Hacer predicciones de cara al futuro, sin jugar por supuesto con la generalización, la estadística o la obviedad, puede hacer que uno falle y cometa errores brutales. Esto ha sido así desde siempre.
El cristianismo, experto en autocontradecirse con juegos semánticos entre un dios omnisciente y eterno, dando al humano la posibilidad de “tener libre albedrio” al tiempo que de este surgen “visiones” sobre sucesos futuros – con todo lo que saber el futuro anula por completo la capacidad de libre elección – ha acumulado una enorme cifra de profecías, ninguna cumplida, que no hacen nada más que demostrar que, entre sus afirmaciones, el inventarse cosas, es una costumbre. A las ya realizadas por los autores griegos de los evangelios, hay que sumarles las realizadas por los cristianos a lo largo de su conflictiva historia. A cada cual más disparatada y con una tendencia a prometer cosas a sus fieles y siempre con un carácter “apocalíptico”.
Las más populares son las de los Testigos de Jehová (esa mala pronunciación del tetragramatón hebreo que le deben al protestantismo alemán), pero a ellos se les suma, como era de esperar, las realizadas por otros miembros de esa religión ¿Y quienes podían ser estos si no los mormones? Smith Jr, experto en el copy & paste bíblico, como buen predicador y creador de secta que se precie (véanse otros como el reciente Harold Camping) realizó una serie de predicciones durante su vida que nunca llegaron, ni han llegado, a cumplirse y que, como era de esperar, el creyente de esa religión aun sigue excusando.
¿Cuales fueron estas profecías? Veamos pues un repaso de ellas…
[toc]Las ventas de los derechos de su libro, derechas al fracaso
Durante el invierno de 1829 Smith Jr tuvo una una revelación: Hiram Page y Oliver
Cowdery irían a Toronto para vender los derechos de autor del Libro de Mormón
y así recaudar dinero. La revelación debió advertirles que no lo conseguirían. Joseph Smith Jr.
Según Smith, este le “preguntó a Dios” y este le dijo que algunas “revelaciones” no son de Dios. ¿como sabe un creyente entonces cuales si y cuales no, si no puede fiarse de ellas?
David Whitmer, uno de miembros de los SUD, que supuestamente vieron las famosas “planchas” y que más tarde, y debido a una lucha por el liderazgo de esta secta, se le excomulgo, reporta este incidente en su libro An Address To All Believers In Christ [Un Mensaje a Todos los Creyentes en Cristo], Richmond, 1887, reimpresión de Utah Lighthouse Ministry, pp 30-31, [http://www.utlm.org/onlinebooks/address1.htm]) véase el comentario de arriba sobre el test de una profecía verdadera.) [Para leerlo en español:
http://irr.org/mit/espanol/whitmer-a-todos-los-creyentes.pdf N.T.]
“12 Apóstoles” mormones… 11, 10, 9, 8,…
“Y vi finalmente a los doce (apóstoles mormones o Quorum de los doce) en el reino celestial de Dios. También contemple la redención de Sion y muchas cosas que la lengua del hombre no puede describir del todo.”
El 21 de Enero de 1836, Joseph Smith Jr. tuvo otra de sus “visiones”:
“los Doce Apóstoles del Cordero, que hoy están sobre la tierra… en tierras
extrajeras, formando un círculo, muy fatigados, con ropas andrajosas y los pies
hinchados…”
En ella también vio al “Élder M’Lellin al sur, de pie sobre una colina, rodeado de una 11
vasta multitud, predicándoles [y realizando una sanación milagrosa].” y a
a Brigham Young “en tierra extranjera, en el lejano sur y el oeste, en un lugar
desierto… predicándoles en su propia lengua…” A lo que al final añadió ver “a los Doce en el
reino celestial de Dios.”
(Historia de la Iglesia 2:380-381)
De los 12 apóstoles a los que se refiere, el primer “Quorum de los Doce Apóstoles”, muchos de ellos apostataron o se unieron a otras iglesias.
4 fueron excomulgados (aunque uno volvería más tarde):
- Thomas B. Marsh (26 de abril, 1835) – excomulgado en 1838, volvió a la Iglesia SUD en 1857.
- William E. M’Lellin (15 de febrero, 1835) – excomulgado en 1838, se unió a: los Rigdonitas, Strangitas y Hendriquitas después de 1844.
