La imagen que tienen los creyentes y muchos no creyentes del Jesús neotestamentario es la de un hombre inteligente y sabio que fue enviado por dios (o que se envió a si mismo y era el propio dios) con un propósito. ¿Es así como lo describe la Biblia o es esa más bien la imagen que tenemos gracias a los sermones dados por los clérigos durante la misa?
Según los judeocristianos “Jesús vino para salvarnos” ¿Pero para salvarnos de qué? ¿del pecado original? Si fue para salvarnos del “pecado original” parece absurdo que un ser omnipotente necesitara enviarse a si mismo en forma humana para perdonarnos de algo que él mismo había creado. Después de todo, el concepto de lo que es pecado y lo que no fue impuesto por él.
Tampoco habría necesidad de enviarse en forma humana para perdonarnos de eso cuando fácilmente, debido a esa omnipotencia, podría hacerlo sin más. De hecho, para perdonar ni si quiera es necesaria tal cualidad.
¿Para salvarnos de los pecados futuros? Si esto es así después de su aparente suicidio, pues él mismo vino sabiendo qué ocurriría y cual sería su fin (y si realmente existió dicha persona), ya no deberían haber existido más pecados. Si los sigue habiendo, de nuevo, su venida resulta algo inútil.
¿Y a quienes vino a salvar? ¿a los de su época? Si esto es así solo salvó a un grupo muy reducido de paletos (los que le siguieron), pues el resto del mundo siguió ajeno a lo que sucedía en esa región y los que vivieron en esa región tampoco le creyeron (al menos según los propios evangelios). ¿A los de épocas venideras? Tampoco parece que esto sea así ya que si algo nos ha demostrado la historia es que ni los propios creyentes y seguidores de dicha secta se han librado de cometer dichos pecados (aunque los católicos, muy listos ellos, inventaron con la “confesión” una aparente solución a ese dilema que su propia religión había creado). Ya ni mencionemos que según esa misma religión, de entre los que consigan no pecar, solo los creyentes en dicha religión se salvarán (eso sí, de un futuro indemostrable después de haber muerto).
En pocas palabras, la supuesta venida de ese personaje: ni solucionó el problema en el momento ni, seamos claros, solucionó dicho problema después. O lo que es lo mismo: la venida de Jesús fue un acto totalmente inútil. Pero profundicemos aun más con sus actos…
El Nuevo testamento narra también una serie de afirmaciones, “milagros” y actos realizados por él. Viéndolos detalladamente tal y como se describen en los evangelios ¿Sirvieron para algo? Veamos uno por uno todos ellos:
Las afirmaciones de Jesús
Todo lo que afirma una persona omnisciente y pura debería ser cierto. Al menos si entendemos correctamente lo que es la pureza y la omnisciencia. De ser así, deberíamos ver en la Biblia (libro que para los creyentes es “sagrado” y “la palabra de Dios”) tales cualidades. Yo, al menos, cuando compro un libro de ciencias espero que todas y cada una de las afirmaciones que hay en ese libro sean ciertas y demostrables. No me imagino un libro de física proponiendo teorías científicas incorrectas e indemostrables siendo admitido por la comunidad científica. Del mismo modo, la comunidad cristiana no debería admitir ningún libro que contuviera afirmaciones erróneas o indemostrables ¿cierto? ¡JA! Veamos solo unas pocas para comprobar que si esto se cumple:
- Mateo 4:8 Existe un “un monte muy alto” en el que se pueden ver “todos los reinos del mundo”.
Ya nos gustaría saber a qué monte se fue Jesús para ver “todos los reinos del mundo”. El monte más alto del mundo es el Monte Everest y en él no se pueden ver si quiera las aldeas más cercanas. Y si, esto debió ser algo que dijo Jesús pues ahí solo estaba él y sus discípulos solo pudieron saberlo a través de él. Claro está, si asumimos que Jesús existió y no es otro personaje mitológico.
Nota: este es otro de los versículos de la Biblia donde se da a entender que la Tierra era plana. De hecho el cristianismo acoge documentos basados en su queridísima biblia donde, según su interpretación, la tierra debía ser plana (véase el Topographia Christiana del monje Cosmas Indicopleustes o las afirmaciones de Lactancio, Juan Crisostomo, Severiano, etc.) Visión que no tuvo mucha repercusión social pero que está ahí para deleite de ateos como yo.
- Mateo 4:23-24, 9:32-33, 12:22, 17:14-18, Marcos 1:23-26, 32-34, 5:2-16, 9:17-29, 16:9, Lucas 11:14,4:33-35, 8:2, 27-36, 9:38-42, Hechos 8:7, 16:16-18 – Según Jesús las enfermedades, tanto físicas como mentales, son causadas por el demonio.
