¿Se ha preguntado alguien de donde proviene la creencia del “alma” y del “espíritu” en las tres religiones del libro (el monoteísmo abrahámico)? A menudo mencionados por el antiguo henoteísmo judío y por sus subsiguientes productos grecorromanos, el cristianismo y finalmente el islam, basan todas sus creencias mesiánicas, su deísmo y sus promesas en estos dos conceptos y en la afirmación de que, dado que existen, si cumples todo lo dictado por los sacerdotes que crearon sus textos, obtendrás una recompensa una vez hayas muerto pues, según estas creencias, no dejarás de existir y vivirás eternamente en un lugar idílico llamado cielo o arderás en uno llamado infierno. Pues veamos de donde proceden todos esos conceptos y cual es la realidad.
La importancia del lenguaje y la palabra
Después de la aparición de las primeras escrituras (cuneiforme y jeroglífica) el hombre dio especial importancia a estas y a “la palabra” de tal modo que poco a poco se fueron consolidando una serie de creencias basadas en esta y en el supuesto poder que esta tenía sobre el mundo real.
Aunque la primera escritura tuviera fines puramente administrativos y fuera usada para llevar las cuentas del imperio mesopotámico (transacciones comerciales e impuestos), paralelamente a ella surgieron movimientos político-religiosos y sacerdotales que vieron en ella una nueva forma de plasmar, de forma teóricamente inamovible, las leyes que ellos mismos dictaban en nombre de los dioses que ellos afirmaban representar. Más de 50.000 tablillas de arcilla con textos mitológicos así lo demuestran. Entre ellas los códigos sumerios de Ur Namu (2100 a.e.c.) y Lipit Ishtar (1930 a.e.c.) o los acadios de la ciudad de Eshnunna (Tell Asmar, 1800 a.e.c.) y de Hammurabi (h. 1750 a.e.c.).
Dichas creencias, creadas por la cuna mesopotámica, durante el periodo Obeid (5600 al 3600 a.e.c.), se fueron ligando a dicha escritura a través de creencias basadas en la perpetuación de la vida tras la muerte. Templos construidos lo más cerca posible del cielo basados en la creencia de que en él residían los dioses (zigurats) y tumbas en las cuales se enterraban a los difuntos con sus posesiones en espera de que estos pudieran usarlas en esa otra vida. Un tipo de ritual que ya venía arrastrando la humanidad desde el paleolítico.
Este sistema fue difundido en Oriente Próximo durante siglos de tal modo que las distintas tribus fueron usándolo y, como era de esperar, al tratarlo de forma prácticamente aislada (ya que la comunicación entre pueblos no era tan habitual), dio como resultado el origen de los distintos idiomas semíticos.
Del protosemítico (IV milenio a.e.c.), por ejemplo, surgirían todas las variantes semíticas como el acadio (XXV a.e.c.). Una posible variante de este dio como resultado el eblaita (XXX – XXIV a.e.c.) De la mezcla de este (cuneiforme) y del jeroglífico surgiría el ugarítico (XX a.e.c.), del cual partiría posiblemente una variante resultante de la mezcla del fenicio y del urgarítico, el abyad (XV d.e.c.). Más tarde, de las lenguas cananeas abyad, y como variante del eblaita, surgiría el paleohebreo y de este, obviamente, el hebreo bíblico. (Pettinato)
El contacto e influencia entre egipcios, sureuropeos (como los antiguos chipriotas y cretenses) y resto de pueblos mesopotámicos era común. Una evidencia de ello son las tablas con “correspondencia” escritas en acadio entre Egipto y Mesopotamia. Al igual que con las lenguas romances, las lenguas abyad se usaron de forma simultanea hasta que, por desuso o por modificaciones que darían paso a unas nuevas variantes, estas desaparecerían. Muchos de estos idiomas, como el eblaita, se usaban únicamente para fines comerciales. Podemos entender entonces que idiomas surgidos de otros, llegaran a usarse en paralelo: como el mencionado eblaita y el acadio, o el o el ugarítico y el fenicio, o el paleohebreo, el ugarítico y el fenicio.
Basándonos en esto podemos hacernos una idea del intercambio cultural que tuvieron dichas tribus (y aldeas) a lo largo de más de mil años y de cómo muchos obtuvieron sus mitos y leyendas. Desde las más antiguas, escritas en cuneiforme, hasta las más “modernas” escritas en hebreo y que todos conocemos, solo enturbiado por las constantes guerras entre dichas tribus (y clanes). Lo cual daría explicación al hermetismo trasmitido por muchas de esas tribus generación tras generación y su consiguiente resultado: el desarrollo de nuevas variaciones en idiomas y leyendas. Como es el caso de la creación del hombre a través del modelado del barro (durante el desarrollo de la alfarería) o de la transmisión del diluvio producido por una inundación ocurrida en Ur entre el 4000 y el 3000 a.e.c. que dieron origen a las leyendas de Gilgamesh (Excavations at Ur: A Record of 12 Years’ Work, Leonard Woolley) y que posteriormente la cultura habiru haría suyas convirtiéndolas en la creación del hombre o en el relato del diluvio recopilados en el Tanaj (Génesis).
Para dichos pueblos la palabra y la escritura obtenían suma importancia. Una vez convertido un idioma en litúrgico, sólo un grupo privilegiado y minoritario podía obtener conocimientos alfabéticos. En Egipto, por ejemplo, la gente (que podía permitírselo) debía acudir a escribas para que estos compusieran los textos con las instrucciones que les darían acceso a su cielo (el Libro de los muertos). Los nombres que hoy día tenemos provienen de una cultura en la cual estos, además de definir a la persona, dotaban de cierto poder sobre ella. Un resultado evidente de ello es que se acabara omitiendo parte de las letras de uno de los dioses ugaríticos y elohíticos: como YAW, al cual se temía por ser el dios del caos y las tempestades, dando como resultado el conocido tetragramatón YHWH que acabaría pronunciándose como “Yahvé” (aunque una mala traducción alemana diera como resultado hace siglos la pronunciación “Jehová”).
Toda palabra hoy día tiene un origen. Una etimología que nos revela mucho más sobre las creencias y su origen de lo que puede hacer cualquier sacerdote o teólogo. Así que, para poder entendernos, y siguiendo con la importancia que tenía y tiene la palabra, primero deberemos definir los términos en los cuales nos comunicamos para poder entendernos y asentar así nuestra argumentación sobre qué es la vida y cuando esta se acaba.
¿Qué es la vida? ¿qué es un ser vivo o cuando consideramos que algo está vivo?
Supongo todos coincidiremos (o al menos todo aquel que sepa qué es la Biología) en que un ser vivo es aquel que, en un estado muy básico, es una suma de elementos químicos que, en su conjunto, interactúan entre si formando un organismo complejo capaz de extraer energía de otros elementos (alimentarse), interactuar con otros organismos similares (relacionarse) y duplicarse generando un organismo similar a él (reproducirse).
Para que no me acusen de usar una definición creada por mi voy a exponer qué es vida según varias fuentes:
– Según la Enciclopedia Británica:
La vida, la materia viviente y, como tal, la materia que muestra ciertos atributos que incluyen capacidad de respuesta, crecimiento, metabolismo, transformación de energía y reproducción. Aunque un sustantivo , como con otras entidades definidas, la palabra vida podría ser mejor echado como un verbo para reflejar su condición esencial como un proceso. La vida comprende a individuos, seres vivos, asignables a grupos (taxones). Cada individuo se compone de una o más unidades de vida mínimas, llamadas células, y es capaz de transformar elementos basados en carbono y otros compuestos (metabolismo), del crecimiento y la participación en los actos reproductivos.
– Según un medio más popular, la wikipedia:
Un ser vivo u organismo es un conjunto material de organización compleja, en la que intervienen sistemas de comunicación molecular que lo relacionan internamente y con el medio ambiente en un intercambio de materia y energía de una forma ordenada, teniendo la capacidad de desempeñar las funciones básicas de la vida que son la nutrición, la relación y la reproducción, de tal manera que los seres vivos actúan y funcionan por sí mismos sin perder su nivel estructural hasta su muerte.
La materia que compone los seres vivos está formada en un 95 % por cuatro elementos (bioelementos) que son el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, a partir de los cuales se forman biomoléculas:2 3
- Biomoléculas orgánicas o principios inmediatos: glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
- Biomoléculas inorgánicas: agua, sales minerales y gases.
Estas moléculas se repiten constantemente en todos los seres vivos, por lo que el origen de la vida procede de un antecesor común, pues sería muy improbable que hayan aparecido independientemente dos seres vivos con las mismas moléculas orgánicas. Se han encontrado biomarcadores en rocas con una antigüedad de hasta 3.500 millones de años, por lo que la vida podría haber surgido sobre la Tierra hace 3.800-4.000 millones de años.
Todos los seres vivos están constituidos por células (véase teoría celular). En el interior de éstas se realizan las secuencias de reacciones químicas, catalizadas por enzimas, necesarias para la vida.