- Luke S. Johnson (15 de febrero, 1835) – excomulgado en 1838, volvió a la Iglesia SUD en 1846.
- John F. Boynton (15 de febrero, 1835) – excomulgado en 1838, se unió a otra iglesia.
5 Dejaron la iglesia para unirse a otras sectas:
- William Smith (15 de febrero, 1835) – se unió a los strangitas después de 1844.
- Lyman E. Johnson (15 de febrero, 1835) – dejó la Iglesia en 1838
- John E. Page (19 de diciembre, 1838) – dejo la iglesia para ser Strangita, Brewsterita y finalmente Hedriquita después de 1844.
- Lyman Wight (8 de abril, 1841) – dejó la Iglesia después de 1844
- Amasa M. Lyman (agosto, 1842) – permaneció con los SUD después de 1844 saliendo de la iglesia en 1870.
Sin contar con que otros fueron asesinados:
- David W. Patten (15 de febrero, 1835) – asesinado en 1838.
A esto faltaría añadir que:
1º.- Quórum de los Doce, constituido como en el tiempo de su
revelación, nunca estuvo reunido en tierras extranjeras como se describió.
2º.- William E. M’Lellin nunca predicó en el Sur
y 3º.- Brigham Young nunca predicó en su propia lengua a los habitantes de alguna “tierra extraña.”
La perdida de mestizaje gracias a la conversión: indios mormones y blancos
En 1830 Smith también profetizó que los Lamanitas (indios americanos) que se convirtieran a la iglesia se volverían blancos:
“Y entonces se regocijarán; porque sabrán que es una bendición para ellos de la mano de Dios; y las escamas de tinieblas empezarán a caer de sus ojos; y antes que pasen muchas generaciones entre ellos, se convertirán en una gente pura y blanca.”
(Libro de Mormón, II Nefi 30:6).
Como no se cumplió, en 1981 se alteró la frase a «puros y encantadores» (“deleitables”, según la versión española).
Irónicamente, algunos creyentes mormones, para excusar esta profecía incumplida, alegan que estos indios existieron y eran los chachapoyas (Perú). Omitiendo por supuesto que estos no eran blancos sino, según lo describe Cieza de León (1518-1554), «los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado”; que estos ya habitaron el continente desde el 900 a.e.c, contradiciendo así la historia de Mormón inventada por Smith; que estos no fueron blancos por convertirse al mormonismo, tal y como se alega en la profecía de Smith; y que, si el creyente intenta colarnos a estos indios, convierte a la modificación de los SUD, la alteración de los textos en 1981, en algo inadmisible.
Los chachapoyas, por supuesto, tenían su propia religión y no conocieron la judeocristiana, y mucho menos la versión mormona, hasta la llegada de los europeos.
La venida de Cristo en 1890 o 1891
- En 1832 afirmo que se le había aparecido Jesús . En 1835 cambió su versión y afirmo que se le habían aparecido ángeles solamente. (Diario de Discursos)
A lo que añadió esto el 14 de Febrero de 1835
«… vayan a podar la viña para el tiempo del fin, o la venida del Señor, lo cual tardaría apenas cincuenta y seis años, y cerremos la escena»
(«History of the Church» [«Historia de la Iglesia»], Vol. 2, pag. 182).
- Versión que cambió finalmente en 1838 alegando que eran Dios el Padre y Jesús. (versión oficial de SUD)
Ese mismo año repitió lo dicho anteriormente diciendo que Dios le había revelado que la venida de Cristo ocurriría dentro de 56 años (aproximadamente 1891). Según Smith:
“el Salvador del mundo aparecerá otra vez en la tierra y la escena final ocurrirá»
(«Journal of Oliver Boardman Huntington» [«Periódico de Oliver Boardman Huntington»], Vol. 2, pag. 128,129).
- El 2 de Abril de 1843 Smith afirmo haber recibido una profecía (supuestamente la anterior de 1832) y profetizó que el alzamiento de los esclavos sería antes de la venida de Cristo, lo cual, según él, sería antes de que tuviera 85 años:
«Yo profetizo en nombre del Señor Dios, que las dificultades que causarán el derrame de mucha sangre antes de la venida del Hijo del Hombre, empezarán en la Carolina del Sur. Probablemente, surgirán a causa del problema de los esclavos. Así lo declaró una voz mientras oraba en cuanto al asunto, el 25 de diciembre de 1832. En una ocasión estaba orando muy sinceramente para saber la hora de la venida del Hijo del Hombre, cuando oí una voz repetirme lo siguiente: José, hijo mío, si vives hasta cumplir 85 años, verás la faz del Hijo del Hombre; por tanto que te baste esto, y no me molestes más sobre el asunto.»
