"No sé si exista Dios, pero sería mejor para Su reputación que no."

Jules Renard

El fraude de los fantasmas (Fantasmas) – National Geographic

Uno de los tópicos en las religiones es la creencia en espíritus que vagan por este mundo en forma de espectros a los que se les llama “fantasmas”. Este documental aborda diferentes aspectos del mundo paranormal y especialmente en torno a las apariciones fantasmales visto desde el punto más escéptico. El documental llega de la mano del National Geographic y a través de el nos acercan a diferentes casos de supuestos fantasmas que posteriormente son explicados con ciencia, racionalidad, lógica y crítica.

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Uno de los tópicos en las religiones es la creencia en espíritus que vagan por este mundo en forma de espectros a los que se les llama “fantasmas”. Este documental aborda diferentes aspectos del mundo paranormal y especialmente en torno a las apariciones fantasmales visto desde el punto más escéptico.

El documental llega de la mano del National Geographic y a través de el nos acercan a diferentes casos de supuestos fantasmas que posteriormente son explicados con ciencia, racionalidad, lógica y crítica.

Origen e historia de este mito

Mesopotamia y Egipto

La creencia en fantasmas se testimonia desde los primeros textos escritos sumerios y egipcios: el fantasma de Enkidú se apareció a Gilgamesh en la llamada Epopeya de Gilgamesh.

Grecia y Roma

También se encuentra extendida por otras civilizaciones de muy distinto desarrollo cultural. La Odisea del griego Homero y la Eneida del latino Virgilio acogen viajes de ultratumba. Los romanos ponían un puñado de tierra sobre el cadáver porque si no el alma erraría por toda la eternidad en la ribera de la Estigia, y era preciso poner una moneda en la boca para pagar al barquero o el alma no tendría descanso. Por eso aterraba a los romanos navegar por el mar, ya que no recibirían honras funerarias. A los suicidas romanos se los enterraba con la mano cortada y separada del cuerpo, con el fin de desarmar a su espíritu, que hipotéticamente atormentaría a los vivos. Los fantasmas buenos para los romanos eran los manes o espíritus de los antepasados; los malvados eran las larvae, almas de hombres malvados que vagan errantes por las noche y atormentan a los vivos. Plutarco, en el siglo I, describe unos baños encantados en su Queronea natal donde aparecía el fantasma de un hombre asesinado. Otro celebrado fantasma fue descrito en una de las epístolas del historiador romano Plinio el Joven (VII, 27, 5-11), quien describe una casa encantada en Atenas donde aparecía un espectro que arrastraba cadenas; los sucesos cesaron cuando el filósofo Atenodoro alquiló la casa y fue guiado por el fantasma hasta un esqueleto enterrado y fue vuelto a sepultar con las debidas ceremonias. El texto está dirigido a un tal Licinio Sura.

La falta de ocupaciones a mí me brinda la oportunidad de aprender y a ti la de enseñarme. De esta forma, me gustaría muchísimo saber si crees que los fantasmas existen y tienen forma propia, así como algún tipo de voluntad, o, al contrario, son sombras vacías e irreales que toman imagen por efecto de nuestro propio miedo…

Otros escritores, como el romano Plauto (en su comedia Mostellaria) o el sirio Luciano de Samosata (en su relato Cuentistas o El descreído) también escribieron sobre fantasmas, aunque el precedente que más cabe citar es la compilación Sobre los hechos maravillosos de Flegón, liberto del emperador Adriano, origen de la leyenda de la esposa cadáver que reaparece en Proclo y sirvió de inspiración a Goethe para su Novia de Corinto y a Washington Irving para El estudiante alemán.

Una de las teorías que intentan explicar la religión los derivaría de la tendencia del pensamiento primitivo y prelógico a considerar que el mundo de los sueños forma también parte del real; por tanto, ver en sueños a personas fallecidas indica que no han muerto y que pueden interferir en la vida real. El origen de los fantasmas, pues, no sería distinto al de la religión en general.

Oriente (India, China y Japón)

En las civilizaciones orientales (como la china e india), muchos creen en la reencarnación o transmigración de las almas. Agregada a esta visión y dentro del Budismo, los fantasmas son almas que rehúsan ser recicladasen el curso del Samsara (ciclo de la reencarnación), porque han dejado alguna tarea por terminar. Los metafísicos y exorcistas de diversas religiones pueden ayudar al fantasma a reencarnarse o hacerlo desaparecer orientándolos o mandándolos a otra dimensión de existencia. En la creencia china e india, además de reencarnar, un fantasma puede también optar a la inmortalidad transformándose en semidiós y puede a través de su elevación espiritual trascender diversos planos o servir a los seres humanos, o bien puede bajar al infierno y sufrir ciclos karmáticos. En Japón, la religión shintoísta reconoce la existencia de espíritus de todo tipo y acepta la creencia en fantasmas como parte de la vida cotidiana. En la cultura malaya son prácticamente innumerables las leyendas y clases de fantasmas.

Occidente

En Occidente la creencia en fantasmas se fue difuminando desde la creencia irracional en ellos de la Edad Media al escepticismo de la Ilustración en el siglo XVIII, cuando el padre Feijoo, embutido en una lucha sin cuartel contra las supersticiones, llegó a decir que «no hay fantasma ni espectro que no desaparezca al conjuro de una buena tranca». En ese mismo siglo, el doctor Samuel Johnson llegó a la conclusión de que el fantasma de Cock Lane en Londres era una filfa.