Esquematizado de forma muy resumida tendríamos un medio (nuestro planeta, afectado por la energía que recibe del Sol y, en menor medida, del resto de astros) compuesto por elementos químicos interactuando físicamente entre sí para componer, entre otras cosas, aminoácidos; estos interactuando entre sí y con más elementos para componer proteínas; haciendo estas lo mismo para componer ARN y ADN; siguiendo así hasta obtener una célula. Esta sería ese primer organismo al que se le puede denominar “vivo” (y la suma de muchas conforma los millones de especies que hoy día conocemos).
Así podríamos concretar que todo aquel conjunto de elementos que no disponga de dichas cualidades no es un organismo vivo. O sea, no es un ser vivo.
Pero como el tema, además, va sobre qué es el alma y qué el espíritu, además de aplicar este concepto (“vivo”) debemos sumar otro que explicaremos a continuación: “ser”. Así que…
¿Qué y quién eres tú?
A partir de lo definido ahí, y debido a cómo esté estructurado ese organismo vivo, y dependiendo de cómo se haya formado, este tendrá más cualidades y capacidades o menos. Teniendo en algunos casos distintos niveles sensitivos y distinto número de receptores. Desde los más básicos hasta lo más complejos, estos generan en la mayoría de especies distintos tipos y grados de consciencia e inteligencia. En el caso de toda aquella especie animal como la nuestra (taxonómicamente identificados como vertebrados / mamiferos / primates / hominidos) esto se produce en un órgano llamado cerebro.
Dicho de una forma muy simple: Todo lo que eres tú, es tu cerebro.
Un simple cambió químico en él, un ligero trastorno en dicho órgano, y todo lo que eres tú (tu forma de ser, tus gustos, sentidos, creencias, emociones, etc), todo lo que hace que tú seas tú, cambiará convirtiéndote en una persona totalmente distinta.
Una de las primeras evidencias, pero de suma importancia, que tenemos de esto se remonta a hace bien poco. En el siglo XIX un obrero llamado Phineas Gage, debido a un accidente laboral, sufrió una lesión en el lóbulo frontal que le convirtió en una persona totalmente distinta. A mediaos de ese mismo siglo nos encontramos con el curioso caso de M. Leborgne, un paciente del asilo de Bicetre que sólo podía articular las palabras “tan-tan”. Aunque se pensaba era un enfermo mental este podía jugar al ajedrez o leer la prensa sin dificultad. No fue hasta después de muerto que Broca, analizando su cerebro, descubrió que este tenía una lesión en el hemisferio izquierdo.
Desde entonces, y gracias a la adquisición de un mayor conocimiento médico y anatómico, y sobre todo en el campo de una disciplina llamada neurociencia, sabemos cómo funciona ese órgano, qué le afecta y cómo tratarlo.
Por mucho que se quiera negar de ello, lo cierto es que tan solo es necesario que se produzcan una serie de cambios bioquímicos o fisiológicos en él para que seamos una persona totalmente distinta a la que somos. Así que ¿qué clase de excusa tenemos para dar como explicación a lo que somos y a quien somos la existencia de un “alma” o ·”espíritu”?
El origen del alma y del espíritu: puro aire
Hoy día, tal y como he explicado, sabemos qué órgano produce nuestra consciencia y personalidad, entre otras cosas: el cerebro. Pero en la antigüedad, y debido al escaso conocimiento médico (científico) que tenían, para nuestros antepasados de Mesopotamia y Egipto nuestro “yo” no lo producía dicho órgano.
Para ellos nuestro cuerpo no se componía de un órgano que originara lo que se produce en la mente:
– Para los egipcios un ser vivo, el hombre, se componía de un cuerpo material (jat) y un cuerpo espiritual (sahu), con un ba (espíritu) que tiene una “fuerza vital” (ka), una inteligencia (ju), con una sombra (sheut o jaibit), con una forma (sejem), un corazón o mente (ib), y un nombre (ren).
Nota: La mente (ib) era una parte de la fuerza vital o espíritu (ka). De los egipcios conservamos la creencia de que mente y corazón son lo mismo. De que las emociones, que se originan en la mente, se originan en un órgano equivocado: el corazón.
Irónicamente, es actualmente y gracias a que sabemos que mente y cerebro son lo mismo, cuando algunos religiosos pretenden separar a las emociones de la mente y trasladarlas al corazón.
Para el egipcio el cerebro era de tan escasa utilidad en el otro mundo que la solución funeraria optada para dicho órgano pasaba por su eliminación: introducían un garfio por un agujero hecho en la cavidad nasal por el cual lo extraían.
La palabra camito-semita “aliento” en egipcio es semma (N-F36 de Gardiner) y su jeroglífico representa la imagen de un pulmón, que en Egipto significaba “unión”.
Basándose en esta palabra se creó un amuleto (el SMA) usado tanto por los vivos como por los difuntos, se creía podía dar a los muertos el poder de respirar.
– Para el hebreo antiguo, influenciado por dicha cultura y por la mitología mesopotámica, un ser vivo se componía de un alma (nefes o néfesch,– que en protocananeo significa garganta o nuca) y un espíritu (cuyo origen es aliento o espirar) que era introducida por su dios mediante un soplo.
Era el espíritu un tipo de “fuerza vital” que al retirarse dejaba al alma inerte y sin movilidad. Pero en dicha cultura no existía la noción posterior extraída el helenismo y de Egipto donde el alma pasara a otra vida. Génesis 3:19 refleja claramente ese pensamiento. Para los hebreos todos los muertos, sin excepción, pasaban a un lugar de inactividad llamado “sheol” una vez de convertían en aquello que habían sido originalmente: polvo.
– Para el griego (véase Platón) el origen del alma no se encontraba en la garganta sino que se encontraba en el tórax. Para los griegos, como Aristóteles, el cerebro simplemente servía como un refrigerador para la sangre.
Las palabras dicen mucho
Esto se sabe porque son esas personas (a quienes les debemos nuestra cultura) quienes, en cierta medida, nos lo cuentan:
– La palabra alma proviene del latín ánima, que proviene del griego ανεμος – anemos, cuya raíz es el indoeuropeo anu y cuyo significado es “viento”.
De la misma raíz proviene la palabra “animal” y, tambíen de la misma raíz, proviene el verbo “animar” (animare, dar vida).
– La palabra espíritu proviene del latín spiritus y este del verbo spirare (soplar).
En hebreo, como ya dije, la cosa no cambia:
– En hebreo la palabra alma es נפש, néfesch, que significa “garganta” y proviene de la raíz “respirar”. (Ras Shamra, UT 129, 137).
– En hebreo la palabra espíritu es רוח, ruaj, que significa “viento”.
Culturalmente hemos conservado dicha creencia cuando usamos palabras como “expirar”, la cual proviene del latín exspirare (“exhalar”, una derivación de spirare) para referirnos a morir. Así como también usamos directamente su significado “exhalar” para lo mismo. Un ejemplo más de dicha remanencia cultural se produce cuando nos referimos a morir como a “dar el último suspiro”.
Otro ejemplo, por si a alguien todavía no le queda claro, se encuentra en la palabra “inspiración”. Dicha palabra, que proviene del latín inspiratĭo, –ōnis y cuyos significados son: 1. f. Acción y efecto de inspirar o inspirarse.2. f. Ilustración o movimiento sobrenatural que Dios comunica a la criatura.3. f. Efecto de sentir el escritor, el orador o el artista el singular y eficaz estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo, tiene sus raíces etimológicas en el mismo verbo que espíritu: spirare.
Lo que significa, para que se entienda, que en una época como esa el conocimiento que se tenía sobre qué era la vida se basaba únicamente en la observación simple de que un ser vivo estaba vivo, valga la redundancia, básicamente porque tenía la capacidad de respirar. Los dioses daban al ser humano dicha capacidad (el aliento) y una vez este dejaba de hacerlo moría. Su aliento (espíritu) lo abandonaba.
Los propios textos Bíblicos describen esto claramente:
Génesis 2:7 (uno vive porque Dios introduce el viento)
(Hebreo)
וַיִּיצֶרH3335 יְהוָהH3068 אֱלֹהִיםH430 אֶת־הָאָדָםH120 עָפָרH6083 מִנ־הָאֲדָמָהH127 וַיִּפַּח בְּאַפָּיו נִשְׁמַתH5397 חַיִּיםH2416 וַיְהִי הָאָדָםH120 לְנֶפֶשׁH5315 חַיָּהH2416
וייצרH3335 יהוהH3068 אלהיםH430 אתH853 האדםH120 עפרH6083 מןH4480 האדמהH127 ויפחH5301 באפיוH639 נשׁמתH5397 חייםH2416 ויהיH1961 האדםH120 לנפשׁH5315 חיה׃H2416
- H5397
נְשָׁתָה
1) Soplo:
nishmát rúaj apó = el soplo del aliento de su nariz (2Sa_22:16).
2) Aliento:
nishmát jayím = aliento de vida (Gen_2:7).
3) Alma (Isa_57:16). — Const. נִשְׁמַת; Suf. נִשְׁמָתוֹ; Pl. נְשָׁמוֹת.
- H5315
נֶפֶשׁ
1) Garganta (Isa_5:14).
