"El dios de la Biblia está a la altura de un tirano caprichoso. El dios de la Biblia castiga a los bebés por los pecados de sus padres (Éxodo 20:5, 34:7; Números 14:18; 2 Samuel 12:13-19); castiga a la gente haciendo que se vuelvan caníbales y se coman a sus propios hijos (2 Reyes 6:24-33, Lamentaciones 4:10-11); le da a la gente malas leyes, incluso requiriendo el sacrificio de sus propios primogénitos, para que puedan llenarse de horror y saber que Dios es su señor (Ezequiel 20:25-26); hace que la gente crea mentira para poder enviarlos al infierno (2 Tesalonicenses 2:11); y muchas otras atrocidades, demasiadas para dar una lista aquí. No sería difícil llegar a, y exceder, tal nivel de pureza moral. Los ateos lo sobrepasan todos los días."

Doug Krueger

La única cita respetable del budismo no la dijo Buda

"No creas en algo simplemente porque lo has escuchado. No creas en algo simplemente porque es hablado y rumoreado por muchos. No creas en algo simplemente porque se encuentra escrito en tus libros religiosos. No creas en algo simplemente por la autoridad de tus maestros y ancianos. No creas en las tradiciones solamente porque han sido transmitidas por generaciones. Más bien, después de la observación y el análisis, cuando te encuentres con algo que está de acuerdo con la razón y conduce al bien y al beneficio de todos y cada uno, entonces acéptalo y vive conforme a ello." ¿Cuantos de vosotros habéis escuchado esta frase? La primera vez que la leí, hace ya décadas, cuando ya cuestionaba el adoctrinamiento realizado por otras religiones, en lo primero que pensé es en lo bueno que me empezaba a parecer el budismo. Comparándolo con el monoteísmo que había conocido hasta entonces el budismo se me antojaba tolerante, pacífico y racional. Con la experiencia, sin embargo, a medida que fui conociendo más sobre él y me adentraba en su filosofía, historia y textos, lo que descubrí es que no era oro todo lo que reluce. La frase que más me gusta de su fundador, por ejemplo, ni si quiera se le puede atribuir a él.

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«No creas en algo simplemente porque lo has escuchado. No creas en algo simplemente porque es hablado y rumoreado por muchos. No creas en algo simplemente porque se encuentra escrito en tus libros religiosos. No creas en algo simplemente por la autoridad de tus maestros y ancianos. No creas en las tradiciones solamente porque han sido transmitidas por generaciones. Más bien, después de la observación y el análisis, cuando te encuentres con algo que está de acuerdo con la razón y conduce al bien y al beneficio de todos y cada uno, entonces acéptalo y vive conforme a ello.»

¿Cuantos de vosotros habéis escuchado esta frase? La primera vez que la leí, hace ya décadas, cuando ya cuestionaba el adoctrinamiento realizado por otras religiones, lo primero en que pensé es en lo bueno que me empezaba a parecer el budismo. Comparándolo con el monoteísmo que había conocido hasta entonces el budismo se me antojaba tolerante, pacífico y racional. Con la experiencia, sin embargo, a medida que fui conociendo más sobre él y me adentraba en su filosofía, historia y textos, lo que descubrí es que no era oro todo lo que reluce. La frase que más me gusta de su fundador, por ejemplo, ni si quiera se le puede atribuir a él.

[toc]

La cita original

En numerosas webs esta cita se referencia a Buda de distinto modo:

  • Buda  (Príncipe hindú Siddharta Gautama , el fundador del budismo, 563-483 AC)
  • ― Gautama Buddha
  • Siddhartha Gautama “Buda”
  • Buda (principe indio, s. VI a.C)

Pero no la encontrarán, tal y como la ven ahí arriba, en ningún texto budista pues no existe. Las webs, vídeos y libros que la referencian, al menos todos los que he comprobado, citan a Buda pero no citan la fuente de donde extraen ese texto. Tal vez sea porque el texto en cuestión no dice exactamente eso.

El texto original, al menos el más parecido, se encuentra en el Kalama Sutra (Aṅguttara Nikaya III, Tripitaka) y es este:

9. «Por lo tanto, dijimos, Kalamas, lo que se dijo: ‘¡Vamos Kalamas! No se atengan a lo que ha sido adquirido mediante lo que se escucha repetidamente; o a lo que es tradición; o a lo que es rumor; o a lo que está en escrituras; o a lo que es conjetura; o a lo que es axiomático; o a lo que es un razonamiento engañoso; o a lo que es un prejuicio con respecto a una noción en la que se ha reflexionado; o a lo que aparenta ser la habilidad de otros; o a lo que es la consideración: ‘Este monje es nuestro maestro.’ ¡Kalamas!, cuando ustedes por sí mismos sepan: ‘Estas cosas son malas; estas cosas son censurables; estas cosas son censuradas por los sabios; cuando se emprenden y se siguen, estas cosas conducen al daño y al infortunio,’ abandónenlas.»