Bueno, esto según Jesús, pues en el Antiguo testamento el propio Yahvé (Dios para los amigos) declara ser el causante de toda enfermedad. No son pocas las veces que en Deuteronomio se afirma que dios envía plagas y enfermedades, sin contar con que en Éxodo 4:11, tal y como he dicho, es el propio dios quien confiesa ser el responsable de todo. Nos olvidamos entonces de la medicina moderna ya que en esta no figura en ningún lugar que las enfermedades las cause una entidad demoníaca ni divina (coja el creyente la versión que prefiera).
- Mateo 7:7-8, Lucas 11:9-10 – Todo lo que pidas se cumplirá. De hecho para Jesús la “fe” (confianza en ello) puede mover montañas y nada es imposible si tienes fe (Mateo 17:20, 21:21, Marcos 9:23, 10:27, 11:23, Lucas 17:6)
Esto, por supuesto, es una petición de ingenuidad que sólo una persona deshonesta y malvada puede hacer. Más adelante podremos ver algunos ejemplos. Aunque nunca me canso de mencionar uno que, de lo absurdo que me pareció, merece ser constantemente mencionado: el del creyente ucraniano que se tiró al recinto de los leones en el zoo de Kiev al grito “Dios me salvará”. (lean la noticia si quieren saber el final)
- Mateo 13:31-32 – La más pequeña de todas las semillas es la de la mostaza, la cual se convierte en la mayor de las hortalizas al crecer.
Las palabras exactas que se citan, por si alguien me intenta criticar diciendo que lo he descontextualizado, son:
El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Para vuestra información, la más pequeña de todas las semillas no es la de la mostaza sino la de la orquídea. Y la mayor de las hortalizas, por supuesto, tampoco es la mostaza sino la calabaza. Algunos creyentes usan la excusa de que esto simplemente pretendía ser una parábola y por ello el texto es puramente proverbial, llegando a decir lo que Jesús sabía o no y cual era su intención. ¿Hacía falta para dar a entender esto y sabiendo, debido a su omnisciencia, que más tarde podría ser discutido, añadir en la parábola que esa semilla era la mas pequeña de todas las semillas y que luego se convierte en la mayor de las hortalizas? (repito, sin tomar en cuenta que el evangelio de Mateo se escribió sobre el año 85 y su autor no fue testigo directo de nada)
Nota: existen muchas más afirmaciones que podréis encontrar en los artículos Absurdos bíblicos e Incoherencias de la Biblia.
Que el creyente tenga la capacidad de saber lo que piensa un personaje, en este caso Jesús (=Dios) no nos pilla de sorpresa: un estudio demostró que estos saben como piensa su dios porque ellos, aunque suene obvio, son quienes se lo imaginan. Así, si ellos piensan de una determinada forma, su dios hará exactamente lo mismo, aun cuando estos cambien de parecer.
Los “milagros desinteresados” de Jesús
La mayoría de los creyentes se sienten edificados con los “milagros” que se narran en la Biblia y ven en ellos que el personaje del que se habla en ese libro es un ser divino (el propio Dios según la mayoría de denominaciones). Por eso seamos coherentes con ello, sigámosles el juego: pensemos por un momento que ese personaje, el humano, es también ese otro personaje, el divino.
Se supone que ese personaje divino es omnisciente y debido a esto este debería ser práctico y «puro» ¿no? A lo que me refiero es a que si lo que este pretendía era ayudar, más allá de conseguir la adulación personal, la opción más sensata hubiera sido dar a todo el mundo una solución: ya no diré la ayuda directa sino herramientas prácticas y desinteresadas para que estos pudieran valerse por si mismos. Habría, por ejemplo, aportado conocimientos médicos en vez de curaciones locales y un tanto extrañas desafiando las mismas leyes que supuestamente Él escogió (las de la naturaleza). Desde luego habrían sido de utilidad dichos conocimientos a una humanidad que ya en esa época se enfrentaba a innumerables enfermedades (cosa que ha hecho hasta la aparición de la medicina científica). O incluso, siendo omnisciente, haber aconsejado sobre algo tan simple como lo es la higiene. Causante hasta hace unos pocos siglos, cuando se tomó más en cuenta, de muchas de esas enfermedades y de una esperanza de vida más corta de lo que es ahora. ¿Hizo algo de esto? Pues… si nos basamos en lo que se cuenta en la Biblia, la verdad es que no. A lo largo del NT, según sus autores, Jesús realiza una serie de curaciones que a modo práctico no contienen utilidad alguna más allá del lucimiento personal. Como por ejemplo la curación a personas que contenían “espíritus inmundos”, sea lo que sea que signifique eso.