2) Cuello (Psa_105:18).
3) Aliento (Job_41:13/21).
4) Ser, alma, en el sentido de tener sangre y aligento:
néfesh jayáh = ser viviente (Gen_1:20; Gen_9:4).
5) Individuo:
a) Hombre, persona:
néfesh adám = persona humana o vida humana (Lev_24:17; Eze_27:13). b) néfesh behenáh = animal (Lev_24:18).
6) Vida (Gen_9:5; Gen_19:17).
7) Expresión de individualidad:
tevarejejáh nafshí = te bendiga mi alma = yo te bendiga (Gen_27:4; Ver nota RVA).
8) Expresión de reflexivo:
a) ke-nafshó = como a sí mismo (1Sa_18:3). b) la-anót néfesh = para humillarse (Num_30:14/13).
9) El alma, como centro de los sentimientos, los deseos y la voluntad:
a) el avonám is’ú nafshám = a su iniquidad levantan su alma, es decir, apetecen la iniquidad (Hos_4:8; el TM tiene nafshó en lugar de nafshám). b) masá nafshám = el anhelo de sus almas, es decir, su vivo anhelo (Eze_24:25). c) she-ahaváh nafshí = el que ama mi alma (Cant. 1:7). c) baal néfesh (Ver bajo בַּעַל). d) rejáv néfesh = de gran apetito, es decir, codicioso (Pro_28:25; Comp. Ecc_6:3). d) heaj nafshénu = ¡Ajá, esto es lo que queríamos! (Psa_35:25). e) atém yedatém et néfesh ha-guér = vosotros conocéis el ánimo del extranjero (Exo_23:9). f) im yesh et nafshejém = si hay para con vuestra alma, es decir, si tenéis a bien (Gen_23:8).
10) Muerto, persona muerta:
me-ashér jatá al ha-néfesh = por cuanto pecó con respecto al muerto (Num_6:11).
11) Perfume, en el sentido de que su olor se levanta como un alma:
batéi ha-néfesh = frascos de perfume (Isa_3:20). — Paus. נָֽפֶשׁ; Suf. נַפְשִׁי Pl. נְפָשׁוֹת; Suf. נַפְשֹׁתָם.
(Griego)
(LXX+) καιG2532 CONJ επλασενG4111 V-AAI-3S οG3588 T-NSM θεοςG2316 N-NSM τονG3588 T-ASM ανθρωπονG444 N-ASM χουνN-ASM αποG575 PREP τηςG3588 T-GSF γηςG1065 N-GSF καιG2532 CONJ ενεφυσησενG1720 V-AAI-3S ειςG1519 PREP τοG3588 T-ASN προσωπονG4383 N-ASN αυτουG846 D-GSM πνοηνG4157 N-ASF ζωηςG2222 N-GSF καιG2532 CONJ εγενετοG1096 V-AMI-3S οG3588 T-NSM ανθρωποςG444 N-NSM ειςG1519 PREP ψυχηνG5590 N-ASF ζωσανG2198 V-PAPAS
- G4157
πνοή
pnoé
de G4154; respiración, resoplido: aliento, viento.
- G5590
ψυχή
psujé
de G5594; aliento, i.e. (por implicación) espíritu, abstractamente o concretamente (el principio sensitivo del animal solo; así distinguido por un lado de G4151, que es el alma racional e inmortal; y por el otro G2222, que es mera vitalidad, aun de las plantas: estos términos de este mondo corresponden exactamente y respectivamente a los hebreo H5315, H7307 y H2416): persona, ser, vida, muerte, alma, ánimo, corazón.
(Castellano)
Formó, pues, Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente.
Entonces Yahveh formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida y el hombre se convirtió en ser viviente.
Job 27:3 (uno vive hasta que Dios extrae el viento)
(Hebreo)
כִּי־כָל־עֹודH5750 נִשְׁמָתִיH5397 בִי וְרוְּחַH7307 אֱלֹוהַּH433 בְּאַפִּי
- H5397
נְשָׁמָה
neshamá
de H5395; resoplido, i.e. viento, furia o aliento vital, inspiración divina, intelecto, o (concretamente)aliento animal: aliento, alma, espíritu, hálito, que respira, respirar, soplo, vida, viviente.
(Griego)
Job 27:3 ηG2228 ADV μηνG3303 PRT ετιG2089 ADV τηςG3588 T-GSF πνοηςG4157 N-GSF μουG1473 P-GS ενουσηςG1751 V-PAPGS πνευμαG4151 N-NSN δεG1161 PRT θειονG2304 A-NSN τοG3588 T-NSN περιονV-PAPNS μοιG1473 P-DS ενG1722 PREP ρισινN-DPF
- G4151
πνεῦμα
pneúma
de G4154; corriente de aire, i.e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i.e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo: aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590.
(Castellano)
(R-V) que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,
(BAD) que mientras haya vida en mí aliento divino en mi nariz,
(OSO) que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,
(Castillian) que mientras haya en mi aliento de vida y en mi nariz esté el soplo de Dios,
(NC*) que, mientras en mí quede un soplo de vida y el hálito de Dios aliente en mis narices,
Se puede entender que en dicha época, una época con escasos conocimientos sobre anatomía y fisiología, a siglos (y milenios) de descubrimientos y de la formalización de áreas de estudio sobre dichos descubrimientos, como ocurre con la neurociencia, una persona pensara que un ser vivo (en este caso el hombre) se dividiera de tal forma. Que el ser humano se catalogara a si mismo como algo diferente y especial al resto de especies y que su visión de si mismo pasara por creer que seres mágicos modelaron su cuerpo cual alfarero para finalmente dotarles de vida insuflándoles aire (un espíritu o fuerza vital). Pero el conocimiento ha avanzado desde entonces. Y es absurdo mantener dicho conocimiento ancestral como una absoluta certeza partiendo de una base ad antiquitatem, cuando este ha sido por fin descartado por posteriores avances y descubrimientos.
La anatomía (del siglo III a.e.c. al siglo XVII d.e.c.)
No fue hasta el siglo XVI que Andreas Vesalio (1514-1574) creara la anatomía moderna (De humani corporis fabrica), que todos los conocimientos sobre anatomía que se tenían partían del siglo III a.e.c. (Charaka Samhita, un texto otorgado a un médico indio, Charaka, que en dicho siglo descubrió el aparato circulatorio) y de los conocimientos que en el siglo II d.e.c que un médico griego, Galeno, postuló mezclando creencias religiosas y conocimientos sobre anatomía adquiridos gracias a sus disecciones. ¿Os acordáis del tórax? Según Galeno uno de los espíritus que componen el cuerpo se encontraba ahí, otro residía en el hígado, etc.
Otro médico griego, también del siglo III a.e.c, Erasístrato, fue el primero en descubrir el sistema nervioso. Este, además, coincidió con Charaka, refutando además la propuesta de Hipócrates sobre el pneuma (espíritu), al postular que la sangre era transportada por arterias y venas. Hasta entonces la teoría se basaba en los cuatro humores.
Se necesitaron más de mil años, durante los cuales se usó la anatomía galénica, para que se describiera correctamente el sistema circulatorio a manos de un médico, William Harvey (1628), gracias a que este pudo observar por primera vez los vasos capilares a través de un microscopio (Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus). Lo mismo en el caso de Marcelo Malpigi, quien entre 1962 y 1979 ayudó a desechar las concepciones anatómicas erróneas de Galeno (De viscerum estructura: exercitatio anatómica).
No fue hasta 1665 que alguien, Robert Hooke, observó por primera vez las células a través del mismo aparato (Micrographia), creado apenas un siglo antes (cuando Zacharias Janssen lo inventó en 1590) y no fue hasta el año 1670 que Anton van Leeuwenhoek descubrió, de forma accidental con un microscopio diseñado por él mismo, la existencia de microorganismos en una gota de agua y observó las diversas células eucariotas (como protozoos, glóbulos rojos y espermatozoides) y procariotas (bacterias). Tuvieron que pasar varios siglos de estudio celular para que se postulara una teoría celular (Theodor Schwann y Matthias Schleiden, 1830) y se confirmara que las células son la base fundamental de la vida. A lo cual se sumarían el conocimiento aportado por Claude Bernard treinte años más tarde (1859) cuando este descubrió la capacidad de los organismos vivos de mantener una condición interna estable para compensar los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior a través de procesos físico-químicos.
