"El cristianismo le dio al erotismo su sabor de pecado y leyenda cuando dotó a la hembra humana de un alma."

Simone de Beauvoir | Filosofa escritora y activista política francesa, refiriéndose al Concilio de Nicea, en el cual, por un solo voto, se declaró que la mujer era “humana”

Al dios bíblico no le gustan los perros

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Con aproximadamente una relación de 32.000 años, según las evidencias arqueológicas y genéticas, el Canis lupus familiaris o «perro doméstico» se convirtió en un compañero casi indispensable para nuestra especie: ya fuera primero eliminando desperdicios alimenticios, alimañas, cazando, ayudando al pastoreo, como defensa de sus «amos» o simplemente haciendo compañía. Este «mejor amigo del hombre», sin embargo, es usado en ámbitos lingüísticos y culturales en algunas ocasiones como un insulto. En esto, cómo no, también ha contribuido la religión. ¡Faltaría más! De hecho la propia RAE recoge esto en su diccionario. ¿Qué, entonces, es lo que pusieron por escrito los autores de la Biblia como para que el gran y servicial compañero del hombre se convirtiera en un apelativo negativo? ¿por qué usaron a tal animal de dicho modo?

Antiguo testamento

Éxodo

Éxodo 11:7

Pero entre todos los hijos de Israel, ni un perro les ladrará, ni a los hombres ni a los animales, para que sepáis que Jehovah hace distinción entre los egipcios y los israelitas.»

Estarán tan protegidos por Yahvé que  «ni un perro les ladrará». Una común interpretación ofrecida por teólogos es que los autores ya usaban perro para referirse a sus enemigos, los egipcios, debido a que estos adoraban a Anubis (una deidad egipcia, el dios de la muerte, con cabeza de cánido). Puede que esta sea una de las primeras referencias despectivas que se mencionan en la Biblia usando al perro para tal fin.

Éxodo 22:30

Sean para mí como personas consagradas: ustedes no comerán de la carne que haya sido destrozada por animales en el campo, sino que se la darán a los perros.

La comida más «impura» no se debe consagrar a Yahvé, esta sólo sirve como alimento para los perros.

Nota: Algunas versiones traducen este versículo de una forma «libre» como: 

(BAD)  »También serán para mí los primogénitos de tus toros y de tus ovejas. Los dejarás con sus madres siete días, pero al octavo día me los entregarás.

(DHH)  lo mismo que la primera cría de tus vacas y de tus ovejas. Pueden quedarse siete días con su madre, pero a los ocho días de nacidos me los darás.

Me pregunto de qué fuente parten, pues en las copias más antiguas, en griego, lo que se dice es esto:

καιG2532 CONJ ανδρεςG435 N-NPM αγιοιG40 A-NPM εσεσθεG1510 V-FMI-2P μοιG1473 P-DS καιG2532 CONJ κρεαςG2907 N-ASN θηριαλωτονA-ASN ουκG3364 ADV εδεσθεG2068 V-FMI-2P τωG3588 T-DSM κυνιG2965 N-DSM απορριψατεV-AAD-2P αυτοG846 D-ASN

Así, dichas traducciones sustituyen, como por arte de magia, las referencias al perro (del griego κύων kúon;  perro (lit. o fig.):-perro ) y a qué hacer con los anatemas (cosas consagradas – para sacrificar).

Jueces

Jueces 7:5

Entonces hizo descender el pueblo a las aguas, y Jehovah dijo a Gedeón: —A todo el que lama el agua con su lengua, como lame el perro, lo pondrás aparte. Asimismo, a cualquiera que se doble sobre sus rodillas para beber.

1 Samuel

1 Samuel 17:43

Y el filisteo preguntó a David: —¿Acaso soy yo un perro para que vengas contra mí con palos? El filisteo maldijo a David por sus dioses.

De nuevo, otra referencia despectiva usando «perro» para tal fin.

1 Samuel 24:15

¿Tras quién salió el rey de Israel? ¿A quién persigue? ¿A un perro muerto, a una pulga?

Nota: de nuevo, algunas versiones traducen este versículo de una forma totalmente distinta:

(BAD)  ¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de ti!

(DHH)  Por lo tanto, que el Señor decida y juzgue entre nosotros dos; ¡que sea él quien examine mi causa y me defienda de Su Majestad!»

(NBLH)  «Sea el SEÑOR juez y decida entre usted y yo; que El vea y defienda mi causa y me libre de su mano.»

¿Qué dice el griego?

καιG2532 CONJ νυνG3568 ADV οπισωG3694 PREP τινοςG5100 I-GSN συG4771 P-NS εκπορευηG1607 V-PAS-3S βασιλευG935 N-VSM ισραηλG2474 N-PRI οπισωG3694 PREP τινοςG5100 I-GSN καταδιωκειςG2614 V-PAI-2S συG4771 P-NS οπισωG3694 PREP κυνοςG2965 N-GSM τεθνηκοτοςG2348 V-RAPGS καιG2532 CONJ οπισωG3694 PREP ψυλλουN-GSM ενοςG1519 A-GSM

 

2 Samuel

2 Samuel 3:8

Abner se enfureció muchísimo por las palabras de Isboset y le dijo: —¿Acaso soy yo una cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy estoy mostrando lealtad a la casa de tu padre Saúl, a sus hermanos y a sus amigos, y no te he entregado en mano de David. ¿Y hoy me llamas a cuentas por una falta con esta mujer?