Estas historias además han ido modificándose hasta convertirse el hecho de un simple “milagro” a casi un evento ¿Un ejemplo? Veamos la versión del primero de los autores evangélicos, Marcos, sobre un relato que él mismo inventa:
Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.
2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.
5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.
7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.
8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.
9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.
10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.
11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.
12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.
13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.
14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido.
15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.
16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.
17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.
18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.
19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
El autor de Marcos 5:1-20 dice que a ellos (Jesús y sus compañeros) vino un hombre poseído por muchos demonios que por propia voluntad le piden, ¡uy que malos! que no les atormenten y les envíen a unos cerdos. Si, como lo oyen: los demonios lo más que hacían, según el propio relato, era soltarse de unas cadenas para autolesionarse y cuando llega su “enemigo” (eso declara el cristianismo) no luchan contra él sino que le ruegan que no les atormente y que les envié desde esa persona a unos cerdos. ¿Cómo es entonces la versión del resto de evangelistas? ¿Debería ser igual, no?
28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.
29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?
30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos.
31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
32 El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.
33 Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.
34 Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.
En la versión de Mateo (8:28-34) ya no hay una sola persona endemoniada sino que hay dos y no hay conversación entre demonios y Jesús más allá de esa petición, que por supuesto es distinta. En la versión de Marcos (el primer autor) Jesús piensa que sólo es un demonio hasta que los demonios confiesan ser muchos, mientras que en la versión de Mateo ya en la primera frase estos hablan en plural. Pero… ¿Y en la versión de Lucas?
26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.
27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)
30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.
31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.
32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.
33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.
34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.
35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.
36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.
38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo:
39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
En la versión de Lucas, más coincidente con la de Marcos, los endemoniados ya no son dos sino uno, pero los cerdos ya no se precipitaron a un mar sino a un lago (veáse cómo de geografía entendían los autores neotestamentarios en este artículo). También coincide con Marcos en relatar la “humildad” de Jesús: lejos de realizar actos desinteresados, el Jesús de los evangelios es un ser arrogante que no tarda en pedir reconocimiento. Aunque este reconocimiento parece provenir de alguien con pocas luces, pues viendo el resultado que había tenido que se supiera ese acto (los ciudadanos lo echaron de su aldea) a este no se le ocurre otra cosa que decirle a un ex-endemoniado que vaya por ahí vendiendo sus hazañas.
Y todo esto omitiendo, por supuesto, que las posesiones no existen más allá del paripé de unas pocas sectas en las cuales una persona supuestamente poseída por un demonio, en vez de comportarse de una forma coherente con tal situación e intentar atraer fieles a su causa mediante engaños, realizar actos contra su enemigo (Dios) o ejercer el mal al más puro estilo Hollywoodiense (ideado por unos buenos guionistas), no pasa de realizar convulsiones y ataques epilépticos en medio de un grupo de personas balbuceando frases hechas mientras esa misma persona está en el suelo gritando palabras sin sentido. Ni actos sobrenaturales inexplicables como en el cine ni fenómenos sorprendentes, sólo personas gritándole a una persona desquiciada tumbada en el suelo o en una cama que más que parecer poseída por espíritus parece estar drogada o tener ciertos problemas psiquiátricos. Lo mismo que sucede en este relato se puede ver en otros como en Mateo 9:32-34, cuyo resultado aparenta ser el mismo: a Jesús lo acusan de ser el “príncipe de los demonios” por curar a un mudo (no deja de ser irónico y curioso el tema de los demonios: la mayoría de cristianos creen, por ejemplo, que Lucifer es real cuando resulta ser un nombre mal traducido que incluso es usado en su propia bíblica para referirse a su dios e incluso a Jesús).
