"La religión dogmática toma el aspecto y las proporciones de una gigantesca alucinación colectiva que se aparta de la realidad… esta actitud, tradicional en lo religioso, equivale, en efecto, a encogerse de hombros ante todo realismo."

Joseph Banks Rhine

Tratamientos médicos bíblicos: cómo curar la lepra

Los religiosos siempre usan la biblia como base a sus afirmaciones. Esta es siempre, para ellos, recurso necesario que hace válidas sus creencias ya que, según ellos, está llena de verdades y conocimiento. Pues bien, para corroborar una vez más si esto es así o solo charlatanería barata, comprobaremos qué conocimientos y verdad hay en uno de los capítulos dedicado al tratamiento de enfermedades (en este caso la lepra y/o enfermedades de piel-según nuevas “traducciones” e “interpretaciones” por supuesto religiosas). También veremos (de nuevo) si es cierta esa “sabiduría” bíblica o tan solo el reflejo de los conocimientos y supersticiones de un pueblo (el hebreo) en un simple libro (Tanaj o Antiguo testamento).

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Los religiosos siempre usan la biblia como base para sus afirmaciones. Esta es siempre, para ellos, recurso necesario que hace válidas sus creencias (que también extraen de ella) ya que, según ellos, está llena de «verdades» y conocimiento. Pues bien, para corroborar una vez más si esto es así o sólo charlatanería barata, comprobaremos qué conocimientos y verdad hay en uno de los capítulos dedicado al tratamiento de enfermedades (en este caso la lepra y/o enfermedades de piel-según nuevas “traducciones” e “interpretaciones” por supuesto religiosas).

También veremos (de nuevo) si es cierta esa “sabiduría” bíblica o tan solo el reflejo de los conocimientos y supersticiones de un pueblo (el hebreo) en un simple libro (Tanaj o Antiguo testamento).

 

¿Qué es lo que dice la Biblia?

Veremos si lo escrito en ella son las palabras de un ser omnisciente o simplemente las de una persona (en este caso sacerdote) limitada por los conocimientos de la época y siguiendo un protocolo ideado por él mismo para prevenir y actuar contra ella.

¿Como detectarla?

Levítico 13

1Y hablo Jehová á Moisés y á Aarón, diciendo:

Nota: He remarcado esto por si algún creyente quiere debatirme quien, según su tan preciada biblia, es el que enseña estos procedimientos. Con respecto a esto amigos creyentes, tenéis dos opciones:

1.-Excusaros diciendo que la biblia fue tan solo “inspirada por Dios”, cosa que se extrae de este primer versículo, con lo que tendréis que asumir que es ese mismo dios quien dicta los siguientes procedimientos.

2.- Aceptar que la biblia es tan solo un libro más de leyendas y mitología escrito por personas sin inspiración divina y limitadas a los conocimientos y supersticiones de la época.

¿Qué hacer cuando aparece algún síntoma?

2Cuando el hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, ó postilla, ó mancha blanca, y hubiere en la piel de su carne como llaga de lepra, será traído á Aarón el sacerdote, ó á uno de los sacerdotes sus hijos:

¿Como diagnosticar si es lepra?

3Y el sacerdote mirará la llaga en la piel de la carne: si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más hundida que la tez de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le dará por inmundo.

Caso y sutratamiento:

4Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días;

5Y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga a su parecer se hubiere estancado, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá á encerrar por otros siete días.

6Y al séptimo día el sacerdote le reconocerá de nuevo; y si parece haberse oscurecido la llaga, y que no ha cundido en la piel, entonces el sacerdote lo dará por limpio: era postilla; y lavará sus vestidos, y será limpio.

7Mas si hubiere ido creciendo la postilla en la piel, después que fué mostrado al sacerdote para ser limpio, será visto otra vez del sacerdote:

8Y si reconociéndolo el sacerdote, ve que la postilla ha crecido en la piel, el sacerdote lo dará por inmundo: es lepra.

Conclusiones:

1º.- El sacerdote necesita mas de 14 días para diagnosticar si es lepra.