De nuevo, otra referencia despectiva usando «perro» en referencia a otros pueblos.

2 Samuel 9:8

El se postró y preguntó: —¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

La expresión «perro muerto» hace referencia a algo insignificante. El autor en dicha frase usa dicha expresión para denotar la humildad del personaje.

2 Samuel 16:9

Entonces Abisai, hijo de Sarvia, preguntó al rey: —¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? ¡Por favor, déjame pasar, y le cortaré la cabeza!

1 Reyes

1 Reyes 14:11

El que muriere de los de Jeroboam en la ciudad, le comerán los perros; y el que muriere en el campo, comerlo han las aves del cielo; porque Jehová lo ha dicho.

Qué más indigno que servir de carroña para un animal al cual consideraban un carroñero: el perro.

1 Reyes 16:4

El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo, comerlo han las aves del cielo.

 

1 Reyes 21:19

Le hablarás diciendo: «Así ha dicho Jehovah: ‘¿Has asesinado y también has tomado posesión?’» Luego le hablarás diciendo: «Así ha dicho Jehovah: ‘En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre.’»

 

1 Reyes 21:23-24

También de Jezabel ha hablado Jehovah diciendo: «Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Jezreel.

Al que de Acab muera en la ciudad, lo comerán los perros; y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo.»

 

1 Reyes 22:38

Lavaron el carro junto al estanque de Samaria (donde las prostitutas se lavaban), mientras los perros lamían su sangre, conforme a la palabra que Jehovah había hablado.

 

2 Reyes

2 Reyes 8:13

Y Hazael dijo: ¿Por qué? ¿es tu siervo perro, que hará esta gran cosa? Y respondió Eliseo: Jehová me ha mostrado que tú has de ser rey de Siria.

 

2 Reyes 9:10

Y á Jezabel comerán perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, y echó á huir.

 

2 Reyes 9:36

Y volvieron, y dijéronselo. Y él dijo: La palabra de Dios es ésta, la cual él habló por mano de su siervo Elías Thisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel.

 

Tobías

Tobías 6:2

Partió el muchacho en compañía del ángel, y el perro les seguía. Yendo de camino, aconteció que una noche acamparon junto al río Tigris.

 

Tobías 11:4

Prosiguieron, pues, los dos juntos; el ángel le dijo: «Toma contigo la hiel.» El perro seguía detrás de ellos.

Judit

Judit 11:19

Luego guiaré a Su Excelencia a través de Judea hasta Jerusalén, y colocaré el trono de Su Excelencia en medio de la ciudad. Podrá llevarse a sus habitantes como a ovejas sin pastor, y no habrá ni un perro que le gruña. Yo he averiguado esto con anticipación, y Dios me lo ha comunicado y me ha enviado a comunicárselo a Su Excelencia.

Job

Job 30:1

Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; Cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.

Salmos

Salmos 22:16-17

16 Los perros me han rodeado; me ha cercado una pandilla de malhechores, y horadaron mis manos y mis pies.

17 Puedo contar todos mis huesos; ellos me miran y me observan.

De nuevo, se usa perro de forma despectiva.

Nota 1: Este es otro de esos versículos, de tantos que hay con mismo problema, que según qué versión se use se traduce de una forma u otra. Así, por ejemplo, unas  traducen únicamente al versículo 17 de ese modo mientras que otras lo traducen así:

(BAD)  Puedo contar todos mis huesos;con satisfacción perversala gente se detiene a mirarme.

(DHH)  ¡Puedo contarme los huesos! Mis enemigos no me quitan la vista de encima;

(LPD)  Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; taladran mis manos y mis pies y me hunden en el polvo de la muerte.

(N-C)  Me rodean como perros, me cerca una turba de malvados; han taladrado mis manos y mis pies»

(BLA)  Con tanto mirarme y observarme pudieron contar todos mis huesos.

(JER)  (18) Puedo contar todos mis huesos; ellos me observan y me miran,

(PDT)  Puedo ver mis huesos y contarlos uno a uno. Mientras tanto, toda esa gente sigue observándome.

Todo depende, como habrá notado, de la numeración que emplee la traducción. Muchas versiones bíblicas traducen al versículo 16 tal y como figura arriba (o de forma similar), mientras que otras lo hacen así:

(LPD)  mi garganta está seca como una teja y la lengua se me pega al paladar.

(N-C)  Seco está como un tejón mi paladar, mi lengua está pegada a las fauces, y me han echado al polvo de la muerte.

¿Qué dice el griego?