Los mismos mil años para que Charles Bell descubriera una distinción entre los nervios sensoriales y motores (1811, Idea of a New Anatomy of the Brain; Submitted for the Observations of His Friends ) y para que, anterior a él, Luigi Galvani descartara las nociones metafísicas de Descartes mediante el descubrimiento de la electricidad animal a través de los impulsos eléctricos en los nervios (1791, De viribus electricitatis in motu musculari commentarius). Años más tarde, en 1826, Johannes Müller propondría que el sistema nervioso sirve de intermediario entre el mundo y la mente a través de los órganos e impone así su propia naturaleza a los procesos mentales y que las cualidades de los nervios sensoriales de los que la mente recibe el conocimiento en la sensación son específicos a los diversos sentidos (el nervio de la visión era normalmente insensible al sonido como el nervio de la audición lo era a la luz). Los mismos mil años para que, finalmente, y gracias a todos esos anteriores descubrimientos, otro médico, Paul Broca, descubriera cual era el centro del habla (el área de Broca, o tercera circunvolución del lóbulo frontal) y otro médico, Santiago Ramón y Cajal, descubriera los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal y demostrara su individualidad (1888, Sobre las fibras nerviosas de la capa molecular del cerebelo). A lo cual se sumaría Charles Scott Sherrington localizando las funciones del córtex cerebral (1932, El cerebro y sus mecanismos). Contemporáneo a ellos, Franz Joseph Gall, aunque equivocado con respecto a la frenología, contribuyó con su idea de que las funciones mentales residen en áreas específicas del cerebro, siendo además el primero en identificar a la materia gris como tejido activo (somas neuronales) y a la sustancia blanca (axones) como tejido conductor. Y sumado a todos ellos, el primo de Chales Darwin, y gracias a la contribución de este en el campo de la biología, Francis Galton plantea por vez primera que las actitudes intelectuales producidas en el cerebro se debían también a factores hereditarios (1869, Hereditary Genius). Reforzados ambos, Galton y Darwin, por los descubrimientos de Gregor Mendel, expuestos en 1865 y publicados en 1866 (Versuche über Plflanzenhybriden), que más tarde serían confirmados en 1900 de forma independiente por Hugo de Vries, Carl Correns, y Erich von Tschermak.
En 1879 Walther Flemming observa que las células animales se dividen en etapas (ciclos), y llama “mitosis” a este proceso (1882, Zellsubstanz, Kern und Zelltheilung). De forma independiente, junto a este y junto a Edouard van Beneden, Eduard Adolf Strasburger identifica un proceso similar en la división celular en las células vegetales, descubriendo que esta se produce de forma física y no fisiológica (1875, Zellbildung und Über Zellteilung). A lo cual se sumó el descubrimiento de la diferenciación de los cromosomas en algunas especies, realizado por la genetista Nettie Maria Stevens y por Edmund Beecher Wilson en 1903.
Ya entrados en ese siglo XX, también en 1903, William H. Bayliss y Ernest H. Starling descubren las hormonas. En 1937 Hans Krebs identifica los pasos que la célula necesita para convertir los azúcares, grasas y proteínas en energía.
A todos estos descubrimientos y posteriores no menos importantes contribuyó que en 1665 se creara por fin una revista de revisión por pares (Philosophical Transactions of the Royal Society). Dichas revisiones asegurarían que teorías erróneas se desecharan permitiendo así el avance del conocimiento (científico).
Nota: Para ver un resumen cronológico de los descubrimientos científicos, en general, clic aquí. También acudir a Fuentes en este mismo artículo.
Manteniéndose en el poder mediante la ignorancia
A diferencia de las anteriores personas citadas, existe un grupo que jamás contribuyó a nada en el conocimiento colectivo y que, pese a eso, se confirió de autoridad gracias a la manipulación de las masas, al soborno y a los pactos con las clases altas de cada época. Obviamente, me estoy refiriendo a la clase sacerdotal.
A lo largo del tiempo, los sacerdotes, a través de la teología, y para mantener su posición institucional, en vez de investigar cómo funcionaba realmente nuestro cuerpo o buscar el origen racional a porqué dichas personas (de quienes cogieron sus mitos) creían lo que creían, se encargaron de crear y elaborar complicados, incoherentes y retorcidos razonamientos filosóficos basados en la presunción de que dichos conceptos erróneos de conocimiento eran indiscutiblemente ciertos y mediante la presuposición incuestionable en la existencia de un dios de los huecos que afirmaban representar (teología).
Estos proveyeron de explicaciones metafísicas a algo tan simple como era el origen de esas creencias y de hipótesis erróneas mediante la elaboración de una intrincada mitología que diera una explicación acorde con sus creencias positivas preestablecidas (de las que ellos mismos hacían proselitismo) en la que el alma y el espíritu eran entes independientes que una vez muerto el individuo abandonan su cuerpo físico e iban a otro lugar desarrollado a partir del helenismo: un cielo o lugar idílico al que viajabas si te comportas (en vida) como estos mismos líderes dictaban según las leyes que ellos mismos elaboraban o un infierno o lugar de sufrimiento al que acudirías si no se hacía su voluntad.
Ejemplos teológicos a esta profusión de la ignorancia se encuentran en todos los comentarios bíblicos donde, como dije, se mantienen y elaboran dichos planteamientos e hipótesis erróneos basados en la ignorancia:
Así podemos ver a Torres Amat alegando, con respecto a Génesis 2:7, que nuestra especie está compuesta por dos partes: un alma y un cuerpo.
“Es decir, [Dios] creó el alma racional y la unió al cuerpo para darle vida y movimiento. Nuestra alma no es hija de la materia, sino obra del poder creador de Dios. 1 Cor 15, 45.”
O en la Biblia de las Américas (2000) viendo como se da un rodeo absurdo donde no se explica nada sino que se elabora una argumentación circular en la cual se afirma que un personaje bíblico, Adán, guarda relación con otro personaje bíblico, al mismo tiempo que se ensalza el ego del lector afirmando que el ser humano, el hombre, tiene prioridad con respecto al resto de lo creado:
“hombre. Este es el relato de la creación del primer ser humano que se llamó Adán (3:17). El hecho histórico del primer hombre es importante porque el primer hombre, Adán, se contrasta con Cristo que recupera lo que Adán perdió (Rom 5:12–21; 1 Co 15:22, 45). Como el apogeo de lo creado por Dios, el hombre es colocado en un puesto de preeminencia (1:28; v. coment. en 1:26).”
O en el Comentario Bíblico de Mundo Hispánico, donde se llega incluso a afirmar que no había vegetación antes de la existencia del hombre y que sólo había vapor producido por manantiales subterráneos, entre otras perlas:
(1) Dios forma a Adán,Rom_2:4b-7. Antes de la existencia del hombre no había reino vegetal y la tierra estaba regada o inundada (Rom_1:9) por un vapor o manantial subterráneo. El lenguaje que se usa para formar al hombre es propio al de un alfarero que usa el barro para modelar su vasija. Dios forma al hombre, adam H120 de la tierra, adam?h H127 la cual provee todos los componentes físicos. Similar a los animales en su composición física, sin embargo, la diferencia es grande. Dios de manera especial concede al hombre el don de vida a través del aliento de vida. La acción de Dios es familiar e íntima. En Joh_20:22 Jesús también sopla el Espíritu Santo a sus discípulos dando vida así a una nueva humanidad. A pesar de tener dos dimensiones, el hombre es una unidad dependiente tanto del medio (físico) como de Dios (espiritual). Con el nombre propio de Adán (Joh_2:20) se afirma que el primer hombre fue un ser histórico y no mitológico o legendario.
Asegurándose así, mediante la provisión de lo que ellos denominaban “verdad revelada”, el control popular debido a que ellos mismos eran los supuestos mediadores entre sus amigos imaginarios (los proveedores de dicha verdad absoluta) y la gente que deseaba respuestas a todo o que, de forma desesperada, ansiaba alargar su vida o, en su defecto, la necesidad de creer en dichas afirmaciones para mitigar dicha necesidad.
Un control que se vio reforzado gracias a la temprana institucionalización de los mitos, elaborados por las clases sacerdotales anteriores, mediante las disputas internas entre clanes que a lo largo de los siglos (desde que se creara el judaísmo en el siglo V a.e.c. hasta sus posteriores divisiones y ramificaciones: entre las cuales está el cristianismo y el islam, siglo VII d.e.c.) sacudieron el entorno geopolítico de todo Oriente Próximo.
Mediante la imposición cultural estas creencias se expandieron y mediante la transmisión tradicional entre generaciones y la adopción final de estas en cada nación, sus ritos se perpetuaron y variaron hasta lo que conocemos hoy día.
Fueron estos estafadores, ya fuera de forma voluntaria o no, quienes impidieron el avance del conocimiento tanto de forma directa (ya conocida y tratada en esta misma web en otros artículos), como de forma indirecta: mediante la adición de ese pensamiento mágico en la mente de científicos que, lejos de llegar conclusiones acertadas, emplearon dichos conceptos cuando no hallaban respuesta a las cuestiones que se planteaban.
A menudo se recurre al argumento ad verecundiam de que durante la historia todos los descubrimientos fueron procurados por científicos que creían en las religiones. Olvidando así el hecho de que todos esos científicos posiblemente creyeran debido a que sólo tenían una mínima parte del conocimiento que hoy día poseemos gracias a que, poco a poco, ellos mismos fueron descubriendo cómo funcionaba el mundo que les rodeaba pese a que sus creencias dictaban totalmente lo contrario. Algo que se puede demostrar recurriendo a los estudios que demuestran que el conocimiento afecta a las creencias de forma proporcional: cuanto más se tiene, menos creyente se es. Se omite además el hecho de que en innumerables ocasiones, al no poseer las respuesta que otros descubrirían gracias a su contribución, estos se rendían ante dicho pensamiento mágico ya preestablecido en su época.