2º.- Para ello, según Jehová, este sacerdote tiene que ver durante los 7 primeros días una mancha blanca poco profunda y el pelo de color normal Al final de estos el sacerdote tiene que ver si esta mancha no se ha extendido. Después de esto necesita de otros 7 días más para luego al séptimo día, comprobar si esta mancha se ha extendido o no.

¿Cómo proceder?

Suponiendo que por sin se ha detectado que la enfermedad es lepra, tal y como indican los procedimientos anteriores. Lo lógico seria empezar a tratarla ¿No? . Pues no, para el omnisciente dios y su siervo el sacerdote, aun es necesario seguir probando y observando para determinar si es lepra (caso 1), llaga (caso 2) o llaga de lepra (caso 3).

1º Caso:

9Cuando hubiere llaga de lepra en el hombre, será traído al sacerdote;

10Y el sacerdote mirará, y si pareciere tumor blanco en la piel, el cual haya mudado el color del pelo, y se descubre asimismo la carne viva,

11Lepra es envejecida en la piel de su carne; y le dará por inmundo el sacerdote, y no le encerrará, porque es inmundo.

12Mas si brotare la lepra cundiendo por el cutis, y ella cubriere toda la piel del llagado desde su cabeza hasta sus pies, á toda vista de ojos del sacerdote;

13Entonces el sacerdote le reconocerá; y si la lepra hubiere cubierto toda su carne, dará por limpio al llagado: hase vuelto toda ella blanca; y él es limpio.

14Mas el día que apareciere en él la carne viva, será inmundo.

15Y el sacerdote mirará la carne viva, y lo dará por inmundo. Es inmunda la carne viva: es lepra.

2º Caso:

16Mas cuando la carne viva se mudare y volviere blanca, entonces vendrá al sacerdote;

17Y el sacerdote mirará, y si la llaga se hubiere vuelto blanca, el sacerdote dará por limpio al que tenía la llaga, y será limpio.

18Y cuando en la carne, en su piel, hubiere apostema, y se sanare,

19Y sucediere en el lugar de la apostema tumor blanco, ó mancha blanca embermejecida, será mostrado al sacerdote:

20Y el sacerdote mirará; y si pareciere estar más baja que su piel, y su pelo se hubiere vuelto blanco, darálo el sacerdote por inmundo: es llaga de lepra que se originó en la apostema.

21Y si el sacerdote la considerare, y no pareciere en ella pelo blanco, ni estuviere más baja que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días:

22Y si se fuere extendiendo por la piel, entonces el sacerdote lo dará por inmundo: es llaga.

3º Caso:

23Empero si la mancha blanca se estuviere en su lugar, que no haya cundido, es la costra de la apostema; y el sacerdote lo dará por limpio.

24Asimismo cuando la carne tuviere en su piel quemadura de fuego, y hubiere en lo sanado del fuego mancha blanquecina, bermejiza ó blanca,

25El sacerdote la mirará; y si el pelo se hubiere vuelto blanco en la mancha, y pareciere estar más hundida que la piel, es lepra que salió en la quemadura; y el sacerdote declarará al sujeto inmundo, por ser llaga de lepra.

26Mas si el sacerdote la mirare, y no pareciere en la mancha pelo blanco, ni estuviere más baja que la tez, sino que está oscura, le encerrará el sacerdote por siete días;

27Y al séptimo día el sacerdote la reconocerá: si se hubiere ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo dará por inmundo: es llaga de lepra.

¿Empezamos ya a tratarlo? NO

Sabiendo diferenciar por fin entre lepra, llaga o llaga de lepra ¿? , se supone que el dios omnisciente dictaría por fin al sacerdote como realizar la cura. En cambio, este sacerdote supuestamente guiado por un dios omnisciente, no contento con mas de 21 dias de reconocimiento para averiguar si es lepra o una simple “llaga”, debe proseguir observando aun más para estar seguro (y al parecer determinar que clase de lepra es ¿?).