οτιG3754 εκυκλωσανG2944 μεG1473 κυνεςG2965 πολλοιG4183 συναγωγηG4864 πονηρευομενωνG4188.2 περιεσχονG4023 μεG1473 ωρυξανG3736 χειρας μουG5495 G1473 καιG2532 ποδας μουG4228 G1473

A lo largo del libro Salmos el problema de la numeración se repite.

Nota 2: Algunos comentaristas bíblicos, generalmente cristianos, alegan que este capítulo de Salmos es una profecía que se cumple con Jesús. De hecho se sirven del versículo  16 cuando el autor dice que los malvados (a quien el autor del Salmo denomina «perros») le «horadaron (sus) manos y mis pies»  alegando que esto sucede con Jesús. Lo cierto, más bien, es que los autores neotestamentarios copiaron y usaron, en algunas ocasiones literalmente, citas del Tanaj (Antiguo testamento, para el cristianismo) a la hora de componer su relato. Muchas veces, tal y como en esta, a modo de profecías cuando en realidad no lo eran. Así, por ejemplo, podemos ver en este Salmo que en su versículo 1 dice:

¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?

Misma cita que emplea el autor de Mateo (Mat 27:46) y anteriormente, de quien este se copia, el autor de Marcos (Mar 15:34).

El Salmo 22, para desgracia de quienes alegan que es una profecía, en su contexto, es en realidad una súplica. Algo que queda patente cuando el autor del Salmo le pide a Yahvé que le ayude, por ejemplo, en 22:19-22. La única «profecía» en este Salmo, que en realidad es una amenaza seguida de una promesa del autor, se realiza a partir de ahí: desde 22:23 hasta el final, 22:31. Los autores bíblicos eran muy dados a las amenazas.

 

Salmos 22:20

Libra mi alma de la espada; libra mi única vida de las garras de los perros.

De nuevo el autor usa «perro» de forma despectiva.

Salmos 59:6

Vuelven al anochecer, aúllan como perros y rodean la ciudad.

 

Salmos 59:14

¡Que vuelvan al anochecer y aúllen como perros! ¡Que rodeen la ciudad!

 

Salmos 68:23

para que laves tus pies en sangre, y también la lengua de tus perros en la de tus enemigos.

 

Proverbios

Proverbios 26:11

Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su insensatez.

 

Proverbios 26:17

El que se entremete en pleito ajeno es como el que agarra de las orejas a un perro que pasa.

Todo Proverbios 26 es una oda al insulto que el autor realiza para justificar sus afirmaciones y consejos.

Eclesiastés

Eclesiastés 9:4

Pero para todo aquel que está unido a los vivos hay esperanza, pues mejor es perro vivo que león muerto.

De nuevo, el autor usa el menosprecio al perro en su analogía para explicar que es mejor estar vivo o rodearse de aquello que está vivo que de aquello que está muerto.

Eclesiástico

Eclesiástico 13:18

¿Qué paz puede tener la hiena con el perro? ¿qué paz el rico con el indigente?

 

Eclesiástico 26:25

Si la mujer es una callejera, hasta un perro es mejor que ella; pero si se tiene respeto, cumplirá con los mandamientos de Dios.

El «cumplir los mandamientos de dios» viene a ser lo que dice el machista y misójino autor de Eclesiástico 26 (véase el capítulo entero). Si no lo hace, para este autor, la mujer entonces pasa a ser peor que un perro (recordemos la imagen que tienen los autores bíblicos de este animal). A modo de ejemplos, esta es la opinión de dicho autor de una mujer que los cumple:

Las ateas, por supuesto, no son buenas y es lo que da Dios como castigo a quienes no cumplen sus leyes:

Si rechazas la ley de Dios,
te podrías casar con una mujer
que no cree en él;
pero si lo obedeces
él te dará una buena esposa.

La «mujer buena», en opinión del autor, viene a ser la mujer sumisa, recatada, que no discrepa y que no tiene o no muestra opinión alguna. Del hombre con mismas actitudes no dice absolutamente nada dicho autor.

Si es usted mujer y se tiene un mínimo de respeto, o si es hombre y siente mismo respeto hacia la mujer, no lea dicho capítulo: puede que le produzca nauseas.

Isaías

Isaías 56:10-11

Sus centinelas son ciegos; no conocen. Todos ellos son perros mudos que no pueden ladrar, videntes echados que aman el dormitar.

Son perros comilones e insaciables; son pastores que no saben entender. Todos ellos se apartan tras sus propios caminos, cada cual tras su propio provecho.

 

Isaías 66:3-4

«El que mata un toro es como el que mata a un hombre; el que sacrifica una oveja es como el que desnuca un perro; el que presenta ofrenda vegetal es como el que presenta sangre de cerdo; el que hace una ofrenda memorial de incienso es como si bendijese a un ídolo. Así como ellos escogieron sus propios caminos y sus almas se complacieron en sus abominaciones,

yo también escogeré tratarlos con penurias y traeré sobre ellos lo que temen. Por cuanto llamé, y nadie respondió; hablé, y no escucharon. Más bien, hicieron lo malo ante mis ojos y escogieron lo que no me agrada.»