10. «¡Vamos Kalamas! No se atengan …, cuando ustedes por sí mismos sepan: ‘Estas cosas son buenas, estas cosas no son censurables; estas cosas son alabadas por los sabios; cuando se emprenden y se siguen, estas cosas conducen al beneficio y la felicidad,’ entren y permanezcan en ellas.»

El texto, para empezar, no habla de la creencia en general sino de «las cosas» que son buenas o no y cómo actuar con ellas:

‘Estas cosas son malas; estas cosas son censurables; estas cosas son censuradas por los sabios; cuando se emprenden y se siguen, estas cosas conducen al daño y al infortunio,’ abandónenlas.»

De hecho a lo largo del sutra se listan dichas cosas como aquellas «que conducen al daño»:

5. «¿Qué piensan, Kalamas? ¿La codicia aparece en un hombre para su beneficio o para su perjuicio?» «Para su perjuicio, venerable señor.»

«Kalamas, dado a la codicia, y estando mentalmente sumergido y vencido por la codicia, un hombre mata, roba, comete adulterio y dice mentiras; y así incita a otro a hacer lo mismo. ¿Por mucho tiempo será esto para su daño y su perjuicio?» «Sí, venerable señor.»

6. «¿Qué piensan, Kalamas? ¿El odio aparece en un hombre para su beneficio o para su perjuicio?» «Para su perjuicio, venerable señor.»

«Kalamas, dado al odio, y estando mentalmente sumergido y vencido por el odio, un hombre mata, roba, comete adulterio y dice mentiras; y así incita a otro a hacer lo mismo. ¿Por mucho tiempo será esto para su daño y su perjuicio?» «Sí, venerable señor.»

7. «¿Qué piensan, Kalamas? ¿El odio aparece en un hombre para su beneficio o para su perjuicio?» «Para su perjuicio, venerable señor.»

«Kalamas, dado a la ignorancia, y estando mentalmente sumergido y vencido por la ignorancia, un hombre mata, roba, comete adulterio y dice mentiras; y así incita a otro a hacer lo mismo. ¿Por mucho tiempo será esto para su daño y su perjuicio?» «Sí, venerable señor.»

Continuando con él, se deja también bien clara la postura frente a ellas:

8. «¿Qué piensan, Kalamas? ¿Estas cosas son buenas o malas?» «Malas, venerable señor.»

«¿Censuradas o alabadas por los sabios?» «Censuradas, venerable señor.»

«Cuando estas cosas se emprenden y se siguen, ¿conducen al daño y al infortunio? ¿O como les parece?» «Cuando estas cosas se emprenden y se siguen conducen al daño y al infortunio. Así nos parece esto.»

Por eso es por lo que en el Sutra se exhorta a abandonarlas.

En el texto original no se aconseja, como así lo hace la famosa cita que tanto se repite atribuida a Buda, que no se debe  creer en algo (sea lo que sea – en general) basándose en tales premisas sino que no se debe uno comportar de tal formar apelando a las premisas expuestas anteriormente en el texto.

En la cita errónea el criterio de aceptación de las premisas es «Más bien, después de la observación y el análisis, cuando te encuentres con algo que está de acuerdo con la razón y conduce al bien y al beneficio de todos y cada uno, entonces acéptalo y vive conforme a ello

Mientras que el texto original esto sucede «cuando ustedes por sí mismos sepan: ‘Estas cosas son buenas, estas cosas no son censurables; estas cosas son alabadas por los sabios; cuando se emprenden y se siguen, estas cosas conducen al beneficio y la felicidad,’ entren y permanezcan en ellas

Algunos podrían confundir ambas por la similitud que aparentan, pero la diferencia, cuando se analiza el texto, reside en que en el original se rechaza la razón como requisito para confiar en una afirmación y esta es sustituida por la experiencia personal.

El origen

A estas alturas ustedes se preguntarán de donde provino pues la cita errónea. Según pudo rastrear fakebuddhismquotes.com la cita tenía su origen en dos fuentes, ambas de los años 50: una fue el libro «2500 Buddha Jayanti» (página 39) publicado en 1956, cuyo texto es este:

No creas en nada (simplemente) porque lo hayas oído; No creas en las tradiciones porque hayan sido transmitidas por muchas generaciones; No creas en nada porque se hable y se rumoree por muchos; No creas en nada simplemente porque se encuentre escrito en tus libros religiosos; Sino, después de la observación y el análisis, cuando encuentres que algo esté de acuerdo con la razón y sea propicio para el bien y el beneficio de todos y cada uno, a continuación, acéptalo y vive a la altura de ello.