28Empero si la mancha se estuviere en su lugar, y no se hubiere extendido en la piel, sino que está oscura, hinchazón es de la quemadura: darálo el sacerdote por limpio; que señal de la quemadura es.

29Y al hombre ó mujer que le saliere llaga en la cabeza, ó en la barba,

30El sacerdote mirará la llaga; y si pareciere estar más profunda que la tez, y el pelo en ella fuera rubio y adelgazado, entonces el sacerdote lo dará por inmundo: es tiña, es lepra de la cabeza ó de la barba.

¿Sabe el sacerdote por fin qué es y como tratarlo? NO

Después de más de 21 días de observación para determinar si es llaga, lepra o llega de lepra, y después de esto si es tiña, lepra o si es lepra de la cabeza ¿? o de la barba ¿?, ¿Procederemos por fin a tratarla? No, aun tendremos que observar otros 14 días más (para que luego se quejen de las esperas en la sanidad pública)

1º Caso:

31Mas cuando el sacerdote hubiere mirado la llaga de la tiña, y no pareciere estar más profunda que la tez, ni fuere en ella pelo negro, el sacerdote encerrará al llagado de la tiña por siete días:

32Y al séptimo día el sacerdote mirará la llaga: y si la tiña no pareciere haberse extendido, ni hubiere en ella pelo rubio, ni pareciere la tiña más profunda que la tez,

33Entonces lo trasquilarán, mas no trasquilarán el lugar de la tiña: y encerrará el sacerdote al que tiene la tiña por otros siete días.

34Y al séptimo día mirará el sacerdote la tiña; y si la tiña no hubiere cundido en la piel, ni pareciere estar más profunda que la tez, el sacerdote lo dará por limpio; y lavará sus vestidos, y será limpio.

2º Caso:

A.-

35Empero si la tiña se hubiere ido extendiendo en la piel después de su purificación,

36Entonces el sacerdote la mirará; y si la tiña hubiere cundido en la piel, no busque el sacerdote el pelo rubio, es inmundo.

B.-

37Mas si le pareciere que la tiña está detenida, y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; él está limpio, y por limpio lo dará el sacerdote.

C.-

38Asimismo el hombre ó mujer, cuando en la piel de su carne tuviere manchas, manchas blancas,

39El sacerdote mirará: y si en la piel de su carne parecieren manchas blancas algo oscurecidas, es empeine que brotó en la piel, está limpia la persona.

D.-

40Y el hombre, cuando se le pelare la cabeza, es calvo, mas limpio.

E.-

41Y si á la parte de su rostro se le pelare la cabeza, es calvo por delante, pero limpio.

3º Caso:

42Mas cuando en la calva ó en la antecalva hubiere llaga blanca rojiza, lepra es que brota en su calva ó en su antecalva.

43Entonces el sacerdote lo mirará, y si pareciere la hinchazón de la llaga blanca rojiza en su calva ó en su antecalva, como el parecer de la lepra de la tez de la carne,

44Leproso es, es inmundo; el sacerdote lo dará luego por inmundo; en su cabeza tiene su llaga.

¿Han observado que el sacerdote básicamente no ha hecho nada mas que observar y observar? Tiempo suficiente para determinar como cualquier otra persona si el enfermo tiene lepra o una simple enfermedad cutánea.

Nota: Léanlo de nuevo para estar mas seguros, a ver si encuentran un resquicio de tratamiento que no sea la espera de 7 días, mas 7 días, mas 7 días, etc. Los religiosos excusan estas esperas con la observación, examen y control de la enfermedad por parte de una autoridad. Cosa que era de esperar debido a la obviedad que habría sido observar el desarrollo de esta enfermedad durante bastante tiempo y cuales eran sus síntomas. El sacerdote (una de las máximas autoridades de la época) sabiendo esto solo tenia que inventarse un protocolo que le sirviera para diagnosticar si era lepra o no.

Bien, después de mas de 35 días de observación para determinar si es lepra o no, un lavado de prendas y un rapado de pelo como solución para los que solo tienen “llaga” o tiña, uno esperaría ver cual es el tratamiento para la lepra que da Jehová ¿no? Pues vamos a ello…

45Y el leproso en quien hubiere llaga, sus vestidos serán deshechos y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡inmundo!

46Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro: habitará solo; fuera del real será su morada.

Vamos, que básicamente el tratamiento para el leproso es quemar sus vestidos, ordenarle que mantenga la cabeza al descubierto para que se le vea bien y que él mismo grite “¡Inmundo! ¡inmundo!” para que todo el mundo sepa quien es. Aparte de esta muestra de desprecio se le ordenara vivir alejado del resto de la población (una cuarentena, algo obvio teniendo en cuenta que esta enfermedad podía ser contagiosa).

Según la biblia los vestidos también enferman y se contagian (de lepra)

¿Que más hacer? Bien, sigamos con el tratamiento…

47Y cuando en el vestido hubiere plaga de lepra, en vestido de lana, ó en vestido de lino;

48O en estambre ó en trama, de lino ó de lana, ó en piel, ó en cualquiera obra de piel;

49Y que la plaga sea verde, ó bermeja, en vestido ó en piel, ó en estambre, ó en trama, ó en cualquiera obra de piel; plaga es de lepra, y se ha de mostrar al sacerdote.

50Y el sacerdote mirará la plaga, y encerrará la cosa plagada por siete días.

Al parecer, el dios bíblico (y no se os olvide omnisciente) afirma que los vestidos también enferman de lepra y que estos deben ser encerrados durante 7 días. ¿para curarse?

51Y al séptimo día mirará la plaga: y si hubiere cundido la plaga en el vestido, ó estambre, ó en la trama, ó en piel, ó en cualquiera obra que se hace de pieles, lepra roedora es la plaga; inmunda será.

Después de 7 días innecesarios para determinar si el vestido está infectado de lepra¿?, el dios bíblico ordena observar al final de esos siete días si la enfermedad se ha extendido. Al parecer, el sacerdote desconocía que una ropa aislada durante siete días, independientemente de si ha tenido contacto o no con un leproso, esta podría producir hongos debido a la humedad. El autor de Levítico, desconociendo esto, se inventa una enfermedad a la que su dios (repito omnisciente) llama “lepra roedora”. ¿Como tratar al vestido?

52Será quemado el vestido, ó estambre ó trama, de lana ó de lino, ó cualquiera obra de pieles en que hubiere tal plaga; porque lepra roedora es; al fuego será quemada.

53Y si el sacerdote mirare, y no pareciere que la plaga se haya extendido en el vestido, ó estambre, ó en la trama, ó en cualquiera obra de pieles;

54Entonces el sacerdote mandará que laven donde está la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días.

55Y el sacerdote mirará después que la plaga fuere lavada; y si pareciere que la plaga no ha mudado su aspecto, bien que no haya cundido la plaga, inmunda es; la quemarás al fuego; corrosión es penetrante, esté lo raído en la haz ó en el revés de aquella cosa.

56Mas si el sacerdote la viere, y pareciere que la plaga se ha oscurecido después que fué lavada, la cortará del vestido, ó de la piel, ó del estambre, ó de la trama.

57Y si apareciere más en el vestido, ó estambre, ó trama, ó en cualquiera cosa de pieles, reverdeciendo en ella, quemarás al fuego aquello donde estuviere la plaga.

58Empero el vestido, ó estambre, ó trama, ó cualquiera cosa de piel que lavares, y que se le quitare la plaga, lavarse ha segunda vez, y entonces será limpia.

59Esta es la ley de la plaga de la lepra del vestido de lana ó de lino, ó del estambre, ó de la trama, ó de cualquiera cosa de piel, para que sea dada por limpia ó por inmunda.

Pero… ¿Jehová (un ser omnisciente y omnipotente) da por fin un tratamiento para curar al leproso o no? SI

Sorprendentemente lo da. Pero este tratamiento es cuanto menos un tanto curioso y absurdo no muy distinto de cualquier ritual que el creyente judeocristiano consideraría como “pagano”. (Pero como ya sabemos que ese creyente jamás hace observaciones criticas hacia su religión como al resto de creencias, esto es algo que asume o excusa).