De nuevo se  usa al perro como insulto. Otra muestra más del menosprecio hacia este animal. En los comentarios de Jamieson-Fausset-Brown se explica esto:

 degollase un perro—que era una abominación según la ley judía (Deu_23:18): es probable que se hiciese eso por causa de que los perros eran venerados en Egipto. El no honra esta abominación usando la palabra sacrificio. sino el término degradante degollar (Exo_13:13; Exo_34:20). Los perros, por ser inmundos, están equiparados con los cerdos (Mat_7:6; 2Pe_2:22).

Jeremías

Jeremías 15:3

Designaré contra ellos cuatro clases de males, dice Jehovah: la espada para matar, los perros para arrastrar, y las aves del cielo y los animales de la tierra para devorar y destruir.

Nuevo testamento

Mateo

Mateo 7:6

No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra vosotros y os despedacen.

 

Mateo 15:25-27

Entonces ella vino y se postró delante de él diciéndole: —¡Señor, socórreme!

El le respondió diciendo: —No es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.

Y ella dijo: —Sí, Señor. Pero aun los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños.

Una mujer le tiene que suplicar y replicar a Jesús para que este haga algo por su hija. En este caso, sanarla (15:28). No sin antes hacer una comparación como el acto de sanar a dicha niña como «tomar el pan de los hijos» para «echarlo a los perritos».

Nota: Para quien crea que con «perritos» no se refería a la hija de esta mujer, me remito a qué explican varios teólogos al respecto:

«A los perritos», perros de cola, etc., el diminutivo de κυων [G2965], un perro. Los judíos, mientras se jactaban de ser hijos de Dios, dieron el nombre de perros a los paganos, por su idolatría, etc.

Treasury of Scriptural Knowledge

 

A los perros, lit., «perritos». Una referencia a los grandes perros salvajes tan comunes en el Este, sería muy despectivo; Se entienden perros domésticos; Un sentido que la mujer usó hábilmente.

A Popular Commentary on the NT

 

Pero él respondió y dijo. Al fin, Jesús le habló directamente; Pero sus palabras eran ásperas en el sonido, todavía imponiendo la repulsión anterior. No se cumple; Οὐκ ἔστι καλόν: no est bonum (Vulgata). Otra lectura de menos autoridad es oboe ἔξεστιν, «no es lícito». La cuestión es más justa y oportuna que la legalidad. Tomar el pan de los niños. «Los hijos» son el pueblo escogido, «los hijos del reino» (Mateo 8:12), que ocupaban esta alta posición por elección, sin embargo los individuos podrían perderla por un uso indigno de privilegios. «Pan» significa significar las gracias y favores otorgados por Dios en Cristo. Para lanzarlo. Un término humillante; No para darlo, como lo haría con sus hijos, sino para tirarlo como sin valor, sólo para animales. Perros (κυναρίοις). Un diminutivo despectivo, hecho por Wickliffe, «whelpies», o, como podríamos decir, «curs.» Este era el término aplicado por los judíos a los gentiles, así como los turcos hoy en día hablan de «perros de los cristianos», y como en épocas posteriores, por una inversión curiosa, los judíos mismos fueron generalmente saludados con el nombre oprobio de «perros. «Algunos han visto un término de cariño en el diminuto» perritos «, como si Cristo deseaba suavizar la dureza de la expresión refiriéndose, no a los animales que rondaban sin dueño que actúan como carroñeros en las ciudades orientales, pero a los reclusos acariciados De la casa del amo, pero la Escritura no da ninguna garantía de pensar que los hebreos siempre mantuvieron a los perros como amigos y compañeros, en nuestra moda moderna, y nuestro Señor adopta el lenguaje de sus compatriotas para poner a la mujer en su posición correcta, A quien los judíos no podían tener compañerismo, tomar las bendiciones de la Iglesia de Israel para darlas a los extranjeros era arrojarlas en recipientes indignos.

The Pulpit Commentary

 

Marcos

Marcos 7:27-28

Pero Jesús le dijo: —Deja primero que se sacien los hijos, porque no es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.

Ella respondió y le dijo: —Sí, Señor; también los perritos debajo de la mesa comen de las migajas de los hijos.

Mismo texto que en Mateo, mostrando una actitud despreciable e intolerante en la cual denomina despectivamente como «perros» tanto a la madre que le suplica ayuda como a su hijo enfermo.

Lucas

Lucas 16:21

y deseaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico. Aun los perros venían y le lamían las llagas.

Para hacer una narrativa de una situación lamentable el autor de Lucas usa al perro pues, hasta este animal tan despreciable le lamía las llagas.

Los perros: Los perros salvajes y sin dueño que vagan por las calles de una ciudad oriental y actúan como carroñeros. Como.-En contraste con la inhumanidad de los hombres hacia el mendigo se pone la piedad de los perros: se lamían sus llagas como lamen las suyas propias.