Al igual que en el resto de relatos, los endemoniados parecen más bien tener problemas psicológicos. En el anterior, el hombre con demonios sufría ataques nocturnos; en este no podía hablar; en Mateo 12:22-23 y Lucas 11:14-15 es un hombre ciego y mudo; en Mateo 15:21-28 una hija con demonios según la versión de la madre, quien tiene que suplicarle una y otra vez a Jesús para que este haga algo. Vamos, que si la madre no hubiera tenido fe en Jesús (requisito mínimo para que este haga algo) la hija se habría quedado igual. La misma fe que hizo falta para curar a un niño endemoniado según los evangelios (epiléptico según los síntomas) en Mateo 17:14-21; en Marcos 9:14-29 o Lucas 9:37-43 también hay uno al cual sus discípulos son incapaces de curar por “falta de fe” pero él, después de molestarse por ello, parece decidir hacerlo tal y como hace todo: mágicamente. Claro que, como siempre, la versión cambia y en Marcos la frase que suelta ese Jesús arrogante es “!!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo”, en Mateo es “Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.” y en Lucas es “Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo”. En Marcos el padre dice “Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron”, en Mateo dice “Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar” y en Lucas dice “Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo; y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él. Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron”. Algo que no parece preocuparles a los creyentes pero que no deja de ser irónico, pues a pesar de que según ellos los evangelios son la palabra de dios, dios es omnipotente y los autores son quienes la ICAR votó que eran y estos, por tradición, eran testigos directos: ninguno de ellos coincidió en su testimonio lo más mínimo. Algo normal para alguien que tiene en cuenta que los evangelios fueron escritos decenas de años después de los supuestos hechos que narran y que ningún otro testimonio secular vio.
Otros relatos sobre posesiones, como Marcos 1:21-28 y Lucas 4:31-37 ni si quieran tienen coherencia como historia y otros, como el de Lucas 8:1-3 llegan al absurdo mostrando incluso el número de demonios que salieron de María Magdalena.
Al parecer en aquella época y sobre todo para los autores neotestamentarios, se confundía el tener enfermedades mentales o problemas psicológicos con estar endemoniado. Esto, siendo benevolentes y pensando coherentemente sobre ello y no tomándolo como algo literal. Aunque siempre habrá algún supersticioso que intente excusarlo alegando que todo lo que se dice en los textos es tal y como se dice en el texto. El mismo texto que declara eso en vez de demostrarnos algo de conocimiento cuando podría habernos enseñado que todo lo que les sucedía a esos personajes eran en realidad trastornos en el cerebro.
Curando al enfermo y no la enfermedad
El Jesús neotestamentario, además de no conocer que sus endemoniados eran enfermos mentales (o al menos el cuadro de síntomas parecía indicarlo), se dedica a desafiar a la naturaleza curando enfermedades a distancia sin si quiera realizar un diagnóstico al enfermo y saber qué tipo de enfermedad era. ¿Alguna utilidad? Pues poca, la verdad. Teniendo todos esos conocimientos debido a su condición divina podría haber ayudado mucho más diciendo a sus discípulos cómo curar enfermedades. Algún creyente dirá que si lo hizo cuando les dijo que “la fe lo puede todo” y que “con la fe se puede curar”. Eso debieron de pensar los padres de Neil cuando le dejaron morir porque pensaban que este se curaría con la fe y no la medicina (véase la misma noticia en otro medio) o Antonella Mirabelli y su madre, quien se negó a recibir atención médica debido a sus creencias religiosas, pero de poco les sirvió su fe. De hecho sus hijos están muertos por confiar en lo que afirman las religiones. ¿Algún cristiano va a tener la poca vergüenza de decirnos que murieron porque en el fondo no creían de verdad o, como dicen ellos, de corazón?
Relatos como Mateo 8.5-13 y Lucas 7:1-10, que por supuesto cambian si son contados por Juan o relatos donde, al parecer, la causa de la parálisis es el pecado (Marcos 2:1-12, Mateo 9:1-18 y Lucas 5:17-26); relatos donde una posible queratosis o hiperqueratosis es curada, de nuevo, mágicamente (Marcos 3:1-6, Mateo 12:9-14 y Lucas 6:6-11) en vez de explicar cómo prevenirla y cómo tratar dicha enfermedad para que nadie más la sufra; donde se afirma que los problemas lumbares son porque existe un “espíritu de enfermedad” (Lucas 13:10-17) y por supuesto, relatos donde la mejor forma de curar a los enfermos es hacer concursos con ellos: como el que se traían en el estanque Betesda, donde sólo el primer enfermo que descendiera una vez que apareciera un espontaneo ángel podía ser curado. Motivo por el cual un enfermo se había tirado 38 años sufriendo hasta que Dios (se supone que Jesús lo es, según la mayoría de cristianos) se dio cuenta al pasar por ahí. ¡Y eso siendo omnipresente y omnisciente! Ni por un momento imaginemos cuantos años más habría tenido que esperar ese hombre si Dios no tuviera esas cualidades. Pero claro, el motivo para curar sólo a ese enfermo y no a todos simultáneamente fue porque llevaba ya demasiado tiempo esperando (Juan 5:1-18). Se ve que es mejor curarlos poco a poco y solo si lo consiguen por si mismos. Así es más divertido.