(Doctrinas y Convenios, capitulo130, versículos 12-15)
Los cálculos debieron de salirle mal a Yahvé (Smith), pues este cumplió los 85 en 1890, no en 1891. Un error así es perdonable, pero es que ni en 1890 ni en 1891 vino ese personaje bíblico, ni hubo un rapto (tal y como afirma el cristianismo que sucederá cuando esto ocurra).
Los defensores mormones del texto afirman que más adelante el propio Smith aclara esto:
“Y así quedé, sin poder decidir si esta venida se refería al principio del milenio, o a alguna aparición previa, o si yo había de morir y de esa manera ver su faz. Creo que la venida del Hijo del Hombre no se verificará antes de ese tiempo.”
Pero lo cierto es que el contexto entero, Doc. & Cov. 130:12-17, Smith hace lo que todo “profeta”:
1º.- Afirmar algo alegando que lo dicho es un mensaje celestial.
2º.- Citar que, aunque es un mensaje celestial, él no puede saberlo con seguridad (no sea que no se cumpla), dejando al creyente de su época con la duda y haciendo que este deduzca. Teniendo en cuenta el grado de confianza del creyente en su líder (en este caso Smith) no le hará dudar de su afirmación – véanse los casos de Harold Camping y otros)
y 3º.- Afirmar, en reiteradas ocasiones (al igual que hicieron los autores de los evangelios a sus fieles durante el siglo I) que, la venida o regreso de su líder “está cerca”. De hecho Smith lo reitera en varias ocasiones:
FECHA | FUENTE | AFIRMACIÓN |
3 de Noviembre de 1831 | Doctrinas y Convenios 133:17 | “Porque la hora de su venida [la Segunda de Cristo] está cerca.” |
13 de Noviembre de 1833 | (Joseph Smith diary; LDS Church Archives. Escrito por J. Smith y Sidney Rigdon.) | “…un signo seguro que la venida de Cristo está cerca, a la mano.” |
23 de Abril de 1834 | Doctrinas y Convenios 104:59 | “…preparar a mi pueblo para el tiempo, muy cerca ya, en que moraré con ellos.” |
25 de Noviembre de 1834 | Doctrinas y Convenios 106:4 | “La venida del Señor se aproxima…” |
3 de Abril de 1836 | Doctrinas y Convenios 110:16 | “El día grande y terrible del Señor está cerca, sí, a las puertas. |
¿Se cumplió dicha profecía?
Ni Cristo vino en esos años, ni durante su vida, ni antes de su muerte, ni durante el “principio del milenio” (siglo X), ni durante el principio del segundo milenio (siglo XX). Pero estos, al igual que todos los creyentes, son felices creyendo y asumiendo todo lo que estas personas, los líderes religiosos, les venden. Así que, por mucho profeta que aparezca arrojando afirmaciones sobre ese rapto y estas no se cumplan, siempre surgirán nuevos estafadores recurriendo a lo mismo y crédulos tragándoselo sin cuestionarlo.
Nota: No trataré sobre el asunto de la guerra, pues era una obviedad que esto sucedería ya que, ya desde 1830, el movimiento a favor de la abolición del trabajo esclavo empezó a crecer en los estados del Norte (los estados industrializados), frente a los estados del Sur (dependientes de un sistema agrario, y curiosamente los conocidos por sus fuertes creencias religiosas como el Cinturón bíblico”) se oponían férreamente a esto. Entre ellos el que más destacaba era Carolina del Sur, quien incluso amenazó en 1850 con separarse del resto del país. Cosa que hizo el 20 de diciembre de 1860 debido a que Lincoln, candidato abolicionista, podía ganar las elecciones. A esto se le añadió otros factores como el rechazo de Carolina del Sur a las tarifas aduaneras en 1832 impuestas por el Congreso de los EE.UU. Desde 1830 hasta 1961, una posible guerra con Carolina del Sur era algo que, sin duda, era esperado por miles de personas de la época.