Conclusión
La realidad es que, una vez que ese órgano, tu cerebro, deja de funcionar, tú, dejas de existir. Pasas al mismo estado que tenías antes de nacer y tenerlo plenamente funcional. Ni cielos, ni reencarnaciones, ni nada puede librarte de padecer este sino. Y por supuesto, como tu consciencia la produce dicho órgano, de poco te sirve angustiarte por ello pues una vez eso suceda tu consciencia desaparecerá por completo.
Ante la recurrente pregunta de si hay algo más después de la vida. Sí. La muerte. Lo único que queda de uno es el recuerdo de aquellos que aun viven. El ser humano (en su mayoría), obviamente, tiene miedo a este hecho y prefiere elaborar respuestas emocionalmente satisfactorias que no alteren sus sentimientos o creer en aquellas ya creadas anteriormente por otros. Una especie de miedo irracional a madurar equivalente al niño que no quiere oír que su querido Papa Noel no existe.
Las disonancias cognitivas explican muy bien la reacción de las personas religiosas ante el hecho de que, una vez el cerebro deja de funcionar, todo ese “ser” deja de existir: su propia mente se protege ante esto mediante la negación y omisión de todos aquellos datos y evidencias que hacen peligrar aquella fantasía agradable que le han vendido desde niño. Se acude además al refuerzo comunitario para apoyar dicha creencia en vidas eternas y se recurre inevitablemente a todo tipo de razonamientos falaces (como por ejemplo al sesgo de confirmación) sin ser uno consciente de ello.
Como misma especie que somos, es normal que el comportamiento e ideas hayan ido por el mismo camino en todas las culturas: el de intentar alargar la vida lo máximo posible y crear mitos similares que cubrieran dicha necesidad. Dejándose así estafar por personas que afirmaban existían elixires o fuentes de la «vida eterna» que ellos mismos vendían o sabían donde localizar, por gente que afirmaba que si uno cree lo que ellos venden o se comporta como ellos dictan se irá a un lugar maravilloso (después de morir) elaborado por ellos mismos para «vivir eternamente», etc.
Como especie irracional que somos, se han cometido enormes barbaridades en un intento desesperado por alcanzar esa meta: empezando por actos irracionales como es el enterrarnos con enseres y objetos personales para la otra vida (que a otros, menos acomplejados por el miedo y de forma racional han saqueado) y continuando por la construcción de edificaciones que, por mucho trabajo y sacrificio que necesitaran, nos ayudaran a reforzar dicha creencia (dólmenes, templos a los que acudir, sarcófagos, mastabas que posteriormente evolucionarían en pirámides, criptas, etc) y rituales absurdos que teatralizaran dicho acto, hasta a enterrarnos incluso con otros seres aun vivos (otras personas, en este caso esclavos) para que nos siguieran atendiendo en esa «otra vida». El último despropósito nacido de este tipo de creencias ha dado incluso como resultado la contaminación de un rio, el Ganges, debido a que en él se desechan todos los cadáveres.
Mantener creencias erróneas, por muy reconfortantes que estas sean, no deja de ser un insulto intelectual y un insulto a la memoria histórica del hombre (a siglos de aprendizaje a través del error y la rectificación lenta de este) y, en especial, a todas aquellas personas que en su día contribuyeron al avance científico para proporcionarnos precisamente eso: conocimiento (scientia). De aceptar las premisas religiosas sobre alma y espíritu, deberíamos ya no sólo desacernos de todos los conocimientos sobre filología que demuestran el origen de estas palabras, sino de todos los conocimientos sobre física, química, geología y biología que han hecho avanzar a nuestra especie y nos han convertido en lo que somos. Ustedes elijan.
Fuentes:
Todas las fuentes se han incluido en el propio artículo, a las cuales se suman estas para complementar lo dicho en él.
Historia de las religiones – Juan B. Bergua
La religión más antigua: Mesopotamia – Jean Bottero.
Los orígenes de la escritura – Wayne M. Senner
Antiguos textos cuneiformes cananitas del tercer milenio – Giovanni Pettinato.
Los textos cuneiformes de Ras Shamra-Ugarit – Claude Schaeffer
Ras Shamra, un brillante centro intelectual de hace 3000 años – Claude Shaelfer
Una ruta de la seda bibliotecaria: cruzando Asia en bicicleta. Segunda estación: Ebla (Siria)
Las guerras de Ebla – Maria Giovanna Biga (Universidad de Roma)
Ebla, una ciudad olvidada – Giovanni Pettinato
Ebla: Un nuevo vistazo a la historia (Estudios de Oriente Próximo) – Giovanni Pettinato.
El misterio de la vida enseñado en Sumeria – Giovanni Pettinato.
La aparición del correo en el mundo
Comunidad y Ley en Mesopotamia (Universidad de Zaragoza, Prof. Dr. G. Fatás)
Anexo cronología de Oriente Próximo (wiki)
Componentes del ser humano en el Antiguo Egipto (wiki)
Anexo símbolos jeroglíficos (Gardiner)
Tumbas prehistóricas – El megalitismo prehistórico
Ritos funerarios egipcios (wiki)
Ritos funerarios de la escatología hebrea.
Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española – Bárbara Pastor y Edward Roberts
Nuevo diccionario etimológico latín-español y de las voces derivadas – Santiago Segura Munguía
Historia y cronología de la ciencia y los descubrimientos – Isaac Asimov (demo aquí)
Breve historia del cerebro – Julio Gonzalez Alvarez
Las ciencias médicas básicas – Ramón y Cajal (Univesidad de Valencia)
Anexo trabajos y estudios de Ramón y Cajal.
Breve historia del cerebro – Antroporama
Historia del Cerebro Humano. Breve Historia de su estudio – Carlos Belane
Buenass tardes! lo primero me gustaría felicitarle por el blog, es buenísimo, y desde luego a mi me ha servido para abrime los ojos por ello me gusaria darle las gracias.
Actualemente me considero una atea convencida y orgullosa de serlo.
sin embargo a pesar de que no creo ni en dioses, demonios, fantasmas…. aun la ciencia no la podido responder a determinadas experiencias cercanas a la muerte como es el caso de la mujer que al morir ( lo que dudo porque si te mueres no vuelves a la vida) experimientó como podía volar llegando hasta la cornisa del hospital, donde vió un zapato, el cual al describió a los médicos y casulmente si estaba y correspondia con la descripción de la paciente, o el caso de una mujer que misteriosamente se curo de cáncer terminal que padecia tras ir al cielo… asi como son frecuentes casos de reencarnaciones….
personalmente pienso que todo ello debe y tiene que tener una explicación científica.
¿Qué piensa usted respecto a estos casos?
Hola nuriatura. Dichas experiencias a las que usted se refiere en ese caso, las denominadas «experiencias extracorpóreas», sí tienen una explicación científica y, obviamente, totalmente escéptica.
Desconozco el otro caso que usted menciona del cáncer. Si me facilitara enlaces podría investigarlo y responderle. Aunque, de pronto, podría decirle como respuesta que muchas veces se diagnostican mal las enfermedades, que el diagnóstico de cánceres depende de muchos factores que podrían alterar los resultados finales después de cierto tipo de tratamientos o que dicha mujer tendría un tipo de cáncer curable, que no era maligno como a lo mejor en un principio se creía, etc. Esto, sin conocer el caso. Pues sí que he conocido muchos casos en los cuales sucedieron a causa de las respuestas que le he dado como ejemplo. No conocer las causas de algo no convierte inherentemente y automáticamente a ese algo en milagro o sobrenatural.
Con respecto a las reencarnaciones, todavía no he conocido a nadie que pueda evidenciarlas. La mayoría de personas que afirmaron, por ejemplo, en los años 60, ser reencarnaciones y haber vivido en sitios que describían, al investigarlas, se descubrió que fueron producto de la sugestión psicológica de un psiquiatra deseoso de probarla y que, para su desgracia, partía de una investigación sesgada pues él mismo creía previamente a probarla, que existía.
En mi respuesta le he añadido enlaces donde se explica todo desde ese punto de vista científico. Saludos.
Muchisimas y resolverme resolverme aquellas cuestiones! no obstante le dejo un enlace muy interesante de una conferencia dada por Miguel Gaona y su proyecto AWARE….https://www.youtube.com/watch?v=6Sk8LCrkdYQ . Le agradecería que le echara un vistazo e investigara sobre este proyecto y que me dijese su opinión sobre este proyecto dadas las evidencias científicas presentes aportadas por este!
De nuevo muchas gracias por su tiempo y espero su respuesta
Todos queremos vivir eternamente (o no morir). Por eso tendemos a asociar una ECM con el hecho factual de morir. Durante una ECM no hay muerte cerebral. Discrepo además con las respuestas ambiguas que este hace y con su postura sobre la compatiblidad de ciencia y religión (fe) cuando este dice:
La física cuántica no afirma que al ver las cosas uno dote de existencia a las mismas. Esa no es una postura de la física mecanicista subatómica sino de la filosofía.