Incoherente es también el relato de Mateo 9:27-31:
27 Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David.
28 Y llegado á la casa, vinieron á él los ciegos; y Jesús les dice: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dicen: Sí, Señor.
29 Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme á vuestra fe os sea hecho.
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa.
31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Incoherente porque este pide que no lo digan y estos lo hacen. ¿Por? Pues porque si el propósito era que no se supiera, este ya debería saber que no se cumpliría al comunicarlo. A no ser que el propósito del autor de dicho relato, claro está, sea mostrar una falsa humildad en ese personaje, cosa que ya llega tarde pues queda destrozada en otros relatos: como cuando el autor hace que los enfermos tengan que suplicarle y este responde que se han curado por su fe en él (Mateo 20:29-34). Muy coherente también el método para curar ceguera empleado en Marcos 6:22-26 o en Juan 9:1-41, donde nuestro querido personaje usa su saliva cuando en otras ocasiones no había sido necesario. Ya me imagino a los estafadores predicadores que leyeron esto, intentando hacer lo mismo.
¿Y cómo curar la lepra? pues en vez de enseñar a sus discípulos cómo fabricar una medicina para que estos lo dejaran por escrito, haciendo de nuevo magia potagia: curando a los enfermos con solo tocarlos (Marcos 1:40-45) o simplemente soltando aire por la boca (Lucas 17:11-19). Porque ya sabemos todos que en el caso de la lepra, como mejor se cura es mediante el contacto físico o hablando y no administrando Dapsona (DDS) al enfermo (aunque, de hecho, casi es peor el método que dios decide emplear para curarla en el Antiguo testamento). Muy útil y humilde curar a unas pocas personas para que estas crean en tus poderes y tus afirmaciones en vez de informar de como prevenir enfermedades y dar al mundo medicamentos o conocimiento médico para combatirlas.
Pero es que este portento también es capaz de curar las picaduras de víboras con solo soplar sobre la herida (Tomás XVI); de curar la fiebre y la hidropesia con solo poner las manos (Marcos 1:29-31 y Lucas 14:1-6); la sordera metiendo los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo «ábrete» (Marcos 7:31-37); restaurar miembros amputados con solo colocarlos en su sitio (Lucas 22:50-51); curar a moribundos con enfermedades desconocidas (Juan 4:46-54) e… ¡¡Incluso la regla!! Si, como oyen: al parecer para los autores neotestamentarios la regla era una enfermedad. Ya casi que nos olvidamos de cómo la cura (tocando un trozo de tela), si no me “creen” lean el relato en sus tres versiones: Marcos 5:25-34, Mateo 9:20-22 y Lucas 8:41-48 (alguno no se creerá esto, valga la ironía, pero es que para los autores bíblicos la menstruación no era un proceso biológico sino algo «inmundo» y la mujer poco más que una apestada a la que había que evitar durante esos días).
La excusa que usan los creyentes es que su enfermedad estaba relacionada con la regla, pero eso más bien responde a una interpretación de lo que se dice en los relatos. Así podemos ver que en los tres lo único que se dice de ello es:
Marcos 5: 25 Y una mujer que estaba con flujo de sangre doce años hacía…
Mateo 9: 20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había…
Lucas 8: 43 Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años…
Según los relatos neotestamentarios este personaje se dedica a realizar también curaciones masivas allá por donde pasa. Pero no penséis por un momento que hay alguna fuente externa al cristianismo que las confirme. Así como los actos de personajes históricos han dejado huella en todo tipo de fuentes, de este, al igual que sucede con Asclepio, sólo tenemos lo que nos cuentan unos textos de carácter religioso (mitológico) cuya motivación es claramente tendenciosa. Asclepio, por cierto, también fue hijo de un dios y una mortal (en este caso Apolo), su padre también se presento a su madre en forma de ave (en este caso un cisne) y también tenía la capacidad de sanar a los enfermos y resucitar a los muertos. ¿deberíamos rendirle culto de nuevo porque hay escrituras que lo atestiguan? Lo digo porque ese es uno de los argumentos empleados por el cristianismo.
Contradiciendo a las leyes naturales
Además de no mostrar ningún conocimiento sobre biología o anatomía, en los relatos nuestro personaje estrella se dedica, para variar, a realizar actos antinaturales de utilidad nula. Dicho de otro modo, las leyes de la física se las pasa por el forro de los coj… para que todos le admiren tal y como se admira hoy en día a cualquier ilusionista a pesar de que sabemos que estos se sirven de engaños para hacernos creer que tienen poderes ¿Ejemplos?