- Durante este periodo, esta secta además competía con otra dirigida por William Miller (véase el enlace), quien afirmaba que Cristo vendría, ya no solo a finales de ese siglo sino a mediados (1844), a lo que su competencia, Smith, respondió:
“Por tanto escucha esto, oh tierra: El Señor no vendrá para reinar sobre los justos en este mundo en 1843, ni vendrá sino hasta que todo esté listo para la venida del esposo”
(History of the Church 5:29; Teachings of the Presidents of the Church: Joseph Smith, pág. 267).
El templo de Jerusalén reconstruido antes de la venida
«Judá ha de volver, Jerusalén ha de ser reedificada, junto con el templo… Se precisará algún tiempo para reedificar las murallas de la ciudad, el templo… y todo esto debe hacerse antes que el Hijo del Hombre aparezca»
(Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 347; Historia Documentada de la Iglesia 5:336-337 [6 de Abril de 1843).
Teniendo en cuenta que Smith afirmó (más bien prometió) que su personaje mesiánico favorito vendría antes de su muerte, esta profecía es otra más que deja constancia de como una persona puede fallar si intenta hacer predicciones de cara a un futuro cercano, y más a uno lejano:tres siglos después, aun no ha aparecido ese personaje y el templo de Jerusalem no ha sido reconstruido. (véase la imagen, actual – 3 siglos después de que Smith lo afirmara- donde sigue quedando únicamente un muro)
Teniendo además en cuenta los conflictos religiosos en esa zona por hacerse con ese territorio, pasarán aun siglos hasta que algún gobierno consiga un mínimo de estabilidad como para poder si quiera proyectar restaurar dicho templo. Y esto no es una profecía (las profecías no existen), sino una deducción.
Todos los que verían… no vieron
Orson Hyde, David Patten, Luke S. Johnson (orden en las imágenes), entre otros, según las profecías de Smith, estarían vivos para ver la segunda venida de Cristo.
Al igual que Smith, todos ellos murieron sin poder ver esa supuesta venida:
- David Pattern el 25 de Octubre 1838.
- Luke S. Johnson el 9 de Diciembre de 1861
- Orson Hyde el 28 de Noviembre de 1878.
Dios, por lo visto, no le “reveló” que estos fallecería entre 53 y 13 años antes de esa Segunda Venida.
La profecía (más bien promesa) de Isaías 11, cumplida en breve
Smith añade una visión que tiene en la que se afirma que en reiteradas ocasiones que “he aquí, viene el día” y afirmando, en tiempo presente que “arderá como un horno, y todos los soberbios, sí, todos los que obran inicuamente, arderán como rastrojo; porque los que vienen los quemarán, dice el Señor de los Ejércitos, de modo que no les dejará ni raíz ni rama.” A esto le añade la cita de Isaías “diciendo que estaba por cumplirse; y también los versículos veintidós y veintitrés del tercer capítulo de los Hechos, tal como se hallan en nuestro Nuevo Testamento. Smith afirmó que en esa visión Yahvé le “Declaró que ese profeta era Cristo, pero que aún no había llegado el día en que “toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo”, sino que pronto llegaría.”
Citó, además, desde el versículo veintiocho hasta el último, del segundo capítulo de Joel. También indicó que todavía no se cumplía, pero que se realizaría en breve; y declaró, además, que pronto entraría la plenitud de los gentiles. Citó muchos otros pasajes de las Escrituras y expuso muchas explicaciones que no pueden mencionarse aquí.
(La Perla de Gran precio, Joseph Smith historias 36-41)
Esto lo afirmó en el siglo XIX. Ni cumplió esa venida de Cristo, ni se cumplió esta “profecía.” La “paz” y el “conocimientos” prometidos, por supuesto, jamás fueron propiciados por un religioso, y menos por Smith.
Cataclismos gratuitos por doquier
Según los SUD, esta “revelación” fue “dada por medio de José Smith el Profeta en Hiram, Ohio, el 3 de noviembre de 1831 (History of the Church , 1:229–234).” En ella Smith manda a los santos prepararse para la Segunda Venida e ir a “la tierra de Sion” (Condado de Jackson Misuri – véase DyC 45 :66-67) porque “el momento [de dar la noticia] ha llegado” y los élderes (sacerdotes mormones), según el texto, deben ir a pregonar por toda la tierra para convertir a la gente en mormones porque, aunque “no se sabe el día y la hora”, tal y como se repite en reiteradas ocasiones “la hora de su venida está cerca”.