Levítico 14

1Y HABLO Jehová á Moisés, diciendo:

2Esta será la ley del leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote:

3Y el sacerdote saldrá fuera del real; y mirará el sacerdote, y viendo que está sana la plaga de la lepra del leproso,

Nota: Cuando se refiere a “se limpiare” y a “está sana la plaga de la lepra” no se refiere a un leproso curado, se refiere a lo dicho en el capitulo anterior (Levítico 13): una vez determinado que es leproso (Levítico 13:1-46) y sus ropas son “limpias” (Levítico 13:47-59). Esto se puede observar leyendo detenidamente Levítico 13 y observando en estos primeros versículos como a lo que se refiere realmente es a estar detenida la plaga y propagación de la lepra. Para sanar al leproso el proceso es el siguiente:

Paso 1

4El sacerdote mandará luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y palo de cedro, y grana, é hisopo;

5Y mandará el sacerdote matar la una avecilla en un vaso de barro sobre aguas vivas;

6Después tomará la avecilla viva, y el palo de cedro, y la grana, y el hisopo, y lo mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas vivas:

7Y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le dará por limpio; y soltará la avecilla viva sobre la haz del campo.

Paso 2

8Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todos sus pelos, y se ha de lavar con agua, y será limpio: y después entrará en el real, y morará fuera de su tienda siete días.

9Y será, que al séptimo día raerá todos sus pelos, su cabeza, y su barba, y las cejas de sus ojos; finalmente, raerá todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas, y será limpio.

Paso 3

10Y el día octavo tomará dos corderos sin defecto, y una cordera de un año sin tacha; y tres décimas de flor de harina para presente amasada con aceite, y un log de aceite.

11Y el sacerdote que le purifica presentará con aquellas cosas al que se ha de limpiar delante de Jehová, á la puerta del tabernáculo del testimonio:

12Y tomará el sacerdote el un cordero, y ofrecerálo por la culpa, con el log de aceite, y lo mecerá como ofrenda agitada delante de Jehová:

13Y degollará el cordero en el lugar donde degüellan la víctima por el pecado y el holocausto, en el lugar del santuario: porque como la víctima por el pecado, así también la víctima por la culpa es del sacerdote: es cosa muy sagrada.

14Y tomará el sacerdote de la sangre de la víctima por la culpa, y pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.

Paso 4

15Asimismo tomará el sacerdote del log de aceite, y echará sobre la palma de su mano izquierda:

16Y mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y esparcirá del aceite con su dedo siete veces delante de Jehová:

17Y de lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, sobre la sangre de la expiación por la culpa:

18Y lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá sobre la cabeza del que se purifica: y hará el sacerdote expiación por él delante de Jehová.

Paso 5

19Ofrecerá luego el sacerdote el sacrificio por el pecado, y hará expiación por el que se ha de purificar de su inmundicia, y después degollará el holocausto:

20Y hará subir el sacerdote el holocausto y el presente sobre el altar. Así hará el sacerdote expiación por él, y será limpio.

21Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano á tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda agitada por la culpa, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un log de aceite;

22Y dos tórtolas, ó dos palominos, lo que alcanzare su mano: y el uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto;

23Las cuales cosas traerá al octavo día de su purificación al sacerdote, á la puerta del tabernáculo del testimonio delante de Jehová.

24Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y mecerálo el sacerdote como ofrenda agitada delante de Jehová;

25Luego degollará el cordero de la culpa, y tomará el sacerdote de la sangre de la culpa, y pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.

26Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda;

27Y con su dedo derecho rociará el sacerdote del aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Jehová.

28También pondrá el sacerdote del aceite que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la culpa.

29Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, pondrálo sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehová.

30Asimismo ofrecerá la una de las tórtolas, ó de los palominos, lo que alcanzare su mano:

31El uno de lo que alcanzare su mano, en expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además del presente: y hará el sacerdote expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová.

32Esta es la ley del que hubiere tenido plaga de lepra, cuya mano no alcanzare lo prescrito para purificarse.