Según los autores de los evangelios canónicos es capaz de manipular los elementos y el clima. Como cuando calma una tempestad en el Mar de Galilea (Marcos 4:35-41, Mateo 8:23-27 y Lucas 8:22-25) ¿Cómo lo hace? Pues muy sencillo: regañándole al viento y al mar:
Marcos 4:39
Y levantándose, increpó al viento, y dijo á la mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fué hecha grande bonanza.
Esto, por supuesto, desafiando a factores como la presión atmosférica, la termodinámica, al efecto Coriolis, etc.
Nos olvidamos también de las leyes que intervienen en la mecánica de fluidos cuando, según los autores neotestamentarios, este empieza a caminar sobre las aguas (Marcos 6:45-52, Mateo 14:22-27 y Juan 6:16-21).
¿Hace falta que comente cuantas leyes físicas se salta el que este personaje multiplique la materia en este caso orgánica como lo hace en Tomás XII, Marcos 6:30-44, 8:1-10, Mateo 14:13-21, Lucas 9:10-17 y Juan 6:1-14?
Muy sorprendente y útil el sacar monedas de la boca de animales (Mateo 17:24-27)
Y coherente y de un dios omnisciente el secar una higuera mágicamente porque esta no le daba frutos fuera de temporada (Mateo 21:18-22) WTF! ¿En serio? ¿Este es el personaje que los cristianos consideran sabio? ¿Pero qué Biblia están usando ellos?
Zombies… resurrecciones
Al ser humano las historias que más le encantan son las de personas transformando cosas en otras o negando la realidad inherente a todo organismo vivo (la muerte) y esta historia tienen unas cuantas.
Así por ejemplo, el lector tiene que creerse que, tal y como cuentan los evangelios apócrifos, donde se narra la infancia de este personaje, este hace de minidiós dando vida a pájaros de arcilla (Tomás II); que Jesús transformó su ropa e hizo sesiones de espiritismo (Marcos 9:2-13,Mateo 17:1-13 y Lucas 9:28-36); que el pan y el vino pasan de ser de un tipo materia orgánica a otro (Marcos 14:22-25, Mateo 26:26-29 , Lucas 22:19-20, 1ª de Corintios 11:23-26 y 1ª de Pedro 1:16-18) y que un liquido, en este caso agua, puede transformarse también mágicamente en una bebida alcohólica proveniente de la uva (Juan 2:1-12). Milagros, como ya dije anteriormente, de una utilidad práctica asombrosa.
Como también tiene que creerse el lector que los muertos pueden resucitar. ¿Dije «tiene»? No, que va: a la mayoría de ellos les encanta creerlo. La panacea humana perseguida desde siempre. En China, por ejemplo, se enterraba a los nobles con sus esclavos (aun vivos) esperando que estos les sirvieran después de muertos; en Egipto los faraones se enterraban con sus tesoros esperando disfrutar de ellos en la otra vida y en los países nórdicos sus tradiciones iban encaminadas hacia el mismo resultado. La muerte no es algo cool y todo el mundo quiere escapar de ella. Motivo por el cual siempre ha habido veda libre para todo tipo de estafadores que aprovechándose de esto han ideado pociones, realizado afirmaciones sobre sí mismos alegando tener poderes sanadores o contado relatos en los que un semidiós tenía capacidades sobrenaturales. Sólo hay que leerse las obras de Píndaro, el Libro de los Muertos, la Völuspá o acudir a los evangelios (Tomás IX, XI, XVII, XVIII, Marcos 5:38-43, 16:1-8 ,Mateo 28:1-10 ,Lucas 7:11-17, 8:49-56, 14:1-12 o Juan 11:38-44). A estos timadores se les ha llamado, dependiendo del tiempo y la cultura: chamanes, brujos, sacerdotes, etc. Hoy en día siguen existiendo, sólo que gracias a nuestro conocimiento se les ha acotado el terreno a la hora de afirmar cosas. No obstante haberlos haylos todavía y apoyados en la desesperación de la víctima les hacen creer que sus pociones, aguas benditas, imposiciones de manos y palabras tiene capacidades sobrenaturales. ¿Era este el caso de este personaje? Dada la cantidad de ocasiones en las que este pide “fe” en él, que se propague lo que ha dicho o hecho, la necesidad de seguidores y la arrogancia que demuestra en ocasiones, yo más bien me decantaría por ello.
Otro puntos sobre el tema de las resurrecciones (dentro del contexto, por supuesto) son:
A.- Son un acto inútil, si más tarde (sea cual sea el tiempo) el resucitado tendrá que volver a morir.