Tampoco es compatible un sistema (ciencia) que se basa en la observación, medición, análisis, experimentación, formulación, etc. con un sistema (religión) basado en la confianza ciega en las afirmaciones de unas personas que dicen haber obtenido revelaciones especiales que, además, contradicen al primer sistema y que se establecen bajo las falacias y los sesgos cuando estos son eliminados en ese primer sistema mediante una metodología que está ausente por completo en la religión.
habló el idiota dueño de la verdad,yo no soy el rey de la humildad,pero usted habla como si fuera el dueño de la verdad,¿usted es dios?¿como sabe que no se equivoca?
1º.- Ya sé que le han educado en una cuadra. Pero no estaría de más que cuando usara un medio civilizado usara otro tipo de educación.
2º.- ¿»Dueño de la verdad»? ¿Quién ha dicho serlo? Si fuera el dueño de la verdad no necesitaría argumentar aquello que afirmo con datos, mostrando a qué fuentes me remito, etc.
Sobre su conclusión sobre cómo hablo…Que usted no tenga capacidad compresiva a la hora de leer no es culpa mía.
3º.- Desde luego que no lo es. Tiene usted el ego bastante subidito.
4º.- Dios no existe. Pero si quiere sostener ese positivo, evidéncielo.
5º.- A lo mejor me equivoco. Quien sabe. Pero lo que expongo, por lo menos, le repito, lo argumento. No me dedico a lanzar axiomas sin más. ¿Le suena de algo?
deja de hablar como señor de la verdad,eso no es cientifico,yo soy agnostico y siento que tu dejas a los agnosticos como idiotas.Y seguro no publicaras este comentario,porque eres un intolerante.
Afirma usted ser «agnóstico». Esa es su opinión sobre qué puede conocer o saber. Pero ¿qué cree usted? ¿Cree usted que existe dicho personaje? Una cosa es lo que usted sabe, conoce o puede conocer y otra en aquello que cree. O sea, que por narices debe usted posicionarse en cuanto a si cree o no con respecto a todo lo que le afirman. Incluida la existencia o no de Dios.
Si le publico este comentario es porque tengo por costumbre publicar todos los comentarios, incluidos los que provienen de maleducados que, como usted, insultan a la primera de cambio sin exponer más argumento que su propia ignorancia.
que tolerante el estupido que censura comentarios y no contesta nada.
Lo que es estúpido es pensar que si no he publicado un comentario es porque mi vida se centra en usted. Bájese ese ego que tiene. De no ser usted un ignorante habría visto la fecha del último comentario publicado en esta web. Llevo semanas sin acceder a esta web y hasta hoy no he contestado a ninguno. Incluido el suyo. Que por cierto, carece de argumento alguno con el que poder debatir. Simplemente es un ad hominem hacia mi persona sin respaldo alguno.
Cordial saludo.
No es costumbre dejar comentarios en blogs/páginas, pero sin duda alguna esta merece ser congratulado.
Aprecio la forma en que redacta y la pulcritud en las palabras, además de tomar de su tiempo para responder comentarios.
Y más allá del aspecto, la cantidad de artículos que aportan al conocimiento.
Provengo de una familia tradicional cristiana, sin embargo, gran parte de mi vida me he cuestionado porque aprecio muchísimo que me constaten mediante formas lógicas o al con sentido.
Por eso y otras razones que no deseo extenderme, aplaudo esta página y enhorabuena!
Saludos joven ateo alabo su bien desarrollado tema habla bien de usted voy a referir de los que nos acercamos a esta pagina para ilustrarnos, para fisgonear, o usarlo tal vez de morbo unicamente todos incluido yo venimos y mamamos como un bebe de su conocimiento
1.- sin alma y sin espíritu
2.- El origen del alma y del espíritu: puro aire
a usted y de a cuerdo a su estudio "científico" no le queda usar el subtitulo numero 2 para usted solo le queda el numero 1 pues el aire aun tiene un compuesto y por ende una energía no se ve pero si es una energía al igual que el espíritu y el alma.[ Tal vez os haz equivocado o lo usaste a manera de burla ] el espíritu no se puede comprobar científicamente su existencia ni el alma no se puede capturar como el aire para estudiarlo por lo tanto entro dentro del resto de su lista de gente nefasta y la escoria de su pagina solo estando del lado del Dios verdadero sabrás un día como fuiste creado realmente y no estoy loco.
Si mis maldades y mis atrocidades no serán juzgadas despues de la muerte que hago aquí portandome bien cuando me han invitado narcos para ganar una buena suma de dinero entonces las injusticias de tantos y tantos quedara impune y solo ellos que han sido malos han tenido la verdad todo el tiempo porque han vivido como han querido satisfaciendo sus mas bajos instintos bueno eso es de acuerdo a su posición pero por cuanto creo en un Dios que me juzgara temo y no acepto las propuestas por lo tanto lucho contra las propuestas como estas que destruyen la sociedad.
«1 pues el aire aun tiene un compuesto y por ende una energía no se ve pero si es una energía al igual que el espíritu y el alma.[ Tal vez os haz equivocado o lo usaste a manera de burla ] »
Falso. Sabemos la composición atómica de todos los gases que forman nuestra atmosfera. Ninguna se asemeja a lo que las religiones (y usted) definen como «alma». La energía atómica no tiene nada que ver con la «energía» que magufos como usted se inventaron.
Tal vez el equivocado sea usted y lo burdo sea su conocimiento.
«el espíritu no se puede comprobar científicamente su existencia ni el alma»
¿En qué quedamos?¿»el aire aun tiene un compuesto y por ende una energía no se ve pero si es una energía al igual que el espíritu y el alma» o «no se puede comprobar científicamente su existencia ni el alma«? Póngase de acuerdo con usted mismo.
«por lo tanto entro dentro del resto de su lista de gente nefasta y la escoria de su pagina solo estando del lado del Dios verdadero sabrás un día como fuiste creado realmente y no estoy loco»
Eso dicen los locos.
«Si mis maldades y mis atrocidades no serán juzgadas despues de la muerte que hago aquí portandome bien cuando me han invitado narcos para ganar una buena suma de dinero entonces las injusticias de tantos y tantos quedara impune y solo ellos que han sido malos han tenido la verdad todo el tiempo porque han vivido como han querido satisfaciendo sus mas bajos instintos bueno eso es de acuerdo a su posición pero por cuanto creo en un Dios que me juzgara temo y no acepto las propuestas por lo tanto lucho contra las propuestas como estas que destruyen la sociedad.»
Le han vendido la Apuesta de Pascal y se la ha tragado sin analizarla. No se preocupe. No es el único que ha venido con un argumento tan falaz.
Lo que destruye la sociedad es la gente fanática y acrítica con los dogmas religiosos. Pero claro, usted es uno de ellos. Así que ¿qué nos va a decir?
Hola, tengo una duda con respecto a que yo soy mi cerebro y claro que suena lógico, pero si todo lo que realizo tiene que ver con reacciones químicas como enamorarme, que creo es un instinto para preservar la especie, entonces ¿pensar es un instinto? ¿por qué pienso? espero tu respuesta y agradezco el tiempo dedicado a ello.
El «porqué» es una pregunta filosófica. ¿Qué es el pensamiento y cómo funciona? ¿Cuáles son los motivos por los cuales usted (como homo-sapiens) piensa? Puede ver una respuesta a esto en cualquier libro o revista neurocientífica. Aquí le dejo, como ejemplo, el artículo Neuropsicología del pensamiento: Un enfoque histórico-cultural, del Hospital Rivadavia (Argentina).
Qué es el pensamiento, pues primero debe definirse a qué nos referimos para poder analizarlo.
Como funciona, pues una vez definido a qué nos referimos, se necesita saber qué agentes lo producen y cómo se produce el proceso.
En este caso, dos agentes (neuronas y las sinapsis entre dichas neuronas), que envían información sensorial a través de un sistema nervioso. Tendemos a pensar en el cerebro en su estado actual, pero se puede observar en distintas especies cómo funciona esto a través de la adición de varias capas (células y órganos) que otorgan más funcionalidades al organismo, siendo la primera y principal un sistema nervioso. La presión selectiva hace que ciertas células se especialicen en un tipo de funciones distintas. Se basa básicamente en buscar la eficiencia para la supervivencia del organismo. Si en un determinado ambiente una especie puede sobrevivir transmitiendo como herencia un sistema, este no cambiará, pero si se modifica el ambiente, es más probable que se reproduzca un organismo con ciertas funciones mejor adaptadas a dicho ambiente y este pueda sobrevivir mejor a él. Transmitiendo así su información genética a la siguiente generación.
Creo que le será de interés ver la charla «¿Para qué nos sirve la mente?» que dio Xurxo Mariño (puede ver su web aquí o sus artículos en Naukas aquí) para Escépticos en el Pub (Murcia).
