ver que sos ateo y agnostico. Vos no hiciste los estudios, y todo lo que escribiste es en base a lo que buscaste en Internet. No son cristianos los que hicieron el estudio te aviso.. sino universidades (digamos que son ateas igual que vos), y explícame.. esos estudios tal vez no confirmen la existencia del alma.. Pero esos gramos? A donde se fueron? Decís que es oxígeno? Que el oxígeno pesa 10g o 21g o lo que sea? Bueno. Para crear este tipo de páginas perjudicas a muchísima gente, haces que la gente rechaze al Señor.. cuando vos no tenes ni idea de lo que dictamina la palabra de Dios que en ningún lugar de la Biblia dice que el alma pesa 21g. Pero algo que si sabe todo el mundo y sigue vigente hasta el día de hoy es que la Biblia está llenda de profesias.. Y todas las pasadas se cumplieron, se estan cumpliendo con Israel y faltan por cumplir. Te recomiendo que hagas una investigación en las profesias bíblicas el día de hoy porque.. todo lo que está pasando ahora está escrito ahí. En la Biblia. Hace miles de años.. como negar algo tan Real como eso? Soy Cristiano y con orgullo. Si vos crees que al morir es el final, te digo mi amigo que tenes una eternidad por delante, y esa es en el paraíso o en el infierno. «Quienes lo recibieron y creyeron en él se les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios». Sólo eso se necesita para ser salvo por la eternidad, te aseguro que el infierno no es algo lindo. Y es por siempre, la ETERNIDAD. Está todo escrito. Dios los bendiga a todos, incluso al creador de la página, Dios los ama. Espero haber llamado la atención de alguno y que logre comprender que Jesucristo es el camino la verdad y la vida. Nadie llega al padre sino es por él. Reciban a Jesucristo de Corazón. Ojalá les ayude

jm
jm
7 años atrás

Relatividad : inercia de la energia
todo cuerpo que irradia calor o luz disminuye en funcion de la energia que pierde, reciprocamente la masa aparece en la relatividad como la inercia de una cierta cantidad de energia.(cita de paul couderc).
basicamente entre el espacio y tiempo vivido la energia empleada es materia destruida.
por mas cruel que parezca poca eviden cia del tiempo absoluto y casi nada queda de su existencia ya que hasta el tiempo es relativo.di mi nombre y dejare de existir.

javier
javier
7 años atrás

Relatividad : inercia de la energia
todo cuerpo que irradia calor o luz disminuye en funcion de la energia que pierde, reciprocamente la masa aparece en la relatividad como la inercia de una cierta cantidad de energia.(cita de paul couderc).
basicamente entre el espacio y tiempo vivido la energia empleada es materia destruida.
por mas cruel que parezca poca evidencia del tiempo absoluto y casi nada queda de su existencia ya que hasta el tiempo es relativo.di mi nombre y dejare de existir.
Soy ateo pero tengo biblia paso horas observandola es algo inquietante aunque jamas la he leido se que fuerzas oscuras se esconden dentro¿ y de verdad me parece asombroso que alguien escriba tanto para dar solo una idea » el humano ha de dejar su condicion de humano (vil) para ser aquel hombre que con dicha pise el suelo y lo respete tanto como asi mismo y como a todo ser vivo»

Emilio Benavides
Emilio Benavides
6 años atrás

y a quien le importa o de que te beneficias siendo creyente o ateo. estoy de acuerdo que el fanatismo les impide razonar.pero si me esfuerzo, por atacar a fanaticos es por que yo mismo no estoy seguro de algo o si?

Ricardo
Ricardo
6 años atrás
Respuesta a  ateoyagnostico

Yo te recomiendo un psicólogo. Tu publicidad y recursos son muy básicos, si querés ahondar en «esfuerzo» ponete a estudiar un poco hermano, tu página da pena. Y el contenido es pauperrimo. Va con onda. 😉

adwdad
adwdad
6 años atrás

Asi que no hay nadie con ganas de hacer una valoración empírica con tecnología avanzada y ambiente controlado, al parecer. Supongo que es más fácil para todo el mundo hablar mierda.

Alicia Redel
Alicia Redel
6 años atrás

No existen pruebas de que el alma exista o no exista. Lo que si es verdad es que usted es un fervoroso creyente.
Una persona agnóstica, atea o simplemente indiferente no combate algo inexistente por lo cual tus afirmaciones me dejan laicamente sorprendida.

Astrofísico cristiano
Astrofísico cristiano
5 años atrás

La masa del alma es un millón de veces la masa de Planck. ¿No te dice eso algo?

ateito
ateito
5 años atrás

Me dice que no eres astrofísico

Far Voyager
Far Voyager
5 años atrás

¿Puedes citar otros experimentos dónde se haya demostrado que el alma pesa eso?. Si de verdad eres astrofísico supongo que sabrás manejarte con la literatura revisada por pares.

Astrofísico cristiano
Astrofísico cristiano
5 años atrás

Cómo se nota que no saben ni qué son las unidades de Planck ni la revisión por parea: proceso inútil para determinar la fraudulencia de un artículo y cuyo procedimiento incurre en conflictos de interés. De seguro halló el término en una publicación de la sensacionalista y pseudocientifica revista MuyInteresante, le pareció que sonaba «intelectual» y ni siquiera se tomó el tiempo de averiguar de qué se trata: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Revisión_por_pares

Hay que «ler».

Far Voyager
Far Voyager
5 años atrás

Pues da la casualidad de que sin ser físico de carrera sé qué es eso. Y viendo las tonterías que dice seguro que siendo aficionado a eso hasta sabré más de astronomía que Vd.

Hay que «ler».

Carlos Saura Garre
Carlos Saura Garre
4 años atrás

Hola. Encontré esta página por casualidad y como lo de «ateo» me cae bien se me ha ocurrido informarles de que en los últimos años de mi vida me he dedicado a la Historia de las Creencias Religiosas y a escribir mis propias reflexiones acerca de la Tanaj hebrea, el Nuevo Testamento y el Corán. Por si les resultara de interés, todo ese material, y algunas otras consideraciones, se encuentra en la biblioteca virtual omegalfa.es a disposición de cualquier persona interesada. Saludos. Y adelante, que queda mucho por hacer.

carrper
carrper
4 años atrás

y dependiendo del peso de la persona en vida? el alma pesa mas en los gordos? pesa menos en los flacos? si me pongo a dieta el alma baja de peso? no entiendo.

Francisco Miguel
Francisco Miguel
2 años atrás

Tras muchos años de Seminario, finalmente, fué allí, en el Propio Seminario donde me convencí de que todo eso de la religión católica y todas las religiones, en general, no son más que instrumentos para subyugar al ser humano. Puedo entenderlo en la época del Imperio Egipcio, etc. Pero no ahora. Logré salir del Seminario tras alcanzar la mayoría de edad, pués entré en él porque mi padre quería tener un hijo sacerdote, no me consultó. En la actualidad soy ATEO y, no obstante, conservo una excelente relación con mis compañeros de promoción y profesorado, de hecho formamos grupos en Facebook y WhatsApp y asistimos a reuniones anuales allí, en el Seminario. Ello, no quita para que entienda que todo eso de las religiones no son más que CUENTOS para… Un saludo.

Lean Mac
Lean Mac
2 años atrás

Alma significa animo, significa entonces que el alma es el estado de animo de la persona??

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