En el siglo XIX la creencia en fantasmas resurgió poderosamente merced a la tendencia irracionalista del Romanticismo y el desarrollo del Espiritismo, la Teosofía y pseudociencias como la Parapsicología.

Todavía en el siglo XX y XXI se sigue considerando a los fantasmas como almas en pena que no pueden encontrar descanso tras su muerte y quedan atrapados entre este mundo y el otro, a pesar del desarrollo de una corriente positivista, escéptica y científica, que intenta desacreditar esta superstición y cuyos representantes más conocidos son ilusionistas como Harry Houdini o James Randi. La creencia general común supone que el alma de un fallecido no encuentra descanso por una tarea que el difunto ha dejado pendiente o inconclusa («promesa»): así, puede tratarse de una víctima que reclama venganza o un criminal que, por alguna causa, (haber sido enterrado con símbolos sagrados, por ejemplo) ve diferido su ingreso en el purgatorio o infierno. En la mayoría de las culturas contemporáneas, las apariciones de fantasmas están asociadas a una sensación de miedo y son fuente importante de estudio de recién nacidas pseudociencias, como la parapsicología. Aún es también importante dentro del estudio de ciertas religiones, como el Islam, el Budismo, Jainismo, Hinduismo, Shintoismo, Espiritualismo y Cristianismo, aunque cada una lo estudia de modo diferente. En las creencias de la Nueva Era, se intenta racionalizar la creencia tradicional afirmando que los fantasmas son cúmulos de energía negativa o que se trata de imágenes holográficas de personas que han dejado impregnado el ambiente con su imagen y sus actividades.

 

El documental

Este documental investiga, a través de la ciencia y con una mirada objetiva y critica, diversos casos de supuestos avistamientos y “apariciones” de fantasmas. Desde “casas encantadas”, pasando por “psicofonías”, hasta imágenes de video en cámaras de seguridad, donde supuestamente ocurren “fenómenos extraños” y aparecen dichos fantasmas deambulando.

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Se realiza además un breve resumen histórico de las primeras supuestas evidencias de fantasmas. Fotografías antiguas que intentaban simular lo que sus autores denominaron como ectoplasma.

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En las imágenes se puede observar la evolución fotográfica de este engaño desde unas de las primeras imágenes, en la que se representa a un supuesto fantasma saliendo de la nariz del médium (foto que fue creída como real cuando se publicó), hasta una de las mas recientes. El retoque fotográfico siempre ha sido un aliado para todo tipo de timadores de lo paranormal.

La 1ª imagen:

Foto realizada a la médium Helen Duncan durante una sesión en su casa en 1933, en la cual supuestamente materializó a su guía espiritual «Peggy». No hace falta decir como se hizo el efecto ¿no?

La 2ª imagen:

Fotografía obtenida el 23 de Noviembre de 1946. El médium Ronald Cocksell, estando en trance, hizo fluir de su nariz una forma ectoplasmática delante de las personas presentes en la sesión. Los ectoplasmas suelen crearse principalmente, utilizando como medio de salida la boca, nariz y oído.

La 3ª imagen:

Una de las imágenes mas famosas de fantasmas, la Dama Marrón (Brown Lady)

Alan Murdie – un abogado y un investigador en lo sobrenatural – encontró la evidencia en una carpeta llena de polvo en el departamento de manuscritos de la biblioteca de la Universidad de Cambridge.

El archivo detalla una investigación exhaustiva sobre el fenómeno poco después de que la imagen fuese tomada. Llevada a cabo por la Sociedad para la Investigación Psíquica, que concluye que existe con toda seguridad una explicación mundana para el «espectro» de imagen en la foto.

La evidencia incluye el descubrimiento de que la cámara podría haber filtrado la luz a la placa fotográfica.

Explicación:

Cuando se tomó la fotografía, la película (o placas) era mucho más lenta que en la actualidad. Hacer una foto como esa en un lugar interior y sombrío (tal y como se refleja en la fotografía) hubiera tomado muchos segundos o incluso minutos de exposición (aunque podría reducirse con el uso de un flash). Muchas de estas placas se arruinaron, sin duda, con una breve exposición al objetivo de alguien que entrara en el plano, deteniéndose por un segundo y luego pasando (y con ello dejando el plano), produciendo exactamente el mismo tipo de resultado que se ve en la foto.

Los defensores de lo paranormal afirman que sí se utilizó el flash en la foto. Sin embargo, si se hubiera usado flash, el obturador habría estado abierto durante varios segundos en total. El obturador habría sido abierto de forma manual, el flash desactivado, entonces el obturador habría sido cerrado (de nuevo manualmente). Si el fotógrafo se distrajo, el obturador pudo haber estado abierto durante muchos segundos (demasiados). Con que alguien hubiera estado brevemente en esa escalera en algún momento de este período (pero no durante el resto), en particular para el flash, dicha persona habría aparecido transparente. (que es el caso que se produce en dicha foto).

La única razón por la que esta foto no se desechara junto con muchas otras similares, fue por el simple hecho de estar acompañada de esa “misteriosa” y escabrosa historia, y de la afirmación por parte de los mentirosos que la publicaron sobre que “ningún análisis científico demostró su falsedad” (algo que incluso hoy día se sigue publicando en blogs dedicados a esta pseudociencia de los mitos y las supersticiones llamada parapsicología)

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