No sé que tiene que ver ser ateo con no creer en el alma. Se puede ser ateo y creer en el alma. La línea que une ALMA-RELIGIóN no es unívoca. Respecto a que el cerebro explica la mente no es algo en que todos los neurólogos o estudiosos de la mente estén de acuerdo. No existe un concenso absoluto en la comunidad científica ese tema. También es dudoso (por no decir falso) de que todos los procesos biológicos pueden explicarse fácilmente mediante las elementales leyes fisicoquímicas. Basta ver como funciona una célula EN DETALLE para darse cuenta de esto. Me parece que el autor de este blog no está lo suficientemente INFORMADO. Hay mucha arbitrariedad en su opinión (no es objetiva). Pero si el autor de este blog está CONVENCIDO de que es una máquina biológica sin más seguro que ALGO LE FALTA (llámese espíritu, alma o conciencia superior…). De eso no me queda LA MENOR DUDA. Por supuesto, no todas las personas son iguales y me consta de que algunos sujetos sí tienen alma, y esas personas, justamente por tener un alma, no se sienten muy felices de vivir en un sistema material y de depredación como el nuestro (o sea en en cual vivimos ahora). Es como si no PERTENECIERAN al sistema Tierra.
«No sé que tiene que ver ser ateo con no creer en el alma. Se puede ser ateo y creer en el alma. La línea que une ALMA-RELIGIóN no es unívoca.»
Para empezar, porque el concepto de «alma» es un concepto creado por las religiones teístas. Usted puede afirmar que cree que existe un alma, pero deberá afrontar de donde proviene su creencia.
«Respecto a que el cerebro explica la mente no es algo en que todos los neurólogos o estudiosos de la mente estén de acuerdo. No existe un concenso absoluto en la comunidad científica ese tema.»
Y con una afirmación generalizando tiene usted bastante. ¿eh? Pero cualquiera que se haya empapado, como es mi caso, leyendo libros de neurociencias y psicología, o que haya hablado con catedráticos o sea un visitante asiduo de blogs y journals de neurociencia, sabrá que lo que usted sostiene es totalmente falso. Intente encontrar algún estudio en el que se afirme lo que usted sostiene (una disociación mente-cerebro) en cualquiera de las journals especializadas en el tema:
http://www.jneurosci.org/
http://link.springer.com/journal/415
http://www.neurology.org/
http://onlinelibrary.wiley.com/journal/10.1111/(ISSN)1468-1331
http://brain.oxfordjournals.org/
https://www.journals.elsevier.com/journal-of-the-neurological-sciences
http://jnnp.bmj.com/
http://thejcn.com/
«También es dudoso (por no decir falso) de que todos los procesos biológicos pueden explicarse fácilmente mediante las elementales leyes fisicoquímicas. Basta ver como funciona una célula EN DETALLE para darse cuenta de esto.»
Y, de nuevo, con otra afirmación falsa que no evidencia.
Para empezar, quite el «fácilmente» pues en ningún momento he dicho que las explicaciones fisicoquímicas sean «fáciles». Se necesitan años de estudios para comprender con detalle todos los mecanismos biológicos que hay detrás de los microoganismos. Pero lo que sí que es cierto, y me da igual cómo se ponga usted, es que para todos los procesos biológicos existe una explicación físico-química. Pero bueno… aun está usted a tiempo de mostrarnos cómo si no interactúan los elementos que forman la célula. ¿Magia tal vez?
Cuando intente acusarme de algo, acuseme de lo que he dicho, no de lo que usted se inventa que he dicho. Las falacias de hombres de paja tal vez le sirvan en otros blogs, en este no.
«Me parece que el autor de este blog no está lo suficientemente INFORMADO. Hay mucha arbitrariedad en su opinión (no es objetiva). Pero si el autor de este blog está CONVENCIDO de que es una máquina biológica sin más seguro que ALGO LE FALTA (llámese espíritu, alma o conciencia superior…). De eso no me queda LA MENOR DUDA«
Y a mi me parece que, como carece usted de cerebro, su «alma» no tiene la capacidad de retener información y procesarla para dar respuestas bien argumentadas y razonadas. Le diría que yo sí tengo una mínima duda de lo que digo, pero como usted está tan seguro de que mente y cerebro no son lo mismo ¿Quién soy yo para discutirle a usted? 😉 Si hasta usted mismo confirma que algunos, por lo visto, no piensan con el cerebro:
«Por supuesto, no todas las personas son iguales y me consta de que algunos sujetos sí tienen alma, y esas personas, justamente por tener un alma, no se sienten muy felices de vivir en un sistema material y de depredación como el nuestro (o sea en en cual vivimos ahora). Es como si no PERTENECIERAN al sistema Tierra.»
¿Para qué estudiar neurociencia y psicología si todos los problemas emocionales se pueden responder alegando que son porque ese individuo concreto tiene alma? En fin… ya nos explicará porqué estos pueden solucionarse con neurocirugía y/o alterando la química del cerebro.
Para que luego digan que la religión no hace necia a la gente que cree en sus postulados.
Lo que destruye la sociedad es la gente fanática y acrítica con los dogmas religiosos. Pero claro, usted es uno de ellos. Así que ¿qué nos va a decir?
Lo que dijo es una estupidéz. Cualquiera sabe que lo que arruina el mundo es la gente sin valores éticos o humanos, no la gente religiosa. Hay miles de religiosos buenos y miles de ateos buenos también. Y han miles de ateos malos (asesinos como Mao y Stalin, banqueros usureros cuya única religión es el DINERO y que desde hace rato se están cargando el Mundo…) y también miles de gente que se dice cristiana (por ejemplo los Bush) y que mandaron a los mismos cristianos de su país a morir en la guerra. Para defender la Cruz?? No, al PETROLEO DE SU FAMILIA.
Además es un IRRESPETUOSO, pues trató de delincuente o asesino a ESE CREYENTE por el sólo hecho de ser creyente y opinar distinto de usted…
No se puede opinar mal de alguien por el sólo hecho de tener una fe. Corríjase y edúquese.
Acuda a alguien para que le enseñe comprensión lectora, o revise sus valores morales. A estas alturas que alguien llame estupidez lo que dije (que la gente fanática y acrítica es peligrosa) dice mucho de esa persona.
«Lo que dijo es una estupidéz. Cualquiera sabe que lo que arruina el mundo es la gente sin valores éticos o humanos, no la gente religiosa.«
¿Y cuando he negado yo que lo que arruine el mundo sea la gente sin valores morales? (lo de «humanos», sinceramente, se referirá a humanistas porque si no son humanos, ya me dirá de qué estamos hablando).
Me habla de decir estupideces y es usted quien relaciona inherentemente «religión» con una «moral» correcta (lo que usted entiende por «valores éticos»). ¿Tampoco sabe qué significa ética? Toda persona tiene normas morales. El problema no ese sino cuales son esas normas.
«Hay miles de religiosos buenos y miles de ateos buenos también. Y han miles de ateos malos (asesinos como Mao y Stalin, banqueros usureros cuya única religión es el DINERO y que desde hace rato se están cargando el Mundo…) y también miles de gente que se dice cristiana (por ejemplo los Bush) y que mandaron a los mismos cristianos de su país a morir en la guerra. Para defender la Cruz?? No, al PETROLEO DE SU FAMILIA.»
Me viene como típicos ejemplos de «ateos» moralmente reprochables con Mao y Stalin, como si no creer en la existencia de deidades les hubiera hecho como son o eso fuera mínimamente comparable al cristianismo, que usted defiende.
Para empezar, Mao era taoísta y Stalin tuvo una educación cristiana (sus padres eran cristianos ortodoxos). No son pocas las referencias y documentos que demuestran el apoyo que este le dio a la Iglesia Ortodoxa Rusa y viceversa. Que incluso intentó centralizar el culto ortodoxo en el Kremlin.
Y para acabar, todavía estoy esperando a que, ya que pretende adjudicarnos la misma razón que a su religión, nos diga qué texto «sagrado» tiene el ateísmo en el cual se dicten dogmas que todo ateo deba seguir.
El problema no es la gente sino aquello que la gente está dispuesta a obedecer o aquello que la influencia. Que es lo que yo critico.
Ahora me dirá que, ingenuo o mentiroso usted, es una casualidad la homofobia, el machismo y la xenofobia de la mayoría de cristianos y que en nada tiene que ver que, en sus textos «sagrados», estos sean los valores predicados. Me va a negar usted algo que está tan ampliamente documentado que da hasta vergüenza ajena ver a alguien intentando negarlo.
«Además es un IRRESPETUOSO, pues trató de delincuente o asesino a ESE CREYENTE por el sólo hecho de ser creyente y opinar distinto de usted…»
A ver si aprende a leer, pues esa es su «interpretación» (eso que ustedes constantemente hacen para justificar sus creencias y prejuicios) y deja ya esa hipocresía: pretende enseñar a ser respetuoso alguien que califica de estupideces lo que otros dicen. Y más bajo una serie de razonamientos como los expuestos.¿?
«No se puede opinar mal de alguien por el sólo hecho de tener una fe. Corríjase y edúquese»
Busque otro argumento menos falaz. Máxime cuando la fe de unos implica el desprecio, la intolerancia y el castigo de otros. No somos los ateos quienes instauramos legislaciones en países basadas en dogmas prehistóricos y medievales inmorales.
Más y mejor educación, desde luego, es lo que hace falta.