Según la biblia las casas también enferman (de lepra)

33Y habló Jehová á Moisés y á Aarón, diciendo:

34Cuando hubieres entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y pusiere yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión,

Vemos como según la propia biblia es el dios (omnisciente, omnipotente, además de benevolente, justo y misericordioso) quien confiesa ser el culpable de enfermar a la gente de lepra.

Al parecer, el dios literario (quien según la propia biblia es culpable de enfermar a la gente), da una serie de protocolos a seguir para determinar si es lepra o no, para curarla con rituales y proteger a su “elegido” (el sacerdote que habla por él) de ser expuesto a ella.

35Vendrá aquél cuya fuere la casa, y dará aviso al sacerdote, diciendo: Como plaga ha aparecido en mi casa.

El sacerdote, con toda la autoridad que le concede su “relación personal con Yahvé (Dios)”, deberá inspeccionar la casa tal y como lo haría con un enfermo. (mírese Levítico 13)

36Entonces mandará el sacerdote, y despejarán la casa antes que el sacerdote entre á mirar la plaga, por que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa: y después el sacerdote entrará á reconocer la casa:

37Y mirará la plaga: y si se vieren manchas en las paredes de la casa, cavernillas verdosas ó rojas, las cuales parecieren más hundidas que la pared,

38El sacerdote saldrá de la casa á la puerta de ella, y cerrará la casa por siete días.

39Y al séptimo día volverá el sacerdote, y mirará: y si la plaga hubiere crecido en las paredes de la casa,

40Entonces mandará el sacerdote, y arrancarán las piedras en que estuviere la plaga, y las echarán fuera de la ciudad, en lugar inmundo:

41Y hará descostrar la casa por dentro alrededor, y derramarán el polvo que descostraren fuera de la ciudad en lugar inmundo:

42Y tomarán otras piedras, y las pondrán en lugar de las piedras quitadas; y tomarán otro barro, y encostrarán la casa.

43Y si la plaga volviere á reverdecer en aquella casa, después que hizo arrancar las piedras, y descostrar la casa, y después que fue encostrada,

44Entonces el sacerdote entrará y mirará; y si pareciere haberse extendido la plaga en la casa, lepra roedora está en la casa: inmunda es.

45Derribará, por tanto, la tal casa, sus piedras, y sus maderos, y toda la mezcla de la casa; y lo sacará fuera de la ciudad á lugar inmundo.

46Y cualquiera que entrare en aquella casa todos los días que la mandó cerrar, será inmundo hasta la tarde.

47Y el que durmiere en aquella casa, lavará sus vestidos; también el que comiere en la casa, lavará sus vestidos.

48Mas si entrare el sacerdote y mirare, y viere que la plaga no se ha extendido en la casa después que fue encostrada, el sacerdote dará la casa por limpia, porque la plaga ha sanado.

49Entonces tomará para limpiar la casa dos avecillas, y palo de cedro, y grana, é hisopo:

50Y degollará la una avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas:

51Y tomará el palo de cedro, y el hisopo, y la grana, y la avecilla viva, y mojarálo en la sangre de la avecilla muerta y en las aguas vivas, y rociará la casa siete veces:

52Y purificará la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas vivas, y con la avecilla viva, y el palo de cedro, y el hisopo, y la grana:

53Luego soltará la avecilla viva fuera de la ciudad sobre la haz del campo: Así hará expiación por la casa, y será limpia.

54 Esta es la ley acerca de toda plaga de lepra, y de tiña;

55 Y de la lepra del vestido, y de la casa;

56Y acerca de la hinchazón, y de la postilla, y de la mancha blanca:

57Para enseñar cuándo es inmundo, y cuándo limpio. Aquesta es la ley tocante á la lepra.

 

La realidad

La lepra es causada por el organismo Mycobacterium leprae. No es una enfermedad muy contagiosa (de difícil transmisión) y tiene un largo período de incubación (tiempo antes de que aparezcan los síntomas), lo cual dificulta determinar el momento y el lugar donde se contrajo la enfermedad. Los niños son más susceptibles que los adultos para contraerla.