B.- Resucitar a un muerto carece de coherencia si tú mismo inventaste la muerte. ¿Es que Jesús (suponiendo que fuera dios) no estaba de acuerdo con lo que el mismo había creado e impuesto?
C.- El propio acto contradice la dignidad de la que la propia religión quiere dotar a la muerte cuando esta afirma que es necesaria (junto con el sufrimiento que provoca) para llegar a Dios y acudir a ese cielo. Ya no digamos que lo que se da a entender es que no existe un cielo. ¿Por? Pues porque si la muerte es el paso hacia ese fin y en ese fin debe acabar todo el mundo ¿qué sentido o beneficio tiene volver a la vida? Para un ateo podría tener sentido: yo no creo en la promesa de una vida después de muerto y por eso mismo quiero vivir el mayor tiempo posible. Pero… ¿un creyente? Si realmente este cree que al morir va a tener eso ¿para que necesita prolongar su estancia en esta vida?
Aunque lo más importante es que esto contradice lo que los religiosos denominan como «voluntad divina» (de hecho ya en el AT – en Éxodo 4:11 – se deja caer que las cosas son como son porque así lo quiere ese dios). Para ellos, o al menos dependiendo del argumento a esgrimir, la muerte se debe a que el propio dios así lo reclama. ¿Es que quieren contrariar la voluntad de su propio dios? Cuando un creyente se niega a morir a o a aceptar la muerte, lo que está haciendo según la teología monoteísta es precisamente contrariar los designios de su deidad. Que, según los relatos, este rompa su propia elección demuestra lo absurdo e incoherente que es ese personaje.
La gran autocontradicción
Si nos basamos en el argumento religioso en el que su dios es omnisciente, inmutable y omnipotente ¿Qué sentido tiene su “venida”? Cualquier lector con un mínimo de criterio se preguntaría, sin irse más lejos, por qué este decreta leyes que impone durante siglos para más tarde romperlas (esa es la base del cristianismo). A lo largo de todos esos relatos sobre milagros una constante que parecen querer remarcar los autores es que estos los hacía en “sabbat” ¿No se supone que los 10 mandamientos son importantes para el cristiano y este debe cumplirlos? ¿Adivinan qué mandamiento, según la propia biblia, se encuentra entre ellos?
Si Jesús hubiera sido el propio Yahvé ¿creen en serio que este hubiera violado el mandamiento que más veces se repite a lo largo del Tanaj (Antiguo testamento)?
Si, ya sé que pondrán la excusa de que Dios es omnipotente y puede hacer lo que quiera. Pero también es omnisciente, justo e inmutable. ¿Omitimos esto en pro de esa excusa ante tal incoherencia? (no pasa nada, en realidad, pues se olvidan también de las otras 603 leyes y de que según su NT tendrían contradictoriamente que obedecerlas).
Y si se supone que su venida debía cambiar este mundo ¿no creen que ha sido bastante inefectiva? No solo porque no haya conseguido que todo el mundo crea en él y lo adore (propósito bastante narcisista) sino porque, lejos de conseguirlo, ha provocado que la gente se divida aun más: no nos hace falta recordar las lucha de cristianos contra aquellos de quienes tomaron sus mitos, los judíos, ni contra los musulmanes (que hicieron justo lo mismo) sino lo que sucedió internamente con el cristianismo: ya desde los comienzos de esta secta esto se pueden ver claramente con la persecución de «herejes».
Nota: Todo esto, bajo el prisma del relato y suponiendo que lo que se cuenta en él fuera cierto. Ya me he cansado de explicar que no se puede analizar la historia que cuenta un relato de otro modo. Esto lo digo de cara a futuros comentarios diciéndome que “si no creo en ello porqué hablo como si esto hubiera ocurrido”. Si quisiera explicar porqué la fuente del relato escribió lo que escribió el artículo no sería este.
Conclusión
Suponiendo, como ya dije al principio, que “la venida de Jesús” tuviera un propósito de “salvación”. ¿Qué es lo que entiende el cristiano por salvación? ¿Pertenecer a su secta y hacer un tremendo ejercicio de credulidad para que, según promete esa misma secta, una vez haya uno muerto tenga todo tipo de recompensas en un lugar idílico cuya existencia no pueden evidenciar?
Ya hemos visto que esa venida no ha traído paz. De hecho desde que apareció el cristianismo este se ha ido propagando a través de la guerra y la imposición. No queda esto mejor explicado en la boca del jefe indio Pontiac, muerto en 1769, cuando dijo:
Vinieron con una Biblia y su religión, robaron nuestra tierra, lastaron nuestro espíritu… y ahora nos dicen que deberíamos estar agradecidos ‘Señor’ por haber sido salvados.