- A esta venida, el regreso de Cristo en 1891, además le acompañaban una serie de eventos. Los típicos que toda religión mesiánica que se precie debe tener:
Porque he aquí, se pondrá de pie sobre el monte de los Olivos y sobre el potente océano, sí, el gran abismo, y sobre las islas del mar y sobre la tierra de Sión. Y alzará su voz desde Sión, y hablará desde Jerusalén, y se oirá su voz entre todo pueblo.Y será una voz como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos que derribarán los montes; y no se hallarán los valles. Mandará al mar profundo, y será arrojado hacia los países del norte, y las islas serán una sola tierra; y la tierra de Jerusalén y la de Sión volverán a su propio lugar, y la tierra será como en los días antes de ser dividida. Y el Señor, sí, el Salvador, estará en medio de su pueblo yreinará sobre toda carne. Y los que estén en los países del norte serán recordados ante el Señor, y sus profetas oirán su voz, y no se contendrán por más tiempo; y herirán las peñas, y el hielo fluirá ante su presencia. Y se levantará una calzada en medio del gran mar. Sus enemigos llegarán a serles por presa, y en los yermos desolados brotarán pozos de aguas vivas; y la tierra reseca no volverá a tener sed.
(Doctrinas y Convenios 133:20-29)
Que decir tiene que, ni ocurrió eso en 1891, ni tiene el menor sentido y coherencia tal y como se narra. Cataclismos del cine de ficción han sido más coherentes desde una perspectiva científica y narrativa. (marcando ciertos límites, por supuesto)
- También afirmó, gracias a otra de sus visiones el 25 de Diciembre de 1832 ( History of the Church , 1:301–302) que en la rebelión de Carolina del Sur, la guerra entre los estados: el Sur llamará a Gran Bretaña para pedir ayuda y, como resultado, la guerra se derramará sobre todas las naciones; los esclavos se sublevarán; los habitantes de la tierra se lamentarán; habrá hambre, plagas, terremotos, truenos, relámpagos, y esto dará como resultado el fin total de todas las naciones.
(Doctrinas y Convenios 87)
Esta profecía es la más frecuentemente citada por los mormones para probar el poder profético de José Smith. Sin embargo, estos omiten o no son conscientes de la situación política en Estados Unidos en la época que se hizo.
En noviembre de 1832 Carolina del Sur había declarado su poder para “anular” cualquier acto federal, y el Presidente Jackson estaba preparado para ir a la guerra y así hacer cumplir la autoridad federal. La mayoría de la gente esperaba la guerra. De manera que la “profecía” no hacía más que reflejar la opinión común.
Aun cuando el Sur finalmente se sublevó, en 1861, aunque Gran Bretaña vino en su ayuda, otros elementos de la profecía no se cumplieron: los esclavos no se rebelaron, la guerra no se derramó sobre todas la naciones, no hubo hambruna mundial, plagas, terremotos, etc. y el resultado, por supuesto, no fue el “fin de todas las naciones.”
Morris, PJS, mantiene que en la Primera Guerra Mundial, las hambrunas asociadas y la influenza epidémica de 1918, cumplen esta profecía. Pero estas no fueron el resultado de la Guerra Civil Americana. (véase Chron JS, Dic 1832) Tampoco afirma Morris que hubiera terremotos debidos a ella.
Nueva York completamente destruida
Smith, perdón…. Dios no dejó títere con cabeza a la hora de profetizar: En una “revelación” que tuvo en Kirtland (Ohio) los días 22 y 23 de septiembre de 1832 (History of the Church , 1:286–295) se le dijo que Nueva York, Albany y Boston serían destruidas si rechazaban el evangelio. Según él, la “hora de su juicio se acerca…”
“No obstante, vaya el obispo a la ciudad de Nueva York, y a las de Albany y de Boston, y amoneste a la gente de esas ciudades, con el son del evangelio, en voz alta, de la desolación y destrucción completa que les espera si rechazan estas cosas.Porque si rechazan estas cosas, se acerca la hora de su juicio, y su casa les será dejada desierta.”