La lepra tiene dos formas comunes: la tuberculoide y la lepromatosa, las cuales tienen subdivisiones adicionales. Ambas formas ocasionan úlceras en la piel, pero la forma lepromatosa es la más severa y produce grandes protuberancias e hinchazones ( nódulos) deformantes.

Todas las formas de esta enfermedad causan finalmente daño neurológico en brazos y piernas, lo cual ocasiona pérdida de la sensibilidad en la piel y debilidadmuscular. Las personas con lepra prolongada pueden perder el uso de las manos o los pies debido a las lesiones repetitivas ocasionadas por la ausencia de sensibilidad.

Los síntomas son:

Contagio

Es de difícil contagio. Según la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), la transmisión es «de persona a persona» por un contacto directo y prolongado, calculado en aproximadamente de 3 a 5 años. Se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de su organismo) y una persona sana susceptible. Es decir que debe mediar una predisposición especial para poder enfermar. La mayoría de las personas posee resistencia natural al Mycobacterium leprae.

Pruebas y exámenes

Tratamiento

Muchos medicamentos diferentes se utilizan para eliminar las bacterias que causan la enfermedad.

El ácido acetilsalicílico (aspirin ), la prednisona o la talidomida se utilizan para controlar la inflamación.

Pronóstico

La detección temprana es importante. El tratamiento oportuno limita los daños producidos por esta enfermedad, vuelve a la persona no infecciosa (es decir, no se puede contraer la enfermedad de ella) y le permite llevar un estilo de vida normal.

Posibles complicaciones

  • Desfiguramiento estético
  • Daño neurológico permanente

Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si tiene síntomas de lepra, especialmente si usted ha estado en contacto con alguien que tenga la enfermedad. En los Estados Unidos, es necesario notificar los casos de lepra a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.

Prevención

La prevención consiste en evitar el contacto físico cercano con personas que no hayan recibido tratamiento. Las personas con medicamentos prolongados se vuelven no infecciosas (no transmiten el microorganismo que causa la enfermedad).

 

Fuentes a consultar (Sean críticos y comparen la información religiosa dada por el dios bíblico con la obtenida a través de la ciencia):

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001347.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Lepra

 

Conclusión final

Como con todo en el mundo antiguo, el sacerdote (cohen-miembro de la casta sacerdotal- en otras culturas sería el brujo,chaman, etc) que ejercía como líder político-religioso, no podía actuar como un completo ignorante ante su pueblo (sobre todo si quería seguir ostentando dicho cargo de poder). Debía aparentar estar en contacto con quien le daba dicha autoridad (la deidad por la que él afirmaba estar hablando). Tal deidad, recurso usado por él para explicarlo todo, también debía proveerle el conocimiento para la resolución de las enfermedades que azotaban a su pueblo. Dicho dios “omnisciente” le dictaba ordenes y consejos para actuar ante tal enfermedad.

En este caso en concreto, se puede observar como, desde el comienzo del capitulo 13 (Levítico), se afirma y relata que es ese dios “omnisciente” quien ordena y aconseja como actuar contra la lepra (la traducción más fiel al término hebreo tzara’at –  צרעת – usado en los textos). El sacerdote, quien hablaba por su dios, declara que su dios le ha dictado dichas ordenes para curarla. A pesar de eso, a lo largo del capitulo, si se observa bien el texto, jamás ofrece un método de sanación y mucho menos un método efectivo. (a pesar de, repito, estar siendo guiado por un dios omnisciente que debería haber llegado a las mismas pesquisas que ).

1º.- Al no saber realmente que manchas son de lepra, el sacerdote somete al paciente a una serie de esperas para ver si avanza o no dicha lepra. Ese sacerdote debió observar que, en algunos casos, la lepra remitía debido a la capacidad humana de resistir la bacteria que la causa.