Pueden ver, si lo desean, cómo fue la «cristianización» o «evangelización» de América y cuales eran los argumentos en este artículo.
Se podría decir que la parte irónica de todo esto reside en que aunque el creyente vende la parte buena de ese personaje (“amaos los unos a los otros”), es la parte mala (“no he venido a traer la paz sino la espada”) la única que se ha cumplido gracias al esfuerzo de ese mismo creyente. La primera por lo visto tenía la clausula “amaos entre cristianos pero solo de una misma denominación”.
¿Trajo el fin de la esclavitud? Algunos cristianos así lo aseguran. Se ve que no se dieron un repaso ni a lo que afirma su querida Biblia, ni lo que afirmaron los «padres» de su secta, ni los papas y apologistas más destacados de su «cristiandad» al respecto. Ahora resulta que, pese a lo que sabemos gracias a la historiografía, no fueron las revoluciones sociales durante varios siglos, desde que se puso fin al Antiguo Régimen, sino sus iglesias las que promovieron la abolición de la esclavitud. Raro, entonces, que los países del denominado «cinturón bíblico» (los estados más religiosos de EE.UU) fueran los que lucharon por mantenerla y los que muestran ¡casualmente! los índices más altos de racismo.
¿Ha traído salud física? Todos los avances que han habido en medicina se han conseguido científicamente. Uno puede buscar en la Biblia algún tratamiento médico si quiere. De hecho animo a todo creyente a que nos cuente en qué parte de la biblia se enseña a combatir seriamente una enfermedad o qué es una enfermedad (qué las provoca realmente), o que aún cuando se menciona una este tratamiento no se conociera ya en otras culturas de la época. Tengo amigas que han acabado la carrera de medicina y en ninguna de sus asignaturas existía un solo aporte neotestamentario (ya no digamos veterotestamentario).
¿Salud mental? Se ha demostrado que aunque los niveles de angustia al cometer errores se reducen en los creyentes, también se ha demostrado que los niños que crecen con las creencias religiosas mas fuertes son los que tienen más problemas de sufrir trastornos emocionales. Esto, obviamente, no es exclusivo de cristianos y sucede en todo tipo de creencias religiosas.
¿Ha traído conocimiento? Prácticamente cada una de las propuestas filosóficas que hay en ella ya existían en los escritos grecorromanos. Incluso los padres de la iglesia, verdaderos fundadores de todo el conceptual cristiano, se apropiaron de argumentaciones que habían aprendido de filósofos griegos. ¿Un ejemplo? La trinidad ya había sido una propuesta platónica mucho antes de la aparición del judeocristianismo. Basta leerse a los apologistas que ha tenido el cristianismo, como Aquino, para ver qué autores toma como referente.
Las creencias religiosas también han sido un freno para ese conocimiento (ciencia). Ya no solo directamente mediante el veto inquisitorial sino indirectamente limitando la capacidad objetiva de aquellos científicos que al quedarse sin respuestas, en vez de ahondar objetivamente en intentar conseguirlas, colocaban a su dios ocupando ese hueco de ignorancia hasta que otro científico más tarde descubría algo nuevo: retirando a ese dios de su posición como solución al enigma. Prácticamente, en cada nuevo descubrimiento científico siempre ha habido un creyente intentando contrariarlo sin más argumentos que su fe en que lo que se afirma en su libro de cuentos preferido es cierto porque el propio libro dice que es cierto.
Ya hemos visto cómo no solo en los textos no se enseñan nuevos conceptos científicos sino que, por el contrario, se desafían constantemente mediante narraciones donde se ignoran por completo todo tipo de leyes físicas, se ignora a la geología, la astronomía y a la biología. Tanto es así que el religioso ha tenido que ir modificando sus “interpretaciones” bíblicas constantemente conforme han ido apareciendo nuevos hallazgos.
En definitiva, el Jesús de esta religión es uno de los personajes peor definidos y más inútiles de toda la historia: no consigue que le crean sus seguidores en sus relatos incluso después de muerto; no ha conseguido convencer a todo el mundo; sus dictámenes son completamente irrealizables incluso por aquellos que dicen ser sus seguidores; su aparición (ya fuera real o simplemente literaria) no ha aportado más cosas positivas que negativas y el propósito de su comportamiento, según los textos, no queda realmente claro a excepción dos: la adulación y la necesidad de servidumbre. Algo que, en ausencia de él, más allá de una figura retórica en la que se arropan quienes venden sus palabras, puede entenderse viendo el nivel de vida que llevan esas personas.
Comentarios recientes