Y otra, unos años más antigua y con algunos pocos cambios, en la primera de las tres conferencias que dió Sayagyi U Ba Khin en 1951 sobre Buda Jayanti (pueden ver las transcripciones de dichas conferencias en skepticfiles.com)

No creas en lo que has oído; No creas en las tradiciones porque han sido transmitidas por muchas generaciones; No creoasen nada porque se haya rumoreado y hablado por muchos; No creas simplemente porque sea una declaración escrita de algún viejo sabio; No creas en conjeturas; No creas en eso como una verdad a la cual te hayas adherido por costumbre; No creas solamente por la autoridad de sus maestros y ancianos. Después de la observación y el análisis, cuando se está de acuerdo con la razón y conduzca a lo bueno y al beneficio de uno y de todos, entonces acéptalo y vive conforme a ello.

Por lo visto Sayagyi U Ba Khin parafraseó de memoria en dicha conferencia la cita del Kalama Sutra, lo  cual dió origen al esa versión.

El «original»

Refiriéndonos al texto en cuestión y no a la cita errónea, ni si quiera podemos estar totalmente seguros de que lo dicho en este sutra en el Canon Pali (Tripitaka) fueran las palabras de Gautama.

Existen varias corrientes a la hora de situar la antigüedad de los textos: la datación más entusiasta y favorable al budismo, la más tardía, no puede situarlo antes del siglo III a.e.c. y la más aceptada, basada en las crónicas cingalesas, lo sitúa en el siglo I d.e.c. En cuyo caso, tanto una como otra son muy posteriores a los tiempos en los que supuestamente vivió personaje del cual, según el budismo, provienen sus textos: el siglo VI a.e.c.

Habría que realizar un ejercicio de ingenuidad histórica para poder aceptar la total originalidad de los textos. Y un ejercicio aun mayor, pero de deshonestidad y falta de criterio, para aceptar según qué textos son originales y cuales no. Por suerte, ni los académicos más favorables a la atribución de los textos al propio Buda lo hacen y estos muestran cierta precaución a la hora de dar su opinión sobre ello. Mucho menos tienden a sostener, como estamos tratando aquí, una plena confianza en la integridad total de los textos.

Conclusión

Una de las frases que hizo que yo me enamorara en parte del budismo en su día, y que supongo a muchos también les convenció por ser un ejercicio de honestidad jamás visto en una religión, aunque de origen budista (su autor, pensando bien, se equivocó al parafrasearla) no se encuentra en los textos sagrados del budismo, ni la dijo jamás Buda.

Nota: algún ferviente defensor del budismo, de esos que tanto predican sobre él alegando lo bien que lo «practican» pero que, a la hora de la verdad, muestran actitudes y argumentos similares a los del resto de religiones, vendrá ¡llámenme profeta o adivino! alegando o bien que la frase original sigue siendo respetable o bien que en el budismo existen cientos de frases «respetables» que yo he omitido.

Para los primeros, la frase «original» (la del Kalama Sutra) deja de ser respetable cuando prioriza como fuente de conocimiento no a la razón y la evidencia sino a la propia experiencia. Millones de personas, basándose en sus propias experiencias, son las que alegan que cientos de pseudoterapias funcionan. Es comprensible que en los tiempos en los cuales se compuso el Canon Pali sus autores desconocieran la cantidad de sesgos y prejuicios que padecemos. Lo que no es aceptable es que hoy día, conociendo esto, se siga considerando como válido algo tan subjetivo como lo es la experiencia personal.

Para los segundos, decirles que lo mismo se podría decir y se dice en el resto de religiones. El problema es que un texto medianamente decente dentro de un conjunto como lo es una religión no justifica al resto de textos y afirmaciones que no lo son. A menos, claro está, que se use el cherry picking y se escoja a la carta de una religión aquello que más agrada a cada uno y se descarte aquello que no, según su propio criterio. En el budismo, por desgracia, no se han eliminado los textos más desafortunados. Sucede que toda religión tiende a considerar sus textos como algo sagrado, incuestionable e inviolable. Ni si quier la vertiente más crítica del budismo, el Mahāyāna, se escapa a esta idiosincrasia.

Fuentes: todas las fuentes han sido citadas a lo largo del artículo y se han incluido además enlaces hacia ellas.

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