The Preachers Homiletical

Filipenses

Filipenses 3:2

¡Guardaos de los perros! ¡Guardaos de los malos obreros! ¡Guardaos de los que mutilan el cuerpo!

2 Pedro

2 Pedro 2:22

Pues mejor les habría sido no haber conocido el camino de justicia, que después de conocerlo, volver atrás del santo mandamiento que les fue dado.

A ellos les ha ocurrido lo del acertado proverbio: El perro se volvió a su propio vómito; y «la puerca lavada, a revolcarse en el cieno».

El autor de Pedro insulta usando al perro (además de al cerdo, otro animal «inmundo» para ellos) como analogía a todo aquel que no le haga caso. Para se sirve de una cita de Proverbios 26:11 (véase más arriba): todo aquel que no crea lo que le afirma este es un «necio».

Apocalipsis

Apocalipsis 22:15

Pero afuera quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira.

 

 Advertencia:

Como ya conozco la lógica de la mayoría de religiosos, supongo que alguno vendrá negando que en su queridísima Biblia se usa a tal animal como insulto o como forma para referirse a alguien de forma despectiva. Para todos ellos, esto es lo que dicen los distintos diccionarios bíblicos:

1. kuon (kuvwn, 2965), se utiliza en dos sentidos: (a) natural (Mat 7:6; Luk 16:21; 2Pe 2:22); (b) metafórico (Phi 3:2; Rev 22:15), de aquellos cuya impureza moral los excluirá de la nueva Jerusalén. Los judí­os utilizaban este término para designar a los gentiles, con la idea de impureza ceremonial. Entre los griegos se trataba de un calificativo denotando impudicia. El término lat. canis y el castellano can están relacionados etimológicamente con kuon. 2. kunarion (kunavrion, 2952), diminutivo del Nº 1, cachorro, perrillo. Se utiliza en Mat 15:26,27; Mc 7.27, 28.¶

Diccionario Bíblico Vine

 

griego kuon, latí­n can. Mamí­fero carnicero del cual existen infinidad de variedades. Domesticado desde muy antiguo, Jb 30, 1; se le rindió culto en muchas culturas, como en Egipto y Mesopotamia, y quedan algunas representaciones artí­sticas de él. Animal de poca estima en los tiempos bí­blicos, Ex 11, 7; 22, 30; 1 S 17, 43; vagabundo, Ex 11, 7; Sal 59 (58), 7; carroñero, devorador de cadáveres humanos, 1 R 14, 11; 16, 4; 2 R 9, 36; voraz, no se harta, Is 56, 10-11. Con esta connotación de vil, Mt 7, 6, miserable, Mt 15, 26; Lc 16, 21, ruin, encontramos en la Escritura profusamente el término p., en hebreo keleb, para denostar, injuriar o referirse a alguien despectivamente, Dt 23, 19; Flp 3, 2; Ap 22, 15; para abajarse ante el Creador, 2 R 8, 13; para humillarse ante alguien, 2 S 9, 8; el ofendido reclama que es tratado como p., 1 S 24, 15; 2 S 3, 8. En los libros sapienciales se recurre frecuentemente a la imagen del p., Pr 26, 11, a este lugar acude Pedro en su segunda epí­stola, 2 P 2, 22; Qo 9, 4; Si 13, 18.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

 

vet, El perro palestino es análogo al perro vagabundo de la India. Al comienzo de la historia del pueblo de Israel se le ve rondando por las calles y por las afueras de las ciudades (Sal. 59:6, 14), alimentándose de lo que les echaran (Ex. 22:31), lamiendo la sangre derramada (1 R. 22:38; Sal. 68:23) y devorando los cadáveres (1 R. 14:11; 16:4; 2 R. 9:35, 36). En algunas ocasiones, los perros se reúnen para atacar a los hombres (Sal. 22:17, 21). Entrenado, desde una época remota, para ayudar al pastor, a proteger a los rebaños contra las fieras y los ladrones (Jb. 30:1). En ocasiones, ya domesticado, seguí­a a su dueño de lugar en lugar (Tob. 5:11; 11:4), quedándose con él en la casa, comiendo las migas que caí­an de la mesa (Mr. 7:28). Jesús habla de los perros lamiendo las llagas del pobre, a la puerta del rico (Lc. 16:21). Los antiguos se serví­an de los perros para la caza. Eran considerados como inmundos por sus hábitos alimentarios y por sus costumbres. Llamar a alguien perro era un grave insulto (1 S. 17:43; 2 R. 8:13). El término perro se emplea como metáfora para designar a los que son incapaces de apreciar lo grande y lo santo (Mt. 7:6), a los cí­nicos y a los propagadores de falsas doctrinas (Fil. 3:2). Lo mismo que un perro que vuelve a su vómito, vuelven ellos a los pecados que habí­an hecho profesión de abandonar para siempre (2 P. 2:22; cfr. Pr. 26:11). Se cree que “el precio de un perro” (Dt. 23:18) es una alusión a la sodomí­a. Los judí­os de épocas posteriores llamaban “perros” a los paganos porque, según la Ley, eran impuros. El mismo Jesús utiliza este término para expresar, de una manera contrastada, su doctrina de la gracia (Mt. 15:26; Mr. 7:27). Finalmente, en Apocalipsis se denomina perros a los excluidos del cielo (Ap. 22:15).

Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

 

«El desprecio y la repugnancia con que se considera al PERRO en el AT es algo que el occidental, para el que este animal es un compañero y colaborador, difícilmente pueda comprender. Generalmente se acepta que fue el primer animal que se domesticó, y que al final de la edad de piedra existía en muchas partes del mundo. La mayor parte de los especialistas considera que el lobo es el antecesor de las innumerables y variadas razas de perros domésticos. En muchas partes del oriente el perro sigue siendo básicamente un animal que se alimenta de carroña. Resultaba útil para la eliminación de residuos, pero por su misma naturaleza era sucio y potencial transmisor de enfermedades, y por lo tanto no podía tocárselo sin quedar contaminado. El keleb heb. y el kyoµn gr. eran sin duda los perros semisalvajes que deambulaban por fuera de los muros de las ciudades a la espera de que les arrojasen basura o animales muertos. Los perros se han considerado en forma muy diferente en otras tierras, especialmente en Egipto, donde se empleaban para la caza y también se los veneraba. Una segunda palabra gr., el diminutivo kynarion, se utiliza en el incidente de la mujer sirofenicia (Mt. 15.26ss). El contexto indica que se trataba de un perro doméstico al que se le permitía andar por la casa. Los “perros” de Fil. 3.2 son los judaizantes que entorpecían la paz de la iglesia; los “perros” que estarán excluidos de la nueva Jerusalén en Ap. 22.15 son personas de vida impura, cita que probablemente sea eco de Dt. 23.18, donde “perro” parecería ser un término técnico para hacer referencia a los prostitutos vinculados a los templos»

Diccionario Bíblico Certeza

 

(heb. ké·lev; gr. ký·on; ky·ná·ri·on, †˜perrito†™ [Mt 15:26]).
Para los israelitas este animal era inmundo ceremonialmente, así­ que es improbable que pensaran en adiestrar perros. (Le 11:27; Isa 66:3.) Aunque en la Biblia se mencionan a menudo las ovejas y los pastores, solo Job —que no era israelita— habla de †œlos perros de mi rebaño†. (Job 30:1.)

Los perros (Canis familiaris), al igual que las aves carroñeras, se alimentaban de despojos, particularmente en las ciudades. La Ley mandaba que se arrojase a los perros la carne que habí­a despedazado una bestia salvaje. (Ex 22:31.) El juicio de Jehová contra sus enemigos a veces consistí­a en que los perros comiesen sus cadáveres o lamiesen su sangre. Debido al proceder de absoluta infidelidad que siguieron los reyes Jeroboán, Baasá y Acab, cualquiera que perteneciese a sus respectivas casas y que muriese en la ciudad tení­a que ser devorado por los perros. (1Re 14:11; 16:4; 21:24.) En cumplimiento de la palabra de Jehová, los perros lamieron la sangre de Acab y devoraron la carne de Jezabel. (1Re 21:19; 22:38; 21:23; 2Re 9:10, 35, 36.) Indicando que los perros lamerí­an la sangre de los enemigos del pueblo de Jehová, el salmista escribió: †œQue de los enemigos tenga su porción la lengua de tus perros†. (Sl 68:23.) También se predijo que los perros tendrí­an parte en la ruina que vendrí­a sobre las infieles Jerusalén y Judá. Arrastrarí­an los cadáveres, los mutilarí­an, los devorarí­an y lamerí­an su sangre. (Jer 15:3.)

Uso ilustrativo. El sucio hábito que tiene el perro de volver a comer el alimento que ha vomitado sirve para ilustrar el proceder de aquellos que abandonan el camino de la justicia y vuelven a su condición anterior de corrupción. (2Pe 2:20-22; Pr 26:11.) A las personas inmundas moralmente se las llama perros. La ley que Dios dio a Israel decí­a: †œNo debes introducir el alquiler de una ramera ni el precio de un perro [†œprostituto†, Val, 1989; †˜hieródulo†™, Str, nota; †œsodomita†, BAS, nota; †œprobablemente un pederasta; alguien que practica la cópula anal, especialmente con un muchacho†, NM, nota] en la casa de Jehová tu Dios por voto alguno, porque son cosa detestable a Jehová tu Dios, aun ambas cosas†. (Dt 23:18.) Se prohí­be la entrada en la Nueva Jerusalén a todos aquellos que, como los perros callejeros que se alimentan de despojos, practican cosas repugnantes, como la sodomí­a, el lesbianismo, la depravación y la crueldad. (Rev 22:15; véase también Flp 3:2.)

