La necesidad del ateísmo (The Necessity of Atheism), es un tratado sobre el ateísmo por el poeta inglés Percy Bysshe Shelley publicado en 1811, cuando él era un estudiante en el University College de Oxford. Una copia de la primera versión se envió un extracto firmado a los equipos directivos de los colleges en la Universidad de Oxford. En aquel momento, el contenido era tan transgresor contra las autoridades que Percy Bysshe Shelley, junto con su compañero Thomas Jefferson Hogg fueron expulsados temporalmente por negar su autoría del texto.
El Libro
El tratado comienza con el razonamiento de los objetivos del autor:
As a love of truth is the only motive which actuates the Author of this little tract, he earnestly entreats that those of his readers who may discover any deficiency in his reasoning, or may be in possession of proofs which his mind could never obtain, would offer them, together with their objections to the Public, as briefly, as methodically, as plainly as he has taken the liberty of doing. Percy Bysshe Shelley: «The Necessity of Atheism».
(Dado que el amor a la verdad ha sido el único móvil de este breve tratado, el Autor ruega encarecidamente a los lectores que puedan descubrir cualquier deficiencia en su razonamiento, o que puedan estar en posesión de pruebas que su mente no pudo alcanzar, los ofrezcan, junto con sus objeciones, al Público, tan breve, metódica y claramente como él se ha tomado la libertad de hacerlo.)
Shelley hace una serie de afirmaciones como que las creencias de una persona son involuntarias, por lo que las personas ateas no eligen serlo y no deben ser perseguidas. Hacia el final del escrito escribe: «La mente no puede creer en la existencia de un Dios»1 y firma el escrito con: Thro’ deficiency of proof, AN ATHEIST,1 (Por deficiencia de pruebas, un Ateo) que da una idea de la naturaleza empírica de sus creencias.
El autor
Percy Bysshe Shelley (1792-1822) es considerado hoy en día, junto con Blake, Byron y Keats, uno de los grandes poetas del romanticismo inglés. Sin embargo, esta justa fama de poeta visionario ha ocultado durante mucho tiempo una parte fundamental de sus escritos. Shelley entendió su vida no solo como construcción de un mundo poético propio, sino, paralela e inevitablemente, como una lucha individual y colectiva contra todo lo que viniera a intentar anular ese esfuerzo. De esta forma, durante toda su existencia llevó a cabo una desbordante actividad política radical a través de la cual expresó su rechazo y rebeldía ante toda injusticia social, modulando una postura vital que permitió al mismísimo Karl Marx calificarlo sin ambages como «un auténtico revolucionario». Si el romanticismo, como movimiento histórico, nace entre otras cosas como fuerza de rechazo contra el mundo creado por la revolución industrial, Shelley será sin duda el ejemplo más logrado de este ímpetu romántico de reconstrucción de la sensibilidad y la vida humana más allá de las coordenadas del capitalismo. El ateísmo, la organización de la lucha política, el vegetarianismo, la no-violencia, el amor libre o la condena de la pena de muerte son algunos de los postulados que Shelley, adelantándose brillantemente a su tiempo, defendió durante toda su corta pero intensa vida. Y sobre todos ellos, como fuerza primordial, ese aliento utópico que, como el famoso viento del oeste, desordena el presente y lo dirige hacia un futuro diferente. Según uno de sus biógrafos, «durante un siglo, una gran parte de la popularidad de Shelley estuvo indudablemente basada en el escamoteo del Shelleyreal». La presente edición, a cargo de Julio Monteverde, ofrece una amplia selección de sus textos de combate, la mayoría de ellos traducidos por primera vez al castellano, y muestra lo esencial de la propuesta política de Shelley para situarlo con todo derecho en el terreno de los grandes precursores de una actitud poética y política nueva.
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