(Doctrinas y Convenios 84:114-115)
Newell K. Whitney y José Smith fueron a Nueva York, Albany y Boston y predicaron all sin mucho éxito, pues estas ciudades no aceptaron el evangelio mormón. Han pasado más de 180 años y ni fueron destruidas entonces, ni han sido destruidas todavía
Las estrellas caerán, entre otras cosas
.El 27 de Diciembre de 1832, como era de esperar, Smith realizó otra “profecía” (History of the Church , 1:302–312) . Afirmó que la tierra temblará y se tambaleará, el Sol no dará luz, la Luna será bañada en sangre, las estrellas “se irritarán extremadamente” y caerán, todo “de aquí a poco tiempo.”:
“Porque de aquí a poco tiempo, la tierra temblará y se tambaleará como un borracho; y el sol esconderá su faz y se negará a dar luz; y la luna será bañada en sangre; y las estrellas se irritarán extremadamente, y se lanzarán hacia abajo como el higo que cae de la higuera.”
Han pasado más de 59,000 días (3 siglos) y esta profecía no se ha cumplido. Es dudoso que, en cualquier sentido, las estrellas puedan caer (esta es una paráfrasis de Isaías 13:10, como también un re-fraseo de Mateo 24:29 y Marcos 13:25), como también lo son el resto de afirmaciones absurdas que se dan en ella: la tierra “tambaleando”, una luna “bañada en sangre” o el Sol escondiéndose y “negándose a dar luz”.
Un creyente mormón podría alegar que estas partes son metafóricas, pero teniendo en cuenta que para Smith, en la luna habitaban personas, el sentido metafórico no cubre la coherencia de dichas afirmaciones.
Los habitantes de la Luna
- Según Smith, los habitantes de la Luna eran de estatura uniforme (alrededor de 6 pies de altura), vestían como los Quakers [Quákeros] y vivían cerca de 1000 años.
(Journal of Oliver B. Huntington, Vol. 3, pag. 166 de la copia en maquinilla que se encuentra en «Utah State Historical Society» [«Sociedad Histórica del Estado de Utah»] y The Young Woman’s Journal [«El Periódico de la Mujer Joven»] pub. por «Young Ladies’ Mutual Improvement Associations of Zion» [«Asociaciones de Zion Para El Mejoramiento Mutuo De Las Mujeres Jóvenes»] en 1892, Vol. 3, pags. 263, 264.)
¿Quién es Olivier Granger?
Predicando sobre Oliver Granger dijo:
«… su nombre será guardado en sagrada memoria de generación en generación, para siempre, ha dicho el Señor»
(Doc. & Cov. 117:12.).
A pesar de esto, la mayoría de mormones ni saben quien es, ni han oído hablar quien es.
El defensor de esta profecía, creyente y apologista mormón por supuesto, excusa este hecho alegando que este si se recuerda ya que este está incluido en Doctrina y Convenios. , lo que ese apologista entiende por “memoria sagrada” (Stephen R. Gibson, “¿Se ha olvidado el nombre de Oliver Granger?”). Este no entiende que eso es un argumento circular.
El mismo argumento que yo puedo usar alegando que todos los españoles recordarán a una persona: “el nombre de Pablito Castañuelas será guardado en sagrada memoria de generación, en generación, ha dicho Monesvol.“ Y cuando, después de unas décadas, nadie recuerda o sabe quien es Pablito, exceptuando un grupo muy reducido o quienes han oído hablar de él gracias a mis propias citas y mis críticos, un fan mío alega que este se recuerda porque lo he escrito aquí.
Para quienes todavía no lo sepan, de parte de un crítico manteniendo esta “profecía”, a de Smithm activa: recordarles que Olivier Granger fue uno de los lideres del movimiento SUD más temprano, sherif del Condado de Ontario (NY) y un antiguo creyente de la Iglesia Metodista que se convirtió al mormonismo. Gracias a que este, cuando era joven, fue asignado para una misión por el propio Smith en una reunión celebrada en Kirtland (Ohio, 1933): resolver los asuntos financieros de allí. Y a otras misiones a lo largo de eso años, Granger fue, en 1936, ordenado sumo sacerdote y miembro del sumo consejo de Kirland el año siguiente.
La frase de Smith, más que una profecía, refleja una promesa, un tributo o halago del propio Smith hacia Granger.
Misiones ¿post mortem?
- El 17 de Abril de 1838 Smith profetizó que David W. Patten, uno de los “apóstoles” mormones, llevaría a cabo una misión para él durante la siguiente primavera (1939) acompañado del resto de apóstoles (12 en total) en “las grandes aguas”:
“De cierto, así dice el Señor, conviene que mi siervo David W. Patten arregle todos sus negocios cuanto antes, y liquide sus mercancías, para que cumpla una misión para mí la primavera entrante, acompañado de otros, sí, doce, incluyéndose él, para testificar de mi nombre y llevar alegres nuevas a todo el mundo. Porque de cierto, así dice el Señor, por cuanto hay entre vosotros algunos que niegan mi nombre, se instalará a otros enlugar de ellos y recibirán su obispado. Amén.”
