Muchas veces hablando con creyentes, la excusa que ponen cuando se les habla del patrimonio de la iglesia es preguntar ¿Y que haríamos con las iglesias y templos? Yo propondría convertirlos en museos o reciclarlos y convertirlos en edificios públicos con una verdadera utilidad. En Dublín (Irlanda) ya encontraron dicha respuesta aunque no tan modesta como la mía.
El edificio era originalmente la Iglesia de Saint Mary. Fundado en el siglo XVII, el edificio fue diseñado por Sir William Robinson, y consta como la primera iglesia de Dublín que se construyó con galerías.
El órgano de la iglesia fue construido por Renatus Harris. Ahora preside desde lo alto como decenas de personas toman copas, bailan y comen en ella.
St. Mary’s clausuró en 1964 y estuvo en ruinas durante varios años hasta que fue comprado por John Keating en 1997. Después de una amplia restauración, durante un período de siete años, este edificio finalmente volvió a abrir sus puertas en diciembre de 2005 bajo el nombre de su dueño, como “John M. Keating ‘s Bar”.
The Church no cuenta con imágenes de santos muertos y una persona agonizando en una cruz pero si que cuenta con el busto de Arthur Guinness, el creador de la marca de cerveza con mismo apellido.
Arthur Guinness se casó aquí en 1761, y los bautismos de Theobald Wolfe Tone (1763) y Sean O’Casey (1880) también tuvieron lugar aquí. Su imagen la podréis encontrar justo delante de los grifos de cerveza.
La iglesia se cerró en 1986 y se convirtió en un punto de venta hasta que este también cerró sus puertas en 1964. Lo que, desde 1997 se llamó «John M. Keating Bar», cambió de manos en 2007 y de nombre, llamado ahora simplemente como «The Church” (“La Iglesia»).
Si sois cristianos y queréis reuniros para rezar dentro, lo tendréis un poco complicado. The Chuch es un lugar en el que, según tal y como se define en su propia web, cuenta con “un entorno espectacular, junto con el ambiente especial y la atmósfera de la Iglesia permite a todos nuestros huéspedes disfrutar de la esencia misma de la hospitalidad irlandesa”, así que, aunque no podáis rezar y ver santos muertos, podréis disfrutar de la gente y las vistas, que es lo realmente importante.
Tampoco tendréis un altar con un sacerdote rezando y orando a un dios que jamás aparece y entregando un panecillo agrio por persona a la par que recauda dinero (con el famoso cepillo) sin aportar nada a cambio; en su lugar tendréis una barra con varios camareros que os pondrán lo que pidáis.
Aquí el tradicional rito canibalista del “cuerpo y sangre” se ha sustituido por un cervezas a 5 euros y menús a 30 euros. Eso sí, con más contenido y mucho más apetitosos.
The Church aprovecha realmente el espacio y cuenta con un bar, cafetería (Lo que en España conocemos como pub), discoteca y terraza.
El Bar principal,(pub) se encuentra, como es lógico, justo a la entrada, en la planta baja.
Que también es cafetería y da acceso a la parte del órgano en la primera planta.
El restaurante, que se encuentra en la misma planta que el órgano.
Y si bajamos al sótano no veremos ninguna sacristía ni ningún almacén privado para esos sacerdotes y toda su parafernalia. Lo que si veremos será la bodega y el bar de la torre. (discoteca)
Ya sé que no es una conversión educativa y cultural (aunque sí que es cierto que la música es cultura), pero es otra de tantas opciones que se podrían emplear para todos esos edificios que pagamos con nuestros impuestos y que solo sirven para un propósito: enriquecer a los líderes religiosos y su estafa piramidal.
Este pub, no solo da de comer a varias personas que trabajan en él: también atrae turismo y ha convertido un edificio viejo, en el cual se celebraban actos religiosos de una religión en concreto, en un centro de reunión y ocio para personas de diferentes culturas e ideologías con las que uno puede convivir, charlar y ya de paso tomarse una tapita, aperitivo, comida o bebida, muy a gusto.
Pagina web:
Comentarios recientes