Que piensas de ello; en realidad las culturas antiguas tenían escaso conocimiento del cerebro?
Cómo es de suponerse, el estudio de la computadora personal del ser humano no es nuevo, los inicios de su estudio se dan con la observación, así lo demuestra un papiro escrito en el siglo XVII Antes de Cristo que contiene las primera referencias sobre este órgano al que ya se le nombraba cerebro, repetido de hecho siete veces en este documento, en él se describen los síntomas, diagnóstico y expectativas de recuperación de dos pacientes con fracturas craneales (Kandel, Schwartz, Jessell 2000).
El primer tratado Médico donde se menciona una cirugia cerebral se remonta a 1500 AC, y esto es 1000 años antes de Hipócrates. Dicho papiro contiene 48 historias clínicas e incluye detalles de cómo hacer suturas, examinar la percepción visual y auditiva y la forma de tratar fracturas expuestas en el cráneo de los pacientes (Tanzi, 2012).
Ya durante la segunda mitad del siglo I Antes de Cristo, en la antigua Grecia fueron desarrolladas distintas observaciones sobre el cerebro en cuanto a las funciones de éste y fue Alcmaeon de Crotón de la escuela Pitagoriana entre los siglos VI y V antes de Cristo quién consideró por primera vez al cerebro como el lugar donde se localizaba la mente, pero no fue sino hasta el siglo IV Antes de Cristo que Hipócrates, basado por supuesto en los trabajos de Alcmaeon, postuló que el cerebro era donde se asentaba la inteligencia.
Fuente: http://neurocognicionyaprendizaje.blogspot.com/2013/05/historia-de-los-estudios-sobre-el.html
Dísculpame el vago lexico y tecnisismo que empleo, a comparación de tus elaboradas y complejas preguntas y respuestas.
«Que piensas de ello; en realidad las culturas antiguas tenían escaso conocimiento del cerebro?»
Desde mi punto de vista, y que intento reflejar en este artículo, obviamente, mucho menos del que tenemos ahora gracias a los descubrimientos mencionados. Y sí: si se leen dichos papiros, se puede ver que era bastante escaso. Aunque, todo sea dicho, no tanto como muchos creen y no es nada reprochable, teniendo en contexto los conocimientos de la época y el contexto sociocultural.
El problema radica en que antes de los descubrimientos y conocimientos adquiridos que resumo en la descripción, esos conocimientos anatómicos y médicos se mezclaban con creencias mágico-religiosas, y en otro simplemente se describía el procedimiento a tratar en caso de una lesión.
Con respecto a su artículo:
Se refiere usted, supongo, a una de dos: al tratado médico egipcio más antiguo que se conoce: el Papiro Ebers (s. XVI a.e.c.) o al Papiro Edwin Smith (s. XV d.e.c.). El problema es que el tanto uno (en el que se citan remedios) como otro (en el que se citan casos), a diferencia de los tratados científicos y conocimientos que he mencionado (s. XVII en adelante), mezclaba remedios con plantas con fórmulas mágicas con creencias religiosas. Puede ver, como ejemplo, la traducción de diversos tratados médicos egipcios aquí (entre ellos Ebers). O puede ver, en el segundo, el Papiro Edwin Smith, en el que se tratan las lesiones en el cráneo, se mencionan una serie de casos exponiendo cómo tratarlos (en el caso 6, por ejemplo, se menciona una lesión en el cráneo que deja a la vista el cerebro).
Por último, menciona que Alcmaeon de Crotón que «consideró por primera vez al cerebro como el lugar donde se localizaba la mente«. Texto que extrae o bien de Wikipedia o bien de la fuente que usa Wikipedia, la Revista argentina de clínica Neuropsiquiátrica. Año XVII. Vol. 15 nº 1, septiembre de 2008 (con link roto) hacia las páginas 36 y 39 (ver enlace – este sí funciona). El problema, de nuevo, es que este era dualista y creía en la existencia de dioses y del alma. De él, puede verse en esa fuente de la que extraen el texto en la Wikipedia, no quedan textos suyos: sólo las menciones que de él hicieron personas de relevancia como Aristóteles:
La fuente a la que cita la Revista (pags 40 y 41), que es tomada como fuente por Wikipedia declara que esta cita proviene de Hirzel:
Tanto Hipócrates como Alcmaeenon mezclaban nociones metafísicas con las físicas, atribuyendo a factores externos sobrenaturales y errantes, como el alma, ciertas cualidades que ahora sabemos no existen y otras que son exclusivas del cerebro. El mismo dualismo cuerpo-mente en el que, como expliqué, creía Descartes hasta que este fuera desterrado definitivamente y poco a poco por Galvani, Müller, etc. de todo concepto anatómico y médico.
El conocimiento que tenemos de cómo funciona nuestro cuerpo ha sido fruto de cientos de colaboraciones y de descubrimientos a lo largo de los siglos. Esto puede verse leyendo a dichos autores y posteriores, y viendo la progresión de ideas y cómo unas más certeras han ido descartando a otras menos y anteriores.
¿Que opina usted de esto?
Mi opinión ha quedado reflejada, pienso, bastante clara en el propio artículo.
Había mandado un link con una noticia pero en el comentario no aparece.
Por eso le he pedido una opinión,no me refería a su artículo eso ya me ha quedado claro
Todos sus comentarios se han publicado ya y en ninguno aparece un enlace.
¿Se ve ahora el enlace?
http://www.tendencias21.net/Puede-la-fisica-cuantica-explicar-las-experiencias-cercanas-a-la-muerte_a14335.html
No se que ha pasado en los otros comentarios.
Si. Ahora sí ha llegado. Desconozco por qué no llegaría la anterior vez.
Por lo poco que he leído sobre Van Lommel, no es físico sino simplemente cardiólogo. Así que, ya de entrada, no sé qué hace hablando sobre física y/o cual es su grado de conocimientos sobre física teórica: concretamente sobre física de partículas.
Me parece además redundante esto pues la física, de momento, desmiente por completo todo tipo de explicaciones sobrenaturales y en medicina no se ha comprobado, hasta día de hoy, ni uno de los postulados de la religión.
2.- Van Lommel ya ha descartado, por lo que veo, todo tipo de explicaciones racionales para asumir como explicaciones aquello en lo que seguramente cree. Por ejemplo, a dichas experiencias no les ha buscado explicaciones neurológicas. Se supone que estudió medicina ¿y no tuvo en cuenta la neurociencia?
3.- En su «investigación» (en la cual ha ignorado todo método científico) lo único en lo que se ha basado ha sido en los testimonios anecdóticos. ¿qué clase de médico toma como verídicas las experiencias subjetivas?
Lommel parece adherirse a la física cuántica por moda apelando a ella del mismo modo en que la entienden magufos como Chopra. No me extrañaria que incluso ya se conocieran.
Las ECM (NDE en inglés) tienen explicación científica y no va encaminada hacia los postulados de Kuhn. Pues no es si quiera necesario apelar a la física cuántica.
http://skepdic.com/nde.html (en el artículo mencionan, por cierto, a Lommel)
Por otro lado, yo ahora no lo he buscado de momento, lo que afirme un tipo en un libro o en un DVD no es una prueba científica. Si Van Lommel quiere demostrar sus afirmaciones lo que debe hacer es publicar sus estudios en una Journal de revisión por pares y luego atenerse a las reviews que le hagan desde la comunidad sobre su estudio: si su metodología fue correcta, si no hubo sesgos implicados, si la muestra fue amplia (y qué resultados dio: si no se basaron en una regresión a la media), si se ha atenido en cuenta a la evidencia ya disponible y confirmada sobre los campos de los que pretende hablar, si ha habido replicación de resultados, etc. De este lo único que hay es un estudio publicado en The Lancet en 2001 bajo el título Near-death experience in survivors of cardiac arrest: a prospective study in the Netherlands en el cual, de los 344 pacientes «resucitados» (a ni uno sólo de sus pacientes los dejaron sin oxígeno en el cerebro) de un paro cardiáco, sólo 62 pacientes (18%) informaron de ECM (experiencias cercanas a la muerte), de los cuales 41 (12%) describieron una experiencia básica. Incluso el propio Lommel, que por lo visto tiende a creer en ello, se pregunta en dicho estudio por qué hay tan pocos reportando una ECM.
Que este tipo es un magufo se ve claramente en las afirmaciones que realiza él mismo cuando en su libro Conciencia más allá de la vida postula un modelo en el que la conciencia está más allá de las actividades neurológicas del cerebro y va retando «a la medicina». Vamos, que a este tipo la física y la anatomía, y todos los estudios neurológicos desde hace siglos, se la traen floja. En Skeptic formum desmenuzaron todos los errores de su estudio, del cual luego Lommel sacó sus propias interpretaciones sesgadas para publicar su libro.
Lommel no viene a ser más que un charlatán, de tantos, que se apoya en un argumento de autoridad para dar pedigrí a sus publicaciones pues en algún momento de su vida estudió y se licenció en medicina. Una medicina en la que no le enseñaron nada de lo que él sostiene ahora y que no le apoya en absoluto.