Otros ejemplos que muestran el desprecio que se sentí­a por el perro salvaje son los siguientes: †œ¿Soy yo un perro[?]†, vociferó Goliat a David porque este iba a él con un cayado. (1Sa 17:43.) †œ¿Tras quién estás corriendo? ¿Tras un perro muerto?†, le preguntó David al rey Saúl, para mostrar que era insignificante y que no podí­a hacerle más daño a Saúl que un perro muerto. (1Sa 24:14.) De igual manera, cuando Mefibóset, el hijo de Jonatán, habló con el rey David, se refirió a sí­ mismo como †œun perro muerto†, la condición más baja posible. (2Sa 9:8; véase también 2Sa 3:8; 16:9; 2Re 8:13.) El profeta Isaí­as comparó a los que se decí­an atalayas espirituales de Dios con perros mudos y fuertes en el deseo del alma, completamente inútiles en caso de peligro. (Isa 56:10, 11.) Se comparó a perros tanto a los enemigos de los siervos de Jehová como a los gentiles. (Sl 22:16, 20; 59:6, 14; Mt 15:26, 27; véase SIROFENICIA.) Jesucristo comparó a las personas que no tení­an ningún aprecio por las cosas espirituales con perros, cuando dijo: †œNo den lo santo a los perros†. (Mt 7:6.)

A la luz del sentido figurado negativo ligado al perro, las palabras †œlos perros vení­an y le lamí­an las úlceras† reflejan la baja condición de Lázaro en la parábola de Jesús. (Lu 16:21.) Sin embargo, aun el perro despreciado es mejor que un león muerto, pues el perro vivo está consciente, mientras que el león muerto, a pesar de ser el animal más regio, no tiene conciencia de nada en absoluto. (Ec 9:4, 5.)

Se hizo referencia a la costumbre del perro de lamer el agua y al mismo tiempo vigilar lo que pasa alrededor cuando Dios mandó hacer una prueba a los voluntarios del ejército de Gedeón. Solo los que estuvieran alerta y lamieran el agua de las manos, †œtal como lame el perro†, tení­an que ser escogidos para luchar contra Madián. (Jue 7:5.)

Diccionario Bíbico

 

En la Biblia no se presenta al p. como un animal doméstico, amigo del hombre. Las descripciones más bien corresponden a p. que deambulaban alimentándose de basura y carroña y que, además, atacaban a otros animales o a personas. Casi todas las expresiones son derogatorias. Se llamaba p. a los que ejercí­an la prostitución masculina (Deu 23:18). A los p. se les tiraba piedras (1Sa 17:43). Así­, un †œp. muerto† es algo indigno, insignificante y sin valor. David pregunta a Saúl: †œ¿A quién persigues? ¿A un p. muerto?† (1Sa 24:14). Con todo, parece ser que existí­a la práctica de amaestrar p. para cuidar el ganado (Job 30:1). Los judí­os acostumbraban llamar p. a los herejes. Pablo no vacila en llamar p. a los falsos maestros (Flp 3:2). Nombre cientí­fico: Canis familiaris. †¢Animales de la Biblia.

Diccionario de la Biblia Cristiano

El contexto es que en la zona geográfica y en la época de los distintos autores dicho animal tenía una connotación negativa pues este, en su mayoría, deambulaba por los poblados mostrando hábitos alimenticios carroñeros. Este animal, sin embargo, en otras culturas tenía un comportamiento distinto debido en parte al uso que la gente hacía de él. El problema ético reside, precisamente, ahí: en el uso despectivo que se le hacía a las personas de otras culturas (como aquellas que rendían culto a deidades zoomórficas), que no creyeran sus afirmaciones o que no se comportaran como ellos dictan y que queda reflejado en la Biblia como algo normalizado dentro de las actitudes de sus autores.

El propósito de este artículo, por otra parte, no es cuestionar porqué lo hacían, pues queda bien expuesto el por qué a lo largo de este artículo en los propios versículos y en las explicaciones teológicas, sino que lo hacían. Dicho uso despectivo, como se ha evidenciado, ha sobrevivido hasta nuestros días. Ahora ya saben de donde proviene dicho uso.

Conste además que no soy yo quien usa la Biblia como referencia moral en esta época sino aquellos que dicen seguirla y la consideran como un texto «sagrado».

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william
william
6 años atrás

que tipo mas enfermo,me das una combinacion de asco y lastima

Alvaro Orozco Carballo
Alvaro Orozco Carballo
3 años atrás
Respuesta a  william

COMO TERGIVERSAS TODO, EN TOBIAS ESTA CLARO QUE DIOS AMA LOS PERROS Y UN APORTE MIO: EN LA BIBLIA NO SE HABLA DE GATOS PORQUE SE LOS ASIMILA A LOS PERROS.