2º.- Después de las esperas, (según el texto bíblico) se puede observar como el sacerdote aun no sabe incluso si es lepra o las que él denomina como “llaga” o “llaga de lepra”. El sacerdote, incapaz de definirla, intenta alargar el tiempo de observación para intentar definir qué tiene el enfermo y los síntomas que el dios literario le dicta son:

  • Forúnculos y quemaduras (algo obvio pero no determinista).
  • Piel envejecida y pelo blanco (algo que ni de lejos causa la lepra)
  • Calvicie o lesiones en el cuero cabelludo o la barba (mirar el punto siguiente)

Algo totalmente contrario a los síntomas reales de la lepra:

  • Lesiones cutáneas de aspecto mas claro (lo contrario que se afirma en Levítico 13:16-17)
  • Disminución de la sensibilidad al las temperaturas y entumecimiento muscular.
  • Más duración en la curación de lesiones.
  • Debilidad muscular.

3º.- Aunque por fin determina que es, aun sigue especulando si es una u otra (Levítico 13:28-30), determinando que también puede ser “tiña, lepra de la cabeza o de la barba”. (negah de lo que se denomina נתק – netek )

4º.- El método de sanación que ofrece es seguir esperando y lavar la ropa (la cual, según ese sacerdote, puede también contagiarse de lepra).

5º.- Es tal la desinformación que posee ese sacerdote, que llega a pensar que la humedad, las manchas y los huecos que se producen en las casas, son también lepra y pueden contagiar a las personas.

Según el autor, aparecen “lesiones” en la pared en color verde intenso (ירקרקת) o rojo intenso (אדמדמת) que parecen hundidos por debajo del plano de la superficie de la pared (שפל מן הקיר, literalmente, «menor que la pared «). En este caso la casa esta infectada y puede infectar incluso a las casas que están pegadas pared con pared. Si después de los días requeridos la enfermedad se extiende, el dios omnisciente afirma que hay que quitar las piedras infectadas y cambiarlas por otras.

6º.- La única solución más o menos efectiva (digo mas o menos porque lo único que soluciona es el posible contagio) que da ese dios omnisciente, es apartar al “inmundo” [tzorua (צרוע) o un Metzorah . (מצרה)] de la comunidad. Lo cual no cura la enfermedad al enfermo y además le hace pensar que está siendo castigado.

Al enfermo que no conseguía curarse a pesar de haberle hecho los ritos iniciales, además se le consideraba como Tame – Tumah (טמא «, ritualmente impuros»), lo que producía al enfermo la sensación de ser un discapacitado espiritual ya que, según el propio termino, este enfermo estaba “bloqueado” en el ámbito religioso y necesitaba de más ritos de purificación para solucionarlo.

 

El dios bíblico (el religioso que afirmó y puso eso por escrito), desconocía tanto de enfermedades, que por no quedar como un idiota, se inventaba ritos con los que curarlo todo: piel, ropa y casas (aunque estos ritos no funcionaran). Lo cruel de estas afirmaciones es que se daban mediante una supuesta autoridad indiscutible a la que se le presuponía el conocedor de todo. De esta forma el sacerdote se exime de culpa si no se soluciona la enfermedad y si se sanaba (ya hemos visto que el sistema inmune humano podía por si solo remitirla) se atribuye el merito como “elegido” por ese ente imaginario del que afirma existe. Algo parecido al argumento usado hoy día por la mayoría de religiosos:

“Si sucede esto, dios lo ha querido (ha querido obrar) y si no sucede, dios no lo ha querido (los caminos de dios son misteriosos)”.

Un argumento falaz e incapaz de demostrarse ya que presupone algo que, de entrada, debería evidenciarse antes de usarlo: la existencia de esa deidad.

Sabemos que la ciencia aun está lejos de curar todas las enfermedades (o al menos todas las conocidas en un espacio corto de tiempo), pero a pesar de eso ya soluciona miles de ellas (mucho mas efectivamente que cualquier rito religioso). Ante esto, mi consejo ante la aparición de cualquier enfermedad es el mismo que dió Sagan:

«Si quieres salvar a tu hijo del polio puedes rezar o puedes vacunarlo… Aplica la ciencia«.

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