"Los hombres crean dioses a su propia imagen, no sólo en cuanto a su forma, sino también a su modo de vida."

Aristóteles

La profecía del «fin de los días»: el «donde dije digo» de los Luteranos

Si le pregunta hoy día a un cristiano luterano por su querido "fin del mundo" cristiano tal vez este escurra el bulto diciendo que no puede saberse. Pero esa no fue siempre su postura.

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Si le pregunta hoy día a un cristiano luterano por su querido «fin del mundo» cristiano tal vez este escurra el bulto diciendo que no puede saberse. Pero esa no fue siempre su postura.

El cristianismo siempre ha hecho creer a sus devotos seguidores, desde que este se fundó, que el fin de los tiempos estaba a la vuelta de la esquina. Ejemplos de esto no nos faltan si uno quiere comprobar tales afirmaciones. ¿O a caso creían que eso de dar predicciones fallidas era sólo costumbre de los SUD y de la Watchtower? En una encuesta realizada a más de 2000 líderes evangélicos publicada en 2011 incluso salió como resultado que 6 de cada 10 de ellos creían que verían a Jesús volver para realizar su dichoso «rapto».

Pero si hoy me centro en los luteranos es porque quiero mostrarles que incluso su líder, el fundador de su iglesia e iniciador de la reforma protestante, Martín Lutero (1483–1546 e.c.) creía que ese «rapto» sucedería en su época.

«Por mi parte, estoy seguro de que el Día del Juicio está a la vuelta de la esquina. No importa que no sepamos el día exacto … tal vez alguien más pueda hacerlo. descifrarlo. Pero es cierto que el tiempo está llegando a su fin «.

Fuente: Reformation Principles and Practice: Essays in Honor of Arthur Geoffrey Dickens, p 169 (ver enlace).

Lutero, al igual que otros religiosos antes que él, tendía a interpretar lo que le rodeaba como si fueran las señales del fin de los tiempos marcadas por el libro de Apocalipsis. Según John M. Headley  «En todo el trabajo [de Lutero] hubo una sensación de urgencia porque el tiempo era corto … el mundo se dirigía a Armagedón durante la guerra con los turcos» (Luther’s View of Church History, John M. Headley, Yale University Press, 1963, pags. 13 y 14)

Siguiendo la estela dejada por el reformista, muchos líderes luteranos siguieron creyendo que el final lo tenían justo a la vuelta de las esquina. En 1584 un luterano, Adam Nachenmoser, empezó a predicar que el fin del mundo estaba cerca. En Prognosticum Theologicum (1588) que:

«En 1590, el Evangelio se predicaría a todas las naciones y se lograría una unidad maravillosa. Los últimos días están al alcance de la mano»

Fuente: Prophecy and Gnosis — Apocalypticism in the Wake of the Lutheran Protestant Reformation, Robin Bruce Barnes, p 64

Nochenmoser contabilizó 1260 años desde la muerte de Constantino en el 327 e.c., dando como resultado que 1587 sería un año crucial. Este predijo que desde entonces los «dolores de parto» durarían hasta 1600.  Es decir, que el Anticristo reinaría durante esos años pero que en 1600
comenzaría una nueva era (The Rosicrucians: The History, Mythology, and Rituals of an Esoteric Order, Christopher McIntosh). Depués, al no cumplirse según pasaban los años, este cambiaría la fecha hasta incluso 1635 (Robin Bruce Barnes, p 64).

El cambio de postura

Han pasado ya seis siglos desde que Lutero lo afirmara y seguimos esperando ese final de los tiempos que todo cristiano parece desear. Algunos incluso buscan cómo autocumplir esa «profecía». ¿Qué es lo que dice ahora, pues, la Iglesia Luterana? Por un lado, en 1989 la Lutheran Church–Missouri Synod (Iglesia Luterana-Sínodo de Misuri) emitió un estudio refutando cualquier afirmación de los tiempos finales, declarando que «Jesús y los apóstoles enseñaron repetidamente la verdad de que la hora exacta de la venida de Cristo permanece oculta en los consejos secretos de Dios (Mateo 24: 36)

Ahora mismo incluso un 60% de los pastores luteranos no cree que el rapto deba ser tomado de forma literal (LifeWay Research). Esa misma postura es la que se sostiene, por ejemplo, desde Living Lutheran, donde además se cuestiona dicho «rapto» al mismo tiempo que se defiende la idea de la «venida de Jesús», alegando de nuevo que no se sabe el día (citando nuevamente a Mateo 24:26).

Como ven, los cristianos (en este caso los luteranos) no se ponen de acuerdo con sus creencias originales (las de su fundador y sus líderes), ni entre sus creencias actuales.

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