Lucas
Lucas
6 años atrás

«Podria existir un Dios justo, noble, bondadoso e interesado en la humanidad, si así decidiéramos crearlo los hombres. Pero no serviría de nada…» Es cierto que no serviría de nada en cuanto a la percepción, observación, análisis y comprensión de la realidad de las cosas (Universo) pero sí para que ciertos creyentes dejen de hacer el ridículo y de ser tan hipócritas, al querer hacer pasar a este personaje detestable por alguien digno de respeto. Por lo menos habría cierta coherencia entre lo que se dice de él, y lo que está irremediable, insalvable e inconfundiblemente escrito.

Si quieren un dios basado en el entendimiento y la conciencia desde su origen hagan lo que ya hicieron en su momento, pero ahora sí con una perspectiva moderna y civilizada, e invéntense un nuevo libro «sagrado» que subsane toda la dualidad, contradicción y falencias de su actual libro de cabecera. O podrían inspirarse en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y tendrían en ella una guía infinitamente mejor, cuyos beneficios, por añadidura y derrame llegarían al resto de los seres vivos y medio ambiente de este planeta.

Para ciertos creyentes literalistas (fanáticos) andar por ahí queriendo hacer gala de una moralidad superior, en analogía con la personalidad y acciones de este despreciable personaje es de por sí una paradoja, aunque se entienda que lo vean con buenos ojos porque en definitiva, es lo que quieren ser y esos escritos son un reflejo de ellos mismos.
Lo que se me hace dificil es comprender a los creyentes que no son ni por asomo parecidos a estos primeros (por caso mi familia) que busquen satisfacer con la imaginación ciertos sentimientos, esperanzas y deseos que por ejemplo puede provocar (en los que me incluyo) el saber que vamos a morir, el de querer volver a ver seres queridos que ya no están, o tener una segunda oportunidad de una vida mejor que las circunstancias y decisiones nos han llevado a tener, etc., etc., junto a la afable aceptación de estos escritos tan absurdos, ilógicos e inmorales como si una cosa estuviera inseparablemente unida a la otra. Después de todo, ya que de imaginación se trata..se podrían imaginar algo mucho mejor, que no involucre todo lo negativo relacionado a con este libro y las instituciones religiosas fundamentadas en él.

Esteban
Esteban
6 años atrás

Hola, aprovecho tu foro para dar mi explicación sobre este asunto. Creo yo que el gusto de Dios es en Su Justicia y Su Verdad revelada en la Biblia. Es decir, a El lo que no le «gusta», lo que aborrece, es el pecado, lo cual es toda desobediencia a su Ley, que resumidamente es «Amarás a Dios sobre todas las cosas, y a tu prójimo como a ti mismo». Pecado sólo puede ser realizado por seres con capacidad de elegir entre bien y mal, como el hombre y la mujer. Los animales no pueden ser de otro modo del que determinan sus instintos, y son como son para nuestro provecho y enseñanza «…aprende de la hormiga, oh perezoso…». Dios no odia a los perros, le son útiles, como a nosotros nos sirven, pero el cubo de basura o el inodoro nos son muy útiles y en ellos arrojamos nuestros desechos. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos haga vasos de honra y no de deshonra!

aRTURO
aRTURO
6 años atrás

eL dIOS DE ESE RELATO AL IGUAL QUE KUKULCAN O LOS DIOSES CANANEOS O SUMERIOS O LOS ORISHAS SE ALIMENTAN DE SACRIFICIOS ESOS SERES NO SON NADA BENEVOLOS Y NO RESPETAN LA VIDA

aRTURO
aRTURO
6 años atrás

muchos dicen que el ser annunaki de la biblia que ama la sangre y es cruel es dios y no soporta el pecado pero es un pecador y nada santo en su proceder o sea se contradice ,usen la logica bibliomanos

Jose Perez
Jose Perez
6 años atrás
PACO
PACO
5 años atrás

Eres tan ridiculo jajajaja. (Hablo del autor del blog :P)

RichardPenrose
RichardPenrose
5 años atrás

No es algo exclusivo del cristianismo y judaismo llamar perro o atribuir cualidades de can a aquello que se considera inferior (Y sé cuanto peco por no referenciar el uso peyorativo de la palabra perro a lo largo de los siglos). (El término cinismo, es un ejemplo)
Pero lo digno de apuntar (como lo hace el autor de este blog) es lo contradictorio de la expresión de una Deidad que según sus creyentes ama y respeta a toda su creeación.
Si solamente fuese a los perrosa quienes profiere semejantes afrentas…
Pero el tal YHWH aparenta aborrecer a la humanidad misma con tanto homicidio que carga en su currículum, y cada petición de irracionalidad, celo y temor.

Far Voyager
Far Voyager
5 años atrás
Respuesta a  RichardPenrose

Ama y respeta su creación hasta que le das la espalda, momento en el que según ellos te vas de cabeza al Infierno. Si el «libre albedrío» es escoger entre pasarse toda la eternidad adorando a Dios y con el cerebro en parte lavado (si en el Cielo no hay pecado no puede haber por completo libre albedrío) o igual torturado en nombre de alguien que dicen es omnibenevolente, que conmigo no cuenten.

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