(Doc.& Co. 114:1, 118:4 ). Vea «History of the Church» [«Historia de la Iglesia»], Vol. 3, p. 171, 10-25-38.
Patten murió en octubre de 1838 al defender el territorio Mormón, en lo que denominaron como la Guerra de Mormón en Missouri. Algunos mormones tratan de justificar esto declarando que Patten fue en cierta forma alguien indigno. Sin embargo, el propio Smith declaró que Patten murió como “un hombre muy digno”
(History of the Church (Historia de la Iglesia), vol. 3, p. 171).
La tierra prometida de los mormones
A las anteriores promesas podemos añadir las típicas que toda religión “revelada” debe tener como base sobre tierras prometidas para sus fieles.
- Según Smith, el templo en Independence (Missouri) sería construido durante esa “generación”. Que Sion se establecería en “Independence” (Misoury) y que no sería “cambiado su lugar” de allí.
(D&C 57:1-3, 84:3-5, 97:19-20 y 101:16-20 ).
Los SUD fueron expulsados del condado de Jackson en 1834, la tierra a la que hace referencia, y a la que Smith pretendía cambiar de nombre. Tierra en la que, ni se construyó ninguna Sion y que sigue sin pertenecer a los mormones, después de 3 siglos. De hecho tuvieron que cambiar su queridísima “Sion” a Salt Lake City (Utah)
Los apologistas mormones ponen como excusa lo que mejor saben hacer, darle giros semánticos a la frase descontextualizándola por completo para que la afirmación de Smith no sea esa sino otra y esta “profecía” aun pueda estar vigente “por los siglos de los siglos”. (véase el enlace). La excusa de rigor es: que si el texto bíblico Jesús habla de que volvería durante la generación de sus seguidores y no lo hizo. La palabra “generación” puede adquirir un significado muy amplio. A fin de cuentas, si a ese personaje se le consiente esto ¿por qué no a Smith?
- Joseph Smith Jr. recibe otra visita celestial que le ordena, una vez expulsados de Independence, crear un ejército de personas que “rediman” a Sión a través del “poder” físico.
La operación falla por completo cuando el ejército es invadido por una plaga antes de que lleguen a Independence, Missouri
(D&C 103; History of the Church (Historia de la Iglesia) 1. , vol. 2, pags. 114-116).
Smith vuelve, por supuesto, a la carga en 1938 con otra profecía: construir un templo en Far West (Missouri).
Se le ordena a los mormones no cesar en el trabajo del templo hasta que esté completo y tal y como su dios lo indica:
“Sea para mí la ciudad de Far West una tierra santa y consagrada; y se llamará santísima, porque es santa la tierra sobre la cual os halláis.Por tanto, os mando edificarme una casa para el recogimiento de mis santos, a fin de que me adoren.”
(D&C 115:1, 7-8, 10, 12).
Nota: Jamás entenderé dos cosas del creyente: 1º.- como puede tragar la contradicción de tener un dios ubicuo (omnipresente) que necesite que le construyan templos para tal fin. Y 2º.- que un dios omnipotente y omnisciente “necesite” constantemente de elogios y halagos por parte de´nadie. Supongo que a esto habrá que aplicarla la excusa típica de que “los caminos de dios son inescrutables” (y su ego insaciable)
Estos, de nuevo, fueron expulsados y de ese templo solo quedaron las piedras angulares.
El triunfo de los mormones
El 20 de Marzo de 1839, Smith, estando en la cárcel de Liberty (Missouri) predijo que triunfaría sobre todos sus enemigos:
- Será vengado de sus enemigos por la espada (v. 5) (esto está expresado como una oración, supuestamente Dios había prometido a Joseph Smith que sus oraciones serían contestadas; solo necesitaba pedir. D&C 29:6)
- Sus amigos no lo acusarán de transgresiones (v. 10)
- Quienes lo acusan de transgresión verán su esperanza desecha. (v. 11)
- Dios “mudará los tiempos y las estaciones.” (v. 12)
- Los enemigos de José Smith serán sorprendidos” en su propia astucia.” (v. 12)
- “de aquí a pocos años… [sus enemigos] y su posteridad serán arrasados de debajo de los cielos, dice Dios, que no quedará ni uno de ellos para estar junto al muro.” (v. 15)7
- El conocimiento será derramado desde los cielos sobre las cabezas de los mormones.
(Doctrinas y Convenios 121)
Pero ninguna de sus profecías se cumplieron y estos, además, fueron expulsados 8 años más tarde:
- Los enemigos de Joseph Smith no fueron destruidos “por la espada;” más bien, los mormones fueron exitosamente expulsados de Missouri.
- Sus amigos sí lo acusaron de transgresiones en pocos años, y esas acusaciones (en The Nauvoo Expositor) resultaron en su arresto y destrucción, tal y como él como deseaba a sus enemigos.
- Dios no “cambió los tiempos y las estaciones” sea lo que sea eso.
- En general, los enemigos de los mormones consiguieron su meta de expulsar a los mormones y “destruir” a Joseph Smith.(este murió a balazos)
- Su posteridad, la de sus enemigos, además no fue destruida, sino que sobrevivió. Por lo menos, no hay registro de que los anti-mormones de Missouri fueran arrasados.
- Y por último ¿qué “conocimiento” se ha “derramado desde los cielos” sobre los mormones desde 1839? (esta, para quien no lo sepa todavía, es gente que piensa que existe ropa mágica que les protege de todo)
Nota: Uno puede preguntarse por qué Joseph Smith pasó tanto tiempo en prisión; de
acuerdo al Libro de Mormón, Mormón 8:24, la fe puede hacer que los muros de la
prisión se derrumben.
¿Quienes se confundirían?
A las anteriores profecías relativas sobre él, hay que añadirle además su afirmación de que sus enemigos, los enemigos de Joseph Smith, serán confundidos cuando intenten destruirlo.
Smith murió de un disparo en la cárcel de Carthage (Illinois) el 27 de junio de 1844.
La Casa de Nauvoo, la casa de nadie
- Smith afirmó el 11 de Enero de 1841 haber recibido otra de sus “visiones” (revelaciones, profecías, o como quieran llamarlas esos crédulos que son sus seguidores): la construcción de una casa en Illinois, la Casa de Nauvoo. Luegar que, según el seria “un lugar de descanso para el viajante cansado”. Lugar que, según Smith, le fue detallado por su dios y en el que pertenecería su familia para siempre.
La casa empezó a construirse un año antes y cuyo objetivo era convertirse en una pensión, acabo siendo la residencia de la propia familia Smith (Mansión Riverside).
La casa, por supuesto, además de no ser ese “lugar de descanso” y de no llamarse Casa de Nauvoo (esto se quedo solo como nombre para una asociación creada por George Miller, Lyman Wight, John Snider y Peter Haws, supervisores del proyecto de construcción), jamás fue terminada.
- A esto cabria añadir que, según Smith, dios también le dijo sobre la casa:
“Por consiguiente, haya lugar en esa casa para mi siervo José y para su posteridad después de él, de generación en generación, para siempre jamás, dice el Señor.”
Joseph y su hermano Hyrum Smith murieron en 1844 y su esposa, Emma Smith, vivió allí hasta su muerte (1871). La familia Smith perdió la propiedad de la casa hasta que en 1909 la iglesia SUD compro dicha propiedad (Doctrina y Convenios 124:56-83; Enciclopedia del Mormonismo – New York: Macmillan, 1992 «Nauvoo House.»).
Nota: Si sois lideres de un grupo de creyentes de vuestras propias afirmaciones y queréis conseguir propiedades y/o que os construyan una casa, ya sabéis: solo tenéis que decir que os lo ha ordenado vuestro amigo imaginario, el personaje que os habéis inventado, y listo.
Fuentes:
Además de las citadas a lo largo del artículo, también se pueden encontrar estas y otras profecías en la web http://www.exmormon.org/prophet.htm.
An american prophet`s: record the diaries and journal of -joseph smith (salt lake city:signature book, en cooperación con smith research associated, 1989).
Joseph Smith, historia de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2 edic.B.H.Robert, 7 tomos (salt lake city: deseret book, 1978).
Joseph Smith: un verdadero profeta de dios (Duane S. Crowther)
Dialogue:a journal of mormon thought (verano de 1982)
Smith, Historia de la iglesia,
Doctrinas y Convenios
Liibro del mormon
Journal of Oliver B. Huntington